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BEISBOL 007

BLANCO, NEGRO, FEO Y COOPERSTOWN‏

Por Andrés Pascual

       La idea de este artículo es de John B Holway, tratada en su blog con el título “¿Qué si Effa Manley hubiera sido  un hombre feo?”. La pregunta es curiosa; sin embargo, según Holway, su propia esposa le dijo “Cooperstown esta lleno de hombres feísimos…”
       Effa está en el recinto de los inmortales del beisbol desde hace 5 años; pero su esposo Abe, dueño y constructor de los Aguilas de Newark de Ligas Negras, el club que ella heredó y mantuvo en la función operativa que la llevó al Salón de la Fama del beisbol, no. ¿Es justo? Depende.
       A la Gran Dama del Beisbol del circuito sepia se le describe como “una bella y glamorosa mujer de negocios de las Ligas Negras” Tal vez, en este caso, la apariencia personal ayuda; no obstante, la señora demostró capacidad y liderazgo en las regulares y en las malas y nunca se contuvo ante la crítica a Monte Irving, al que, quizás injustamente, culpaba del desastre de su club cuando se produjo la estampida de los negros hacia el Beisbol Organizado.
       Para Holway, en el caso de Abe Manley, hombre y feo significa nunca elegido a Cooperstown; en igual medida supone que las puertas del templo las abrió una mujer con su atractivo como llave maestra…
       Es verdad que un hombre feo impresiona mal con respecto a otro “bien parecido”; sin embargo, existen una serie de colaterales de la personalidad que pueden derrumbar, a favor de un feo, negro o blanco, su “look”: modales, educación, cultura, inteligencia, tono al hablar… el problema es poder romper la barrera visual, porque, en el mundo moderno (hablo después de 1899), la presentación en cuanto a relaciones públicas comienza por la vista y termina casi ahí; no obstante, el feo que rompa el hielo se gana el premio y Abe Manley era negro y feo, durante su época, dos estigmas; hoy, solo uno, el segundo.
       Alex Pompez, el importante  personaje del beisbol de Ligas Negras de origen cubano, era “mulato claro”, de pelo casi como el de los blancos, ojos verdosos, alto y de modales diplomáticos; “handsome” para aquellas mujeres de su tiempo que concurrían a los sitios de diversión del Harlem de una era con sello de legendaria y tenía dinero. Entró al recinto en la elección que hizo a Effa la primera mujer co-equipera de Paige, Dihigo, Ruth o Peruchin en la inmortalidad del juego.
       Gus Greenlee era el propietario del Crawfords Grill, un sitio restaurant-bar-cabaret-banco de juego prohibido de los tantos que había en el famoso barrio neoyorquino, posiblemente uno de los que recibía la visita de Pompez con asiduidad tanto como la de Duke Ellington o Satchmo Armstrong.
        La relación de Greenlee con el beisbol es a través del que muchos consideran el mejor equipo de pelota de todos los tiempos, los Piratas de Crawford, fundado y manejado por él. Además, como amigo de Branch Rickey, casi participa en el derrumbe del Muro Racial y contribuyó con el Gran Innovador a la creación de la fracasada Liga de Estados Unidos en 1945. También tuvo mucho dinero.
         Gus Greenlee no es un “hombre negro feo”, pero, como Pompez, fue figura del Bajo Mundo como banquero ilegal, por lo que sea, no fue elegido al Salón ni en el 2006 ni lo ha sido después.
          ¿Qué pasa con Abe Manley y con Gus Greenlee que no les abren las puertas por las que entraron Cum Posey, Pompez y Effa Manley?
           J L Wilkinson fundó los Monarcas de Kansas City en 1920 y entró al recinto en el 2006, no es negro ni feo; pero, en 1909, fundó un equipo femenino de beisbol que la mitad eran trasvestis, nada importante, a no ser porque engañó a todo el mundo y se impuso a mujeres de verdad sin ningún tipo de pena. No le tuvieron en cuenta semejante embuste.





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