Blogia
BEISBOL 007

El campo de los sueños de Melvin Mora‏

 


 

El campo de los sueños de Melvin Mora

Posted: 30 Dec 2011 10:19 AM PST

La nota de Facebook encendió una luz de alerta en el subconsciente. "Melvin Mora convoca rueda de prensa a las 5pm en el estadio José Bernardo Pérez". De inmediato vinieron imágenes del sexto juego de la final 1993-94. La anécdota con John Carrillo al momento de firmar al profesional ("Déme lo que usted quiera. Voy a llegar más lejos que ellos".). El tripleplay con los Orioles de Baltimore cuando dejó caer un elevado en el left field corto. EL bate de plata en 2004. Todas avanzaban, y el sexto juego seguía centelleando.
Quince minutos después, en el mismo sitio informaban que Mora anunciaba su retiro del beisbol profesional venezolano antes del último juego de los Navegantes del Magallanes en la temporada 2011-2012.
Aquel 30 de enero de 1994 decidí regresar de Cumaná a medianoche. Así tendría oportunidad de apreciar por televisión el sexto juego de la primera final Caracas-Magallanes.
Seguí imaginando que sin Mora ni José Altuve, Magallanes debía reforzarse con pitcheo abridor y relevista para el round robin.
A medida que se acercaban las 5:30 pm, sentía una especie de hormigueo entre la espalda y el pecho. Caracas ganaba la serie 3 juegos a 2 y aquel enfrentamiento podía significar el título para los Leones.
Me senté frente al televisor cuando informaban las alineaciones. Los caraquistas frotaban sus manos. "Urbano Lugo nos va a dar ese título". Me quedé mirando a Carlos mientras decía que Juan Carlos Pulido siempre lanzaba bien contra el Caracas.
En la antesala del juego, Dámaso Blanco exprimió todas las emociones de Endy Chávez en tributo a los consejos y alegrías que le había proporcionado Melvin Mora. Con voz entrecortada y un manantial en los ojos, Mora elogió a Endy y reconoció las observaciones de Dámaso al principio de su carrera.
Dudaba que Pulido mantuviera a raya a los Leones, aún cuando al cierre del tercer episodio el juego seguía 0-0 a favor de una inmensa tensión emocional. Carlos me hizo saltar con un manotazo en la espalda. "Ya vas a ver que ganaremos". 
Cuando el forcejeo llegó al sexto inning con la pizarra cuajada de arepas, reconocía la gran labor de Pulido, sin embargo Lugo se mantenía tan imbateable que resultaba difícil visualizar como le anotarían una carrera. Omar Vizquel vino a consumir turno con hombre en tercera y 2 outs, soltó una línea entre center y right field, de esas con etiqueta para llegar hasta la base de la pared. Allí me dije, "Hasta aquí llegó Pulido." En televisión Delio Amado León comentaba la peligrosidad del batazo. En radio Carlos Tovar Bracho empezó una escalada sónica tras las huellas del impacto. Mientras la pelota se aproximaba a la grama empezó a dibujarse una sombra a un costado de la pantalla, las voces de Delio Amado y Carlos Tovar se entrecruzaron al tiempo que las tonalidades marrones de un guante aparecian en el plano inmediato posterior, la silueta del jardinero flotando sobre la grama reventó las gargantas de la narración. León prodigaba el coraje y la determinación del jardinero central. Tovar Bracho atragantó sus adjetivos entre la emoción de dibujar como la pelota aterrizaba en el pundonor para jugar beisbol de aquel muchacho llamado Melvin Mora. La jugada me hizo creer que había una sustancia en aquel equipo, lo que llevan en el alma los ganadores. Aún así el juego llegó 0-0 al cierre del noveno.
Lo único que se escuchaba era los latidos cardíacos de quienes veían el juego. Carlos García largó doblete a la izquierda y las emociones fluyeron con más intensidad. El Almirante llegó a la antesala con elevado de sacrificio de Oscar Azocar. Luego de los boletos intencionales de Luis Raven y Chris Hatcher, sirvieron la escena para un elevado de Álvaro Espinoza relativamente corto a la izquierda. Carlos García se desprendió con toda su determinación hacia el plato y entró de cabeza con el mensaje de la gloria. La celebración magallanera galvanizó sobre el plato del José Bernardo Pérez, el primero que salió a abrazar al Almirante sobre el "home" fue Melvin Mora.
Antes de empezar el juego Mora se dirigió a la concurrencia y habló de la entrega como pelotero y técnico de Carlos García. "El fue quién me enseñó lo que significa el compromiso, el respeto y el pundonor de ponerse la franela magallanera".
En el noveno inning del juego que significó la clasificación del Magallanes, García sacó a Mora de emergente. Me pareció una escena de "El Campo de los Sueños", sobre todo al momento del swing y la trayectoria que tomó la pelota. Luego al momento de la defensiva siguió en el ambiente la recordada película cuando Endy lo llamó para que cubriera el center field, su posición original con el Magallanes.

Alfonso L. Tusa C.


0 comentarios