Blogia
BEISBOL 007

El gran legado de Jackie Robinson

El gran legado de Jackie Robinson

El pasado jueves 15 de abril se celebró un nuevo aniversario del que para muchos es el hecho más trascendental en la historia del béisbol de las Grandes Ligas, y uno de los principales hitos en la lucha por los derechos civiles en los Estados Unidos, y nos referimos por supuesto al debut de Jackie Robinson con los Dodgers de Brooklyn.

Todo empezó a gestarse de manera casual el 23 de octubre de 1945 cuando Branch Rickey, entonces presidente y gerente general de los Dodgers y figura clave en esta historia, si bien a veces ignorado, firmó al joven campocorto de los Monarcas de Kansas City, equipo de las Ligas de Color. Es claro que un hombre de las luces de “El Mahatma” como era apodado Rickey, veía como una cuestión de carácter moral el romper una injusticia absurda e injustificada, pero no nos engañemos de que la suya era, además, una decisión puramente beisbolística.

Branch Rickey conocía la inmensa cantidad de talento que estaba allí afuera sin explotar, y su objetivo en el fondo era hacer a los Dodgers un mejor equipo. Finalmente, por un bono de 3,500 dólares y un salario de 600 mensuales, Jack Roosevelt Robinson firmó un contrato con los Reales de Montreal, sucursal de los Dodgers en la Liga Internacional. En 1946 Robinson bateó .349 con 40 bases robadas y fue electo Jugador Más Valioso de ese circuito, demostrando inmediatamente que su talento pertenecía a las mayores.

Creo que el momento es propicio para aprovechar y resaltar un aspecto de Robinson que por su trascendencia, pasa a veces desapercibido y es el siguiente: Jackie Robinson fue realmente y por derecho propio, un extraordinario jugador de béisbol.

Robinson bateó .311/.409/ .474 (Avg./OBP/Slg) en su carrera de diez temporadas, números excelentes para un jugador del cuadro interior.

Su perfil ofensivo era el de un pelotero con una extraordinaria habilidad para embasarse, poder suficiente de extrabase como para hacerlo un bateador temible, gran velocidad acompañada de una habilidad sin igual para correr las bases, además de una capacidad de hacer contacto impresionante –Jackie nunca se ponchó más de cuarenta veces en una temporada–.

Les reitero que para alguien quien fue mayormente un defensor de la segunda base, ese es un perfil ofensivo de superestrella. No es casual que los Dodgers de Brooklyn fueran un equipo competitivo durante los diez años de Robinson, pues un jugador de este tipo es una magnífica piedra angular de cualquier franquicia con aspiración a ganar campeonatos.

Con Jackie y un núcleo conformado por otros miembros de Cooperstown, como Roy Campanella, Duke Snider y Pee Wee Reese, más otros de gran talento entre los que figuran Gil Hodges, Carl Furillo y Don Newcombe, Brooklyn ganó seis pennants y una serie mundial en diez años.

Algunos dirán que el jugar la mitad de sus partidos en el Ebbets Field pudo haber ayudado a que Robinson acumulara esos números ofensivos, pero la realidad es otra. Si ajustamos los números a la era ofensiva en la que jugó Robinson, y además de eso al parque, los números de Robinson lucen mejores, pues su porcentaje de slugging hubiese sido superior a los .500, o sea los de un bateador genuinamente poderoso.

El Average Equivalente (EqA), al cual hemos hecho referencia en otras ocasiones, toma todos los componentes ofensivos de un jugador y los expresa en un número en una escala similar al promedio de bateo. Es decir, por encima de .300 es excelente y de .260 hacia abajo mediocre.

Este es además ajustado a cualquier distorsión de era ofensiva o entorno.

A continuación un cuadro clarísimo de la capacidad ofensiva de Robinson:

Año EqA Año EqA
1947 .289 1952 .333
1948 .290 1953 .315
1949 .328 1954 .314
1950 .317 1955 .273
1951 .331 1956 .287

Robinson se retiró con un Average equivalente de por vida de .310, incluyendo seis temporadas consecutivas por encima de .300.

Una de las cosas más sorprendentes sobre las cuales he leído, y posteriormente estudiado sobre Jackie Robinson, tiene que ver con su valor defensivo. En la edición de hace varios años del “New Historical Baseball Abstract” de Bill James, el escritor habla de la sorpresa de haberse encontrado con Robinson entre los mejores segundas bases defensivos de la historia de acuerdo a su herramienta de evaluación defensiva desarrollada para determinar los Win Shares. Pero la sorpresa mayor, de acuerdo al propio James, es que el fenómeno se presenta además en el resto de las posiciones jugadas por Robinson, salvo el caso de la primera base. El razonamiento de James es que, un jugador de las habilidades atléticas de Robinson combinadas con su extraordinaria inteligencia, daba como resultado una excelencia con el guante que le perseguía a todas partes.

Jackie Robinson es un personaje de mucha importancia en la historia moderna de su país, pero aparte de eso, el hombre fue un gran jugador de béisbol.

0 comentarios