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BEISBOL 007

¿QUIÉN ESTÁ DETRÁS DE ESTE CRIMEN EN EL SISTEMA DE “SCOUTING ”?

Por Andrés Pascual

Hace varios días, un cubano bien relacionado con el entorno dominicano del beisbol me informó que le estaban preparando “un paquete” al pelotero Yoeni Céspedes; según el individuo, se produciría “una demanda salvaje” sobre el criollo por incumplimiento de lo que nadie sabe cómo llamarlo, pero que pasa como garantías, incluso reglas u obligaciones deshonestas, de aprovechados de la tragedia nacional cubana para enriquecerse con lo que suceda, lo mismo da un % del dinero del contrato oficial “a la buena”, que de una cantidad mayor si ocurren cosas, considerable entonces “a la mala” en demandas y cosas de esas.

Ahora lo desempolvó el editor deportivo del Nuevo Herald, Jorge Ebro, en un comentario al efecto.

Hay un detalle que no se puede pasar por alto en la forma como enfoca el problema el cronista, tiene que ver con la orfandad absoluta de los atletas cubanos de boxeo y beisbol que huyen de Cuba buscando establecerse en otro medio con el deporte como garantía de vida.

Cada vez que un boxeador o un pelotero enfrente un problema de este tipo, el mensaje que se le envía al que quede en la Isla con intenciones de imitarlo es absolutamente hostil con respecto a las relaciones entre un cubano esclavo que busca liberarse a como dé lugar y un supuesto y cacareado hermano que, por oportunista de la circunstancia, por malhechor y por otras palabras que no debo escribir, contribuye a hacerle un infierno lo que debió ser un sueño promisorio.

La pesadilla es tal que pudiera enfocarse por los afectados como “parte de la injusticia capitalista”, principio tan rechazado en Cuba como manejado dudosamente después, cada vez que uno de estos bandoleros intenta lucrar con la situación creada por la tiranía cubana, en el fondo, única culpable de los problemas del cubano desde 1959.

A través de 15 años he escrito sobre esta orfandad en 25 ó 30 artículos, referidos a los jugadores cubanos de antes y lo solos y abandonados que se encuentran, digamos que a la hora de ser representados en instancias como el Salón de la Fama de la Series del Caribe, incluso he discutido con esa negación del cargo que ejecuta como Presidente del Organismo Regional, Juan F Puello.

Sin la institución única detrás como amparo, es decir, el país que lo respalde como nacional con todos sus valores oficiales, desde el ciudadano al jurídico, no es posible que pueda sobrevivir a la profanación y al ataque de una región que no diré “lo odia”, aunque quisiera, el representante de Cuba.

A eso me he dedicado durante mucho tiempo y por eso no he logrado sino tibio apoyo en algún blog o personalidad, en otros, ningún blog ni periódico del exilio lo ha hecho y ni por enterados se dan, porque, esta gente lucra con el concepto político muy a su manera y “deporte, arte…” no es política anticastrista, no “es interesante”, a no ser que lo enfoque “un cabezón” y, entonces…

Sucedió con Rigondeaux antes, sin embargo, en el caso del campeón mundial, se ha puesto en evidencia una mala formación que, como rastro pestilente, atrae a estas hienas que convierten en carroña el solicitado material cubano para el deporte.

Rigo fue incapaz de comportarse a la altura de quien necesita más a su pueblo exiliado que a un vulgar traficante de intereses humanos vestido de promotor, cuando accedió a abandonar a Jorge Rubio, el trainer que lo hizo ganar en un momento de rechazo fanático, para ponerse a la disposición de otro que no solo tiene un récord perdedor, sino que ni filosófica ni técnicamente le podría aportar algo valioso a su carrera, a partir de la importante pelea que celebrará en breve contra el asiático Nonito Donaire. Rigondeaux actuó como el ladrón que se escabulle a la sombra del acto delictivo: “se fue sin dar razones, sin despedirse siquiera”.

Pese a todo, de alguna forma se debe apoyar a estos cubanos para que no abusen con ellos, a pesar de la ojeriza que despiertan por ciertas actitudes como la que mencioné antes, a fin de cuentas, si se apoya y mantiene como titular diario cualquier noticia sobre un “disidente u opositor” que nadie sabe quién es, que muchas otras resulta del DSE, con otros tantos que todo el mundo sabe que apoyan a la tiranñia de una y mil formas, hay que atraer al seno del exilio a estos atletas ayudándolos, protegiéndolos… con el único interés de hacerle bien no solo a un cubano, sino a la oposición a Castro, porque, para todos los que consideran que deporte no es noticia, lo mismo Céspedes que Rigondeaux son más conocidos, queridos y venerados que todos los disidentes de Cuba juntos por el pueblo de a pie, más seguidos y más llorados si pierden una pelea o tienen una mala campaña en la pelota.

¿Qué están esperando aquí los supuestos líderes del exilio? ¿Qué intervenga la tiranía disfrazada de buena gente y se gane por la vía de la protección a los atletas al 90 % de la población cubana, que es la que sigue la actividad, resolviendo un problema que, a estas alturas, nadie sabe si la crean ellos mismos para frustrar a los que quedan allá con intención de irse y de molestar a los que están aquí con la lapidaria “se los dije”?

Es necesario que acaben de abrir los ojos ante este fenómeno, que ya cansa lo otro, lo que todo el mundo sabe y, “a pesar de ser política”, parece que a nadie le interesa en Cuba.

Por Andrés Pascual

Hace varios días, un cubano bien relacionado con el entorno dominicano del beisbol me informó que le estaban preparando “un paquete” al pelotero Yoeni Céspedes; según el individuo, se produciría “una demanda salvaje” sobre el criollo por incumplimiento de lo que nadie sabe cómo llamarlo, pero que pasa como garantías, incluso reglas u obligaciones deshonestas, de aprovechados de la tragedia nacional cubana para enriquecerse con lo que suceda, lo mismo da un % del dinero del contrato oficial “a la buena”, que de una cantidad mayor si ocurren cosas, considerable entonces “a la mala” en demandas y cosas de esas.

Ahora lo desempolvó el editor deportivo del Nuevo Herald, Jorge Ebro, en un comentario al efecto.

Hay un detalle que no se puede pasar por alto en la forma como enfoca el problema el cronista, tiene que ver con la orfandad absoluta de los atletas cubanos de boxeo y beisbol que huyen de Cuba buscando establecerse en otro medio con el deporte como garantía de vida.

Cada vez que un boxeador o un pelotero enfrente un problema de este tipo, el mensaje que se le envía al que quede en la Isla con intenciones de imitarlo es absolutamente hostil con respecto a las relaciones entre un cubano esclavo que busca liberarse a como dé lugar y un supuesto y cacareado hermano que, por oportunista de la circunstancia, por malhechor y por otras palabras que no debo escribir, contribuye a hacerle un infierno lo que debió ser un sueño promisorio.

La pesadilla es tal que pudiera enfocarse por los afectados como “parte de la injusticia capitalista”, principio tan rechazado en Cuba como manejado dudosamente después, cada vez que uno de estos bandoleros intenta lucrar con la situación creada por la tiranía cubana, en el fondo, única culpable de los problemas del cubano desde 1959.

A través de 15 años he escrito sobre esta orfandad en 25 ó 30 artículos, referidos a los jugadores cubanos de antes y lo solos y abandonados que se encuentran, digamos que a la hora de ser representados en instancias como el Salón de la Fama de la Series del Caribe, incluso he discutido con esa negación del cargo que ejecuta como Presidente del Organismo Regional, Juan F Puello.

Sin la institución única detrás como amparo, es decir, el país que lo respalde como nacional con todos sus valores oficiales, desde el ciudadano al jurídico, no es posible que pueda sobrevivir a la profanación y al ataque de una región que no diré “lo odia”, aunque quisiera, el representante de Cuba.

A eso me he dedicado durante mucho tiempo y por eso no he logrado sino tibio apoyo en algún blog o personalidad, en otros, ningún blog ni periódico del exilio lo ha hecho y ni por enterados se dan, porque, esta gente lucra con el concepto político muy a su manera y “deporte, arte…” no es política anticastrista, no “es interesante”, a no ser que lo enfoque “un cabezón” y, entonces…

Sucedió con Rigondeaux antes, sin embargo, en el caso del campeón mundial, se ha puesto en evidencia una mala formación que, como rastro pestilente, atrae a estas hienas que convierten en carroña el solicitado material cubano para el deporte.

Rigo fue incapaz de comportarse a la altura de quien necesita más a su pueblo exiliado que a un vulgar traficante de intereses humanos vestido de promotor, cuando accedió a abandonar a Jorge Rubio, el trainer que lo hizo ganar en un momento de rechazo fanático, para ponerse a la disposición de otro que no solo tiene un récord perdedor, sino que ni filosófica ni técnicamente le podría aportar algo valioso a su carrera, a partir de la importante pelea que celebrará en breve contra el asiático Nonito Donaire. Rigondeaux actuó como el ladrón que se escabulle a la sombra del acto delictivo: “se fue sin dar razones, sin despedirse siquiera”.

Pese a todo, de alguna forma se debe apoyar a estos cubanos para que no abusen con ellos, a pesar de la ojeriza que despiertan por ciertas actitudes como la que mencioné antes, a fin de cuentas, si se apoya y mantiene como titular diario cualquier noticia sobre un “disidente u opositor” que nadie sabe quién es, que muchas otras resulta del DSE, con otros tantos que todo el mundo sabe que apoyan a la tiranñia de una y mil formas, hay que atraer al seno del exilio a estos atletas ayudándolos, protegiéndolos… con el único interés de hacerle bien no solo a un cubano, sino a la oposición a Castro, porque, para todos los que consideran que deporte no es noticia, lo mismo Céspedes que Rigondeaux son más conocidos, queridos y venerados que todos los disidentes de Cuba juntos por el pueblo de a pie, más seguidos y más llorados si pierden una pelea o tienen una mala campaña en la pelota.

¿Qué están esperando aquí los supuestos líderes del exilio? ¿Qué intervenga la tiranía disfrazada de buena gente y se gane por la vía de la protección a los atletas al 90 % de la población cubana, que es la que sigue la actividad, resolviendo un problema que, a estas alturas, nadie sabe si la crean ellos mismos para frustrar a los que quedan allá con intención de irse y de molestar a los que están aquí con la lapidaria “se los dije”?

Es necesario que acaben de abrir los ojos ante este fenómeno, que ya cansa lo otro, lo que todo el mundo sabe y, “a pesar de ser política”, parece que a nadie le interesa en Cuba.

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