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BEISBOL 007

Beisbol: Los jugadores negros, los nipones y los records‏

Josh Gibson fue un catcher aceptable de bateo despiadado de largo metraje. Jugo en Cuba y se comenta que conectó un batazo en el antiguo estadio La Baulander que alcanzó la distancia de 605 pies. Charles Monfort, historiador cubano de veracidad indiscutible, lo midió junto a su padre.

El problema que hay con los 800 jonrones que dicen que conectó Gibson para homologarlo es que, primero, no los bateó en Grandes Ligas, ¿Qué quiere decir eso? Que el catcher del Homestead Grays jugó una pelota en la que todo es calculado, la mayoría de las veces no hay números escritos. Otro detalle, las Ligas Negras tenían calendarios muy cortos; entonces, ¿Cómo podría dar 800 jonrones un bateador en eventos que no promediaban 100 juegos por calendario en 17 años de labor? Segundo, los cálculos para los 800 jonrones de Gibson incluyen todo tipo de liga en que jugó: cubana, portorriqueña, venezolana, mejicana, dominicana…hasta quimbumbia en Infanta y Carlos III. En el caso de las Ligas Negras, todo está exagerado, las opiniones son tan fantasiosas que lindan con el ridículo, como la de Monty Irving sobre Josh, cuando expresó: “tenía el poder de Ruth y la vista de Williams…” Vamos, que eso lo dijo un pelotero al que, en 1939, su manager en el circuito sepia le sugirió “ve a ver a Dimaggio a Yanqui Estadio para que aprendas a coordinar tu swing”; de una parte, de la otra, ¿Por qué el integrante de Cooperstown no utilizó como patrones comparativos de superbateador en cuanto a vista, tacto y poder a Oscar Charleston, a Sam Lloyd o a Cool Papa Bell? ¿Por qué no a Aaron? Ni Monty Irving ni nadie tiene credibilidad para juicios de ese tipo…

Este es el único país en el cual la crítica a sus propios valores está siempre al descubierto, a disposición del fuego enemigo incluso…si a ningún periodista americano, liberal o no, se le ha ocurrido iniciar una campaña contra los nñumeros de las Grandes Ligas a favor de los jugadores negros o de otra latitud, es una ridiculez mayúscula utilizar; o exigir que los suplanten otros que en realidad nadie sabe si existieron.

El japonés Sadaharu Oh, dueño de un record extraordinario fuera de las Grandes Ligas con 868 jonrones, poseyó una vez el record por temporada de 55 en 1964 en el béisbol de su país…Oh impulsó 1967 carreras, ganó dos Triples Coronas en 1973 y 1974 y promedió .301 general.

Orestes Destrade, total descarte cubanoamericano del béisbol de Grandes Ligas, dominó los jonrones a principios de los 90’s en Japón; un venezolano que ni se sentó en un dugout de las Mayores casi, Alex Cabrera, fue la sensación con 57 batazos de vuelta completa y más de 130 impulsadas hace unos 6 años…

Japón siempre ha sido el refugio del jugador de Grandes Ligas que, o se liquidó, o que nunca fue nadie en esta pelota.

El swing de Sadaharu Oh se lo preparó un entrenador de bateo que tuvo en 1962, Hiroshi Arakawa, mientras jugaba para los Gigantes de Tokio. Arakawa visitó Cuba en 1955 con aquellos Gigantes y le llamaron el Stan Musial nipón, porque se atornillaba en el plato imitando al gran artillero de los Cardenales. Los de Tokio jugaron en Cuba contra reclutas de los Cubans Sugar Kings con saldo negativo en el terreno en 5 partidos;

El swing japonés, incluyendo a Oh, de levantar, en su caso como zurdo el pie derecho, fue la influencia de los All Stars de Ruth y Gehrig de los 20’s y los 30’s, a quienes acompañaba el gran bateador de los Gigantes de Nueva York

Mel Ott, que, porque levantaba su pie derecho y conectaba grandes batazos, los japoneses entendieron que producía así por ese estilo de bateo; entonces lo impusieron entre sus bateadores, de pequeño fisico corporal.
Ni Josh Gibson ni Sadaharu Oh pueden ver sus marcas personales como dignas de exhibición en vitrinas de mas brillo que las de Ruth, Williams o Aaron, porque las Grandes Ligas, en cuanto a clase, no tienen ni la mínima posibilidad de aceptar comparación y menos en la era del gran béisbol americano sin expansión, sin la agencia libre manipulada por el sindicato de peloteros, sin la pelota superviva, sin esteroides y sin Bud Selig y compañia.

Andrès Pascual /http://www.cubaout.net/2009/12/beisbol-los-jugadores-negros-los.html

 

 

 

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