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BEISBOL 007

“NI GIBSON NI DRYSDALE NI KOUFAX NI… BRILLABAN HOY”, Rick Weiner

Por Andrés Pascual

Hay cronistas que, o quieren dar “un palo columnístico”, o buscan reírse del fanático a través del sello de “controversiales”, o no tienen otra forma de defender lo indefendible que cuestionando la clase portentosa de los inmortales del ayer.

Eso cree que hizo Rick Weiner. Lo malo de esta gente es que son tan mediocres que no cesan de buscar al de atrás para echarle la culpa de su incapacidad, tanto, que conduce a la falta absoluta de brillantez en su gestión.

Y controversial no es aplicable a casos como ese, sino agresión inaceptable por lo poco ético ante el asunto en cuestión.

Para Weiner, columnista de Bleacher Report, portal para el que una vez escribí y abandoné por exceso de trabajo y porque escogí a Seamheads, de mi amigo Mike Smith como mejor en todo, comenzando por la clase profesional y ética de los más de 20 cronistas e historiadores, la mayoría del SABR, que comentan o describen en el sitio, hay 25 inmortales de Cooperstown que, prácticamente, no podrían imponerse en las Grandes Ligas de hoy.

Voy a darles algunos de los nombres que consideró este plumífero americano como peloteros sin posibilidades de brillar como hicieron durante su época: Gaylord Perry, George Kell, Joe Tinker, Johnny Evers, Rube Wadell… manejados por todo el mundo como dignos del recinto, porque sus actuaciones lo ameritaron.

Sin embargo, voy a ofrecerles cinco más para que “se chupen los dedos”: Luis Aparicio, Don Drysdale, Bob Gibson, Robin Roberts y…… SANDY KOUFAX, ¡Shit! How it has been possible?

Dijo que Kell hubiera sido un jugador como Plácido Polanco, pero olvidó que el ex antesalista de Detroit de ayer era mucho mejor bateador, que ganó un campeonato de bateadores y que conectó sobre .300 en 10 temporadas de 15.

Entonces se aparece con la inaceptable “para jugar en la tercera base hay que batear con poder”, bueno…

Aparicio, según el tipo, hubiera sido un suplente para innings finales, lo coloca por debajo de Smith y de Vizquel en cuanto a juego diario y regular, yo creo que Luis hubiera jugado tanto como los dos portentos del tiempo actual, su estilo de juego ofensivo era tan importante como el de muchos artilleros capaces de poner la píldora lejos por su inteligencia y por su velocidad en el corrido de las bases. Sin él Alfonso López no hubiera podido dirigir a los Medias Blancas en la Serie Mundial de 1959 ni Hank Bauer al Baltimore en la de 1966.

“La saliva de Gaylord Perry le hubiera impedido ganar los que ganó”, pero existe una foto muy sospechosa de Mariano Rivera escupiendo la pelota, que adjunto.

Porque hoy los lanzamientos adentro son muy penados, pues el señorón considera que ni Drysdale ni Gibson ni Koufax hubieran podido lanzar aquí.

Estos comentarios no son contradictorios, porque no tienen un mínimo de credibilidad: proponer que, para casi todo el mundo el mejor zurdo de todos los tiempos, no hubiera podido ganar hoy es una colosal estupidez y una mayúscula falta de respeto hacia la historia del beisbol.

Ese tipo de aseveraciones ofensivas, liberales, deben efectuarse en una rueda de prensa con jugadores que batearon contra esos monstruos como invitados, por ejemplo, con Tony Oliva, para que le diga lo que me explicó cuando le dije que la recta con la que lo ponchó Sandy en el último juego de la Serie Mundial de 1965 estaba considerada una de las 5 más difíciles jamás lanzados. La justificación del pinareño fue “la recta de Koufax explotaba arriba de ti y rompía hacia arriba, un verdadero lío batearle…”. Y Aaron le daba hasta nalgadas a lo que le tirara el ex astro de los Dodgers, como Tony Gwynn a Greg Madduxx.

Hay que estar alerta, va y mañana se aparece con que Hank no hubiera podido dar un fly a tercera.

Los pitchers a los que intentó pisotear Weiner no solo eran mejores que los de hoy a la hora de dominar, sino que nunca lanzaron un wild con bases llenas ni golpeaban a un bateador también con los ángulos congestionados ni se lesionaban el día de la cena navideña con extensión a “perdió la temporada” porque vomitó por exceso de grasa en la comida.

Por lo anterior, lo mejor de aquellos con respecto a los tiempos modernos era que, por ejemplo Sandy, se sometía a verdaderas sesiones de tortura en su brazo zurdo artrítico para poder salir a cumplir su compromiso con el público, igual que Gibson, al que había que extraerle “medio cubo” de líquido senobial de las rodillas, además de darle la espalda al público varias veces en el juego, sacar su pañuelo y caerse a “fuetazos” con el inhalador que escondía para calmarse el ataque de asma.

Si Weiner cree que dio “un palo” periodístico con la basura que escribió, que observe el video: fue un manso elevado al cátcher.

 

 

 

Mariano, esa bola fue un “spitball”

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