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BEISBOL 007

El dilema de Ozzie Guillén; Tener contentos a Hanley Ramírez y a José Reyes‏



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Si las apariencias no engañan, los Marlins parecen tener un lineup impresionante.

Hay un poco de todo. Velocidad en la parte alta con los dominicanos José Reyes y Emilio Bonifacio. Poder en la parte gruesa con el también dominicano Hanley Ramírez, Mike Stanton, Gaby Sánchez y Logan Morrison.

Y también tienen profundidad en la parte baja con el venezolano Omar Infante y John Buck.

"Creo que lucen muy bien", dijo el nuevo manager de los Marlins, el venezolano Ozzie Guillén, durante las Reuniones Invernales. "Ojalá juegue tan bien como se ven. Creo que tenemos mucha velocidad y poder, por lo tanto en estos momentos estoy muy satisfecho con el orden ofensivo. Reyes es una parte importante de este lineup".

Reyes viene a reforzar el puesto de primer bate. Como uno de tres agentes libres de impacto que firmaron los Marlins, justamente ha acaparado muchos titulares. Es un jugador de impacto, ha sido convocado al Juego de Estrellas cuatro veces y fue el campeón de bateo en el Viejo Circuito en el 2011.

Pero, desde el punto de vista de Guillén, Reyes es una pieza importante del "rompecabezas", pero no necesariamente la figura más clave.

"El componente más importante de este lineup no es (Reyes)", dijo Guillén. "Lo he dicho desde el primer día que me contrataron. Creo que Hanley es el principal de este lineup.

"No me porta lo que dice la gente. No me importa de qué hablan ni qué dice en Twitter. No me importa quién viene y quién vaya. Hanley seguirá siendo el principal".

Ramírez, quien cumplirá 28 años de edad el 23 de diciembre, se encuentra en plena cima de su carrera. Los Marlins esperan que el quisqueyano vuelva a ser el mismo jugador que fue en sus primeras cinco campañas en la Gran Carpa.

Ramírez, quién ha representado a la Liga Nacional en el Juego de Estrellas como campocorto tres veces, se trasladará a la tercera base para dejarle el camino libre a Reyes.

Mucho se ha hablado de la posibilidad de que Ramírez rechace el cambio de posición o pida ser canjeado. Esas especulaciones no se han disipado y probablemente no sucederá hasta que el mismo Ramírez hable públicamente al respecto. Por su parte, los Marlins no han revelado lo que han hablado con él. También insisten en que no tiene previsto canjear a un jugador que ha ido al Juego de Estrellas, ha sido campeón de bateo y ha ganado dos Bates de Plata.

El equipo cuenta con que Ramírez se recupere tras un 2011 para el olvido, en el cual fue operado del hombro izquierdo.

"Lo único que me importará sea lo que Hanley diga el 20 de febrero cuando comiencen los entrenamientos", dijo Guillén. "De ahora hasta entonces, la gente puede decir lo que quiera".

Los lanzadores y receptores de los Marlins comienzan a entrenar el 22 de febrero, mientras que los jugadores de posición empiezan el 26. Ramírez viene de la peor temporada de su carrera, en la cual bateó .243 con 10 jonrones y 43 remolcadas. Sólo jugó en 92 partidos.

Los Marlins se han dado cuenta de que, aun cuando no está produciendo, la presencia de Ramírez es un factor. Ese fue justo el caso el año pasado.

Durante la mayor parte de la temporada del 2011, a los Marlins se les hizo difícil anotar carreras y terminaron en el 23er lugar entre los equipos de Grandes Ligas en esa categoría con 625.

Ramírez se lastimó el hombre el 2 de agosto en Nueva York. Ante su ausencia durante los últimos dos veces, la ofensiva tuvo más problemas que nunca. Sin Ramírez, los Peces anotaron sólo 179 carreras en sus últimos 52 juegos, la cifra más baja de cualquier equipo en ese periodo.

Sin duda, la producción del equipo declinó durante la ausencia de Ramírez. El día que éste se lesionó, los Marlins tenían marca de 55-55, pero terminaron la campaña 72-90.

Aun antes de lesionarse, Ramírez estaba pasando por malas rachas en medio de un lineup joven. También fue una campaña difícil para el equipo, que cambio de manager cuando Jack McKeon reemplazó al boricua Edwin Rodríguez.

Guillén no piensa en qué es lo que falló en el 2011; sólo le interesa cómo responda Ramírez en el 2012.

"Obviamente, no estaba sano (el año pasado)", dijo el capataz. "Eso es lo único. En segundo lugar, está rodeado de jovencitos. Pudieron haber pasado muchas cosas. Nunca le pregunté a Rodríguez o a Jack que pasó y no me importa. No me importa que haya hecho en quién sabe cuántos años. Sólo me importe el próximo año mientras sea el manager aquí. Eso es lo que me importa y lo apoyo".

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