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BEISBOL 007

EL DÍA TRISTE DE 197 2: LA MUERTE DE ROBERTO CLEMENTE‏

Por Andrés Pascual

El 30 de septiembre de 1972 fue un día cualquiera en Cuba; un día de ver pasar las horas, una tras otra, sin trascendencia, sin sobresaltos, como no fuera, casi seguro, la amenaza del monstruo americano que, porque lo invocaran tantas veces los castristas, nunca llegó disfrazada de “Marines”; un día más de muerte histórica de una población condenada, quién sabe la razón ni por quién, al purgatorio eterno de una culpa infinita…

Yo no recuerdo que hacía en Cuba un día como aquel hace 39 años; pero sí mantengo en el recuerdo las palabras de Guillermo Portuondo Calá para la sección deportiva del noticiero de más rating en Cuba en esa época, el de la Voz de los Estados Unidos de América, cuando informó: “Hoy se convirtió Roberto Clemente en el bateador # 11 que conecta 3000 hits…”

Después, lo recuerdo perfectamente, salí hacia los portales de una peletería nombrada El Radar, allí me esperaba un grupo de amigos quienes, como yo, no nos resignamos a abandonar, por miedo a la represión resultante, la información sobre el béisbol de grandes ligas ni sobre cualquier cosa que entendiéramos como nuestro derecho más absoluto conocer; allí estaban un grupo de anticastristas desde el primer día: Cayetano Páez, Lauro Torres, Otilio González y Orlando Valdés, el fanático mas grande que haya conocido de los Yanquis de Nueva York y, como fanático, tampoco conocí a alguien que supiera mas sobre los Mulos que él; lamentablemente fallecidos los tres primeros, ya conocían los cuatro la noticia; entonces el momento era de comentarios sobre Clemente; sobre los jugadores cubanos en Grandes Ligas y sobre lo que, desde hacía 11 años, era una caricatura ridícula de la otrora poderosa pelota nacional: el béisbol castrocomunista de las series nacionales.

Yo no había visto jugar a Clemente nunca; pero mis amigos sí, entonces aparecieron detalles, anécdotas de juegos vistos por televisión: “No te acuerdas del tiro a home contra…en el Juego de Estrellas de 1959; o corriendo en tal inning; o la bola que fildeó hacia la izquierda; o de la línea que le metió entre dos a… nadie la vio salir ni desde el dugout”. Así homenajeamos a Clemente en Cuba, de la única forma posible.

Yo soy fanático histórico de Clemente, de Peruchín, de Víctor…del béisbol boricua del ayer; los respeto por la clase de jugadores que fueron y porque la Liga Invernal de Puerto Rico les ofreció trabajo en el invierno a mis compatriotas desterrados en medio de la tragedia cubana que ya conocemos. Y fueron muchos los cubanos que jugaron allí entre 1961 y 198…

Incluso cuando llegué a Estados Unidos, ya el fenomenal outfielder de Carolina hacia 17 años que había muerto; sin embargo, me aseguré de ver cada pie de película que existe, si cabe la exageración, sobre el pelotero para, aunque fuera así, disfrutar de ese juego tremendo e incomparable en el outfield; del corrido de bases mas alegre que haya visto y del bateo tan autoritario como desorganizado del más grande pelotero hispano de todos los tiempos en grandes ligas.

Roberto Clemente es un ídolo de los cubanos que piensan libremente también; para tenerlo en un pedestal, al lado de nuestros grandes jugadores, es preciso pensar y actuar diferente a la ideología castrocomunista…Si no lo cree, pregúntele a cualquier cubano de la época castrista, recién llegado, si lo conoce…Pero, primero, para que no pase el mal rato de descubrir que Roberto Clemente es un perfecto desconocido en Cuba, pregúntele por José Cardenal, por Zoilo Versalles, por Joaquín Azcue, por Marcelino López…solo para que no se sienta tan mal y si, por cosas del destino, le atrae algo de ese criminal sistema de explotación y muerte.

A fin de cuentas, el castrocomunismo, fatal desgobierno, nunca homenajeó a ninguno de los hijos de la patria de Martí que han sido elegidos a Cooperstown, lo que también debería ser un buen medidor del anti-cubanismo que, por hechos semejantes, no es encubierto.

Entonces, cuando el propio Portuondo Calá informó el 31 de diciembre de 1972 que Roberto había perdido la vida en un accidente de aviación en su tierra natal, desde hace 39 años que esa fecha es luctuosa, como las que señalan la pérdida de cualquier atleta ilustre de la patria de Orestes Miñoso y siempre será así, mientras quede vivo un cubano libre.

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Fue sensacional,un idolo de los Cubanos de ayer

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