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BEISBOL 007

CON LAS GLORIAS SE OLVIDAN LAS MEMORIAS

lacy de traje

 

Por Andrés Pascual

¿Qué ingredientes fueron necesarios para que Branch Rickey y los Dodgers proyectaran a Jackie Robinson contra la Barrera Racial? En primer lugar, el partido politico de los implicados: tanto el ex segunda base como el Gran Innovador y los dueños de los Esquivadores eran republicanos, de lo contrario no se hubiera producido, porque, desde que Lincoln firmó la Emancipación, ha sido este partido el progresista social y políticamente para el país, como ha sido el demócrata el reaccionario y racista, que creó el Klan y fundamentó el Fantasma Jim Crow.

 

Pero hubo otro factor que nadie puede soslayar a la hora de analizar por qué se pudo derribar la prohibición y tiene que ver con el Juez Landis, el primer Comisionado del Beisbol, cuyo segundo nombre, Mountains, se lo puso el padre, que perdió una pierna en la batalla homónima durante la Guerra Civil combatiendo por el Sur.

Kennesaw Mountains Landis fue tan serio, tan justo y tan duro contra la delincuencia como racista durante toda su vida, murió a finales de 1944 y algunos historiadores y cronistas que lo conocieron, incluso ex jugadores, coinciden en que con Landis al timón del Beisbol Organizado no se hubiera producido la integración, por lo menos no en 1945, que fue cuando firmaron a Robinson para el Montreal de la Internacional.

La mayor influencia en la selección de Jackie como experimento contra el muro fue de dos cronistas afroamericanos, Wendell Smith y Sam Lacy (foto a la izquierda en traje civil), que le señalaron a Rickey al ex All Around de UCLA como el arma perfecto, porque reunía las condiciones politico-sociales exigidas, tan importantes en aquel momento como las deportivas, ya que no se trataba solo de batear, fildear, correr, y pensar en el terreno, sino de exponerse y sobreponerse al comportamiento de rechazo inmediato, tanto de la población blanca como de la negra, que señalaría a Robinson y así fue, como el TIO TOM del beisbol.

Sam Lacy y Wendell Smith pertenecen a Cooperstown como ganadores del trofeo J.G.TAYLOR SPINKS. Smith entró al recinto en 1994 y Lacy en 1998. Sam fue el primer cronista negro admitido en la Asociación de Cronistas del Beisbol Americano en 1948, hijo de negro con nativa Shinnecock y Smith el Segundo.

La historia de Lacy, que vivió 99 años (1903-2003) incluye el seguimiento del atleta de campo y pista Jesse Owens, otro republicano, durante los Juegos Olímpicos de 1936 y la cobertura de las peleas de todos los boxeadores sepias de su era, desde Tiger Flowers a Joe Louis o Ray Robinson…en igual medida que las carreras de Cool Papa, Josh Gibson, Hilton Smith o Judy Johnson.

En 1936 Sam Lacy se acercó a Griffith, dueño de los Senadores, para lograr el apoyo que condujera al derribo del Muro, pero el propietario se negó con una de las preocupaciones que tenían estos hombres realmente: “por lo menos 400 negros perderían su empleo…” lo que era verdad, además de que se verían obligados prescindir de la renta de los clubes de Ligas Negras cuando estos circuitos desaparecieran por debilidad económica provocada por la estampida, que usaban sus estadios cuando estaban de gira los de Las MAYORES, en Washington, el Homestead Grays.

Al siguiente día, Lacy escribió su inconformidad con la respuesta de Griffith en un comentario antológico: “LINCOLN DEJÓ FUERA A 400,000 CUANDO FIRMÓ EL ACTA DE EMANCIPACIÓN”.

Sam falleció de un fallo renal en el 2003, logró verse en Cooperstown. Wendell de cáncer de pancreas en 1972, justo un mes después que Jackie Robinson, al que acompañó en el velorio y en el entierro.

Cuando el Pittsburgh salió al terreno con 9 jugadores negros a principios de los 70’s, Clemente, Jackie Hernández y Sanguillen entre ellos, se justificaba una de las causas del éxito de la Integración, hoy hasta las alineaciones del juego cuelgan, debidamente enmarcadas, en muchas paredes, pero, como que el tiempo obliga a que las personalidades débiles “olviden cosas”, a las oportunistas y a las interesadas en provecho de quién sabe qué a veces, nadie recuerda que el 17 de Julio de 1954 los Dodgers salieron al terreno con una alineación de mayoría negra, no para efectismos febriles revanchistas, sino por la clase de aquellos jugadores que hicieron historia, mucho más importante que la de los 9 de los Piratas: con Amorós en el izquierdo, Robinson en 3ra, Gilliam en 2da, Campanella en la receptoría y Newcombe en el montículo, se hizo la historia de cuánto influirían aquellos dos periodistas negros que nunca perdieron la FE.

 

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