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BEISBOL 007

Cientos asisten a funeral de aficionado de los Rangers

BROWNWOOD, Texas -- A Shannon Stone le gustaba gastar bromas a sus amigos. Le encantaba poner apodos a sus colegas y le apasionaba ser bombero, el trabajo que quiso desempeñar desde niño.
Pero lo que más amaba este alto y sonriente hombre de 39 años era el béisbol y su familia, especialmente su hijo Cooper, de 6 años.
Por eso, no se mencionó el lunes, en su funeral, el hecho de que Stone haya muerto tras llevar a Cooper a un juego de los Rangers de Texas. Tampoco se hizo referencia a que falleció cuando cayó del graderío al tratar de quedarse con una pelota que le había lanzado desde los jardines el pelotero favorito del chico, Josh Hamilton.
En vez de eso, el funeral se enfocó en la alegría que Stone dio a muchas personas, y se realizó un funeral con toda la formalidad que hubiera merecido un bombero muerto en el cumplimiento de su deber.
"Ellos capturaron realmente la esencia de lo que era él, un tipo muy bueno con un estupendo sentido del humor", dijo el sargento Ron Russek II, de la oficina del alguacil del condado de Johnson, quien conoció a Stone durante más de 20 años y trabajó con su padre y con su hermano. "A él le importaba la gente; era un auténtico servidor público".
Más de 1.000 personas llenaron la Primera Iglesia Metodista Unida, en su mayoría bomberos, policías y otros trabajadores de emergencia de todo Texas. Después de una ceremonia de una hora, en la que según Russek hubo "probablemente más risas que llanto", los agentes formaron filas para marchar en una emotiva procesión al cementerio, ubicado a ocho millas (13 kilómetros).
A la vanguardia iba un hombre tocando la gaita, seguido por un bombero que llevaba el casco de Stone. Luego avanzaban seis hombres con el ataúd sobrio de madera, encima del cual se colocó una bandera plegada. Otros miembros del cortejo llevaban el resto del equipo de Stone: su traje, botas y chaqueta. Todo fue subido al camión de los bomberos, que comenzó a avanzar, seguido por la esposa de Stone, Jenny, quien caminaba junto a Cooper.
El jueves pasado, Stone llevó a Cooper al Rangers Ballpark para ver un juego contra los Atléticos de Oakland. Antes, se detuvo para comprar al niño un nuevo guante. Ambos se sentaron en el jardín izquierdo, donde juega Hamilton.
En el segundo inning, Hamilton les lanzó una pelota que se había ido de foul. Stone se estiró para atraparla, pero cayó de cabeza unos 20 pies (seis metros), golpeándose en el concreto, ante la mirada de Cooper. Algunos testigos dijeron que Stone estaba consciente después de caer, y parecía preocupado por el hecho de que Cooper se quedara solo.
Un médico certificó su muerte una hora después. La autopsia determinó que la causa de la muerte fue un severo traumatismo.

Shannon Stone

 

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