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BEISBOL 007

COCINA

Torta ó Tarta Tres leches / COCINA

 

 

 

Ingredientes:
El bizcocho:
200 grs. ó 10 1/2 oz de Azúcar
200 grs. ó 10 1/2 oz de Harina
1 cdta. de Vainilla
1 cdta. de polvos de hornear
6 huevos

El merengue ó suspiro :
3 claras de huevo
Azúcar según el gusto .


La crema:
1 lata de 397gr ó 14oz leche condensada.
1 pote de 397gr ó 14oz leche evaporada
1 pote de 397gr ó 14oz crema de leche espesa.


Preparación:

Para el bizcocho:
Precalentar el horno a 200ºC ó 390ºF. Bata los huevos con un batidor manual o eléctrico y agregue el azúcar poco a poco, tendrá que batir hasta que la mezcla sea de dos a tres veces su volumen, una vez logrado esto agregue  la harina y con movimientos envolventes mezcle los ingredientes, por último agregue un toque de vainilla y polvos de hornear. En un molde para hornear vierta un poco de manteca o mantequilla y proceda a engrasarlo y luego en harinarlo, lleve al horno por aproximadamente de 25 a 30 minutos, Para saber que el bizcocho este en su punto , con un cuchillo pequeño , pinche el bizcocho, repita esta operación en el paso del tiempo, hasta que note que el cuchillo no este húmedo de la mezcla, en ese momento estara listo para retirarlo. Retírelo y déjelo reposar.
Para elaborar la crema de tres leches:

Batir el contenido de los ingredientes de las latas en la licuadora: La leche condensada, la leche evaporada y la crema de leche. Con esta mezcla se bañara todo el bizcocho en el molde donde haya decidido plantar el bizcocho.
Para elaborar el merengue ó suspiro:
Batir las claras a punto de nieve y  poco a poco ir agregando el azúcar hasta que el merengue ó suspiro quede firme y dulce según el gusto. A continuación cubra la completamente la torta y lleve al refrigerador. Luego de tres horas aproximadamente , puede adornar con canela molida , ó hilos de azúcar, o azucar dorada, ó azúcar caramelo. A la vez si lo desea puede añadir a la cubierta algunas frutas a su gusto como albaricoque, fresas o frutilla.

Receta del día: pasta con pollo a la mantequilla y ajo

(Caracas, 02 de febrero. Noticias24).- Queremos animarte que cada día descubras lo maravilloso que es cocinar, es por ello, que este martes queremos que te atrevas a realizar una rica pasta con pollo a la mantequilla y ajo y dejes a todos con la boca abierta.

 

 


Ingredientes

- 1/2 kg de pechuga de pollo en cuadritos.

- 4 cucharadas de mantequilla.

- Aceite de oliva.

- 1/4 kg de pasta Rotini.

- Sal.

- Pimienta.

- 1/4 kg de pimenton rojo.

- 1/4 kg de pimenton amarillo.

- Cuatro cebollines pequeños rebanados (solo la parte verde).

- Dos ó tres cucharadas de mayonesa.

- Tres dientes de ajo

Preparación

Echar cuatro cucharadas de mantequilla en un sartén hasta que se derritan y seguidamente añadir el pollo picado en cubos hasta que el pollo cambie de color.

Después añadir tres dientes de ajo finamente picados para que se cocine junto con el pollo y sazonar con sal y pimienta al gusto. Una vez que el pollo se encuentre doradito resérvalo.

Después de cocinar la pasta, agrégale un poco de sal y pimienta, luego agrega el pollo junto con el pimentón rojo, amarillo y el cebollin.

Finalmente, agrega la mayonesa, revuelve y sirve como quieras.

Listo, disfrútalo.


Alitas en miel y limón / COCINA

 

 

 

 

Ingredientes

 

- 2 libras de alas 
- 3 cdas. de ralladura de limón 
- 1 taza de miel 
- 1 cdta. de canela
- 3 cdas. de jugo de limón

Preparación

Se une la ralladura de limón, el jugo, la miel y la canela. Se marinan las alas por 2 horas, se colocan en una bandeja para hornear 10 minutos. por un lado y 10 minutos. por el otro lado en el horno a 400°. Luego de echas se introducen en la salsa y se sirven en un plato sobre hojas de lechuga con queso.

Consejos

Se sirven como estremeces.

Verano de pescado azul

El pescado azul alcanza la alta cocina. Partiendo de recetas populares, como el arroz de sardinas, se ha integrado en nuestra dieta, sin distinción de clases sociales.

Los biólogos embarcados en el buque oceanográficoRamón Margalef no nos han dado buenas noticias sobre las sardinas. Son pocas, se esconden y nadan en costas distintas a las tradicionales. Los vientos, la temperatura del agua y el exceso de capturas diezman un pescado azul que antes era recurso culinario económico. Como las moscas, lo decía el padre de la ecología Ramón Margalef, las sardinas se multiplican cuando crece el calor, la luz y los nutrientes. El verano es el tiempo de estos y otros pescados azules que potencian el sabor de un recetario amplísimo.

A la espera de que las vedas recuperen un volumen de capturas que en Galicia ha pasado de 15.000 toneladas de antaño a las 4.500 del año 2013, el pescado azul también cambia de registro, adentrándose en la alta restauración. Es un manjar exquisito que tiene su estrella en el atún rojo, al que dar un bocado suena ya como delito ecológico. Pero también marcan nivel otros parientes generadores de un recetario sinónimo del verano. Es una historia de conquista del paladar que sigue deslumbrando a partir de las espinas de anchoas saladas, fritas, que Jaume Subirós llevo a las mesas del Motel Empordà. Un guiño a la cocina de recurso tan malicioso como una sonrisa de Josep Pla.

Entre tanto, el Ministerio de Agricultura y Pesca plantea un cupo de 20 000 toneladas de sardinas para evitar la tijera de Bruselas, que ya se refleja en una cuota de 2.000 kilos por barco del Atlántico, en un borrador que establece 90 días de paro biológico. Aun así quedan sardinas para preparar en una fórmula que explosionó con la receta de la cocinera Mei Hofmann, la primera en aligerar la coca de sardinas, haciéndola volar en el paladar.

Luego llegaron muchas interpretaciones que, por desgracia, no alcanzan a la caballa, un pescado que tiene la mala costumbre de comerse las huevas que las sardinas dejan en el mar para reproducirse. Benditas sardinas, tan potentes de sabor como los bonitos que se mueven como pez en el agua en los restaurantes más renombradas, encumbrados por la cocina japonesa, que al margen del atún, hace del bonito una religión que lo lleva a todas partes, incluso a ser copo del caldo dashi.


Pechuga de pollo con mostaza empanados / COCINA

Pechuga de pollo con mostaza empanados

 

Ingredientes para Pechuga de pollo con mostaza empanados :

Cómo hacer Pechuga de pollo con mostaza empanados paso a paso:

 

  1. Pelamos y rallamos la cebolla
  2. En un plato dejamos la cebolla y en otro el pan rallado.
  3. Cada lomo de pechuga, lo pasaremos por las dos caras, primero por la cebolla, luego extendemos unas cucharadas de mostaza y al final por el pan rallado. Quedando así como una empanada.
  4. Sartén con aceite, una vez caliente, freimos cada empanada por las dos caras, añadiendo algo de sal por cada cara. Una vez frita cada una la presentaremos en un plato, y la acompañaremos de algo de ensalada por ejemplo.

Ternera con Naranja / Cocina

 

Concepción García, dueña de la carnicería Jorba-García del mercado de Sants, explica cómo preparar un redondo de ternera rustida con zumo de naranja.

INGREDIENTES

Redondo de ternera

Una cabeza de ajo

Caldo de carne

Zumo de naranja

Harina

Aceite

Sal y pimienta

 PREPARACIÓN

Rebozar en harina el redondo de ternera. En una cazuela, calentar el aceite y empezar a dorar la carne. Añadir sal y pimienta negra. Pelar una cabeza de ajos y machacarlos con un golpe seco. Ponerlos en la cazuela y esperar a que la ternera se dore. Añadir un tazón de caldo de carne y uno de zumo de naranja. Bajar el fuego y tapar la cazuela. Dejar cocer hasta que la carne quede blanda y la salsa espesita. Quitar del fuego, sacar la ternera de la salsa y dejar enfriar. Con una espátula, retirar los ajos. Cuando la carne esté fría, cortarla y volver a ponerla en la cazuela. Cubrir con la salsa de naranja. Calentar en el fuego o en el horno. Para servir, guarnir con rodajas de naranja y un toque de pimienta.

Fororo: un maíz de moreno cuerpo

Más allá de los atoles, esta harina puede enriquecer algunas recetas en las que se necesite el cereal, aportándole un sabor especial

por CARMEN ISABEL MARACARA  |
Presente en las mesas venezolana de antaño, el fororo, harina de maíz tostada, constituye un sano brebaje que frío o caliente, puede alentar constituciones débiles –según la tradición-, nutrir a los más pequeños –gracias también a la adición de leche-, o servir de plato único y sencillo para el desayuno o la cena.

Aunque las nuevas generaciones lo desconozcan y muchas personas lo den por desaparecido de los anaqueles, lo cierto es que esta versión del grano de oro, venerado por las culturas americanas, se fabrica en el país, bajo la marca de La Lucha, empresa radicada en Los Teques, la que también elabora el gofio canario.

El fororo se expende en dos versiones, con y sin azúcar. En tierras andinas venezolanas, se expende la harina de siete granos, una versión también tostada y mucho más nutritiva, ya que contiene también proteínicos granos o legumbres como arvejas, por ejemplo.

Una milagrosa pócima caliente
Según la tradición oral de los municipios Puerto Cabello y Juan José Mora, recogida en el libro Patrimonio Cultural, editado por el IPC, la preparación líquida requiere poco tiempo e ingredientes y es un alimento característico de nuestra nacionalidad.

Indica el texto,que se prepara con cinco cucharadas de harina de fororo, ocho cucharadas de leche en polvo batida en un litro de agua, cuatro cucharadas de azúcar y dos trozos de canela. Se hierven dos  tazas de agua con canela y cuatro cucharadas de leche; aparte se disuelve el fororo con cuatro cucharadas de leche en polvo en dos tazas de agua y azúcar. Para finalizar, se unen ambas mezclas y se dejan hervir hasta que espese.  Algunas personas prefieren colocar papelón en vez de azúcar, con lo que gana en sabor y un puntico de sal.

En la niñez de muchos venezolanos, bastaba también mezclar un poco de fororo con azúcar y comerse la harina como una golosina, que entintaba de tono moreno las mejillas de quien se decantaba por este manjar sencillo.

El pan de horno, que hace tiempo no se consigue fácilmente, salvo en algunos mercados tradicionales, se puede realizar con fororo – ya que la harina de maíz cariaco tostado, el ingrediente original, es mucho más difícil de conseguir- y se le agrega manteca, papelón, pimienta guayabita, clavo de olor y anís dulce. También hay quien versiona la torta Bejarana, que se elaboraba con pan de horno triturado y le añade en sustitución fororo, como propone el chef venezolano Carlos Izaguirre, especialista en comidas de tradición venezolana para servicio de catering (www.chefcarlosaguirre.blogspot.com).

Hoy día, en muchas recetas de tradición, el fororo se puede incorporar, así como también enriquecer nuevas propuestas en las que el toque del cereal tostado, otorgue un sabor distintivo.

Otras versiones en cocina creativa
En el blog bienmesabe1.blogspot.com, se ofrece un pan de maíz, al que en vez de integrarle la harina de maíz amarillo, que lleva la receta para realizar el Cornbread, tradicional en los Estados Unidos, se le coloca fororo.

Para preparar un pan cuadrado de aproximadamente 20 cm, se requiere una taza y media de harina de trigo, una taza de fororo, dos cucharaditas de polvo de hornear, un cuarto de taza de azúcar morena (o papelón rallado), un cuarto de taza de granos de maíz de lata o congelados, una taza de suero de leche, dos huevos, 115 gramos de mantequilla derretida y enfriada, una taza de suero de leche.

Precaliente el horno, engrase y enharine el molde. En un envase, coloque la harina de trigo, el fororo y el polvo de hornear. Mezcle y reserve. Licúe el azúcar con los granos de maíz y el suero; bata unos diez segundos, agregue los huevos y siga batiendo unos cinco segundos más. Coloque los ingredientes líquidos en el centro de los ingredientes secos, mezcle con una espátula y agregue la mantequilla derretida, hasta integrar todo. Coloque la mezcla en el molde e introduzca en el horno previamente calentado a 250 grados centígrados durante aproximadamente 40 minutos o hasta que el pan esté dorado y bien cocido por dentro.

Una tortilla como Dios manda

Son muchas las sensaciones que he tenido en el XIII Congreso “Lo Mejor de la Gastronomía”, que acaba de celebrarse en Alicante. Me ratifico en que su organizador, Rafael García Santos es un personaje único. En estos tiempos de crisis resulta increíble ver como decenas de miles de personas abarrotan el reciento ferial, como apenas hay sitio físico para que las mejores marcas de producto instalen sus stands y como casi no queda hueco en la agenda del congreso para que los mejores “chefs” den a conocer sus nuevos platos de temporada. Garcia Santos entendió, hace ya tres años cuando decidió irse a Alicante, que los embates de la crisis obligaban a la gastronomía a reiventarse. Y adivinó que la salida solo pasaba por “humanizar” el hecho gastronómico, por popularizarlo. Acercar la gastronomía al gran público ha sido su gran logro. Él, que junto al propietario del restaurante Zaldiarán de Vitoria, Gonzalo Antón, fueron los precursores del boom que ha vivido la cocina española durante las últimas décadas, está ahora consiguiendo hacer de lo gastronómico un placer asequible. A su manera, está dando las claves de por donde hay que ir en estos complicados momentos.

Estamos ante un Congreso, donde lo mismo se rinde culto a la cocina más de vanguardia, me parecieron sorprendentes las presentaciones de “chefs” como Quique Dacosta, JoseanMartinez Alija o Martin Berasategui, como se homenajea a la cocina de siempre. De todo lo visto y probado me voy a quedar con el trabajo de esta pareja que vais a ver, Alberto Garcia y Lidia Vargas, propietarios del Meson O Pote de Betanzos, en La Coruña ( www.mesonopote.com) , que se adjudicaron el Premio a la mejor tortilla de España. Se impusieron a restaurantes tan cualificados como el Sagartoki de Vitoria o La Encina de Palencia.

Gallega tenia que ser la tortilla triunfadora. Qué auténtica obra de arte. Todo empieza por la elección de producto. Huevos camperos y por supuesto la patata gallega, que a nadie se le escapa que se trata de un producto excepcional. Alberto y sobre todo Lida, su mujer, que es la verdadera artífice de esta joya gastronómica me contaron que es fundamental cortar las patatas en lascas finas y utilizar un aceite variedad arbequina y con poca acidez para que no le arrebate el sabor a la patata. La patata hay que freírla a 160º hasta que las lascas queden doradas y un “pelin” crujientes.

Me quede como hipnotizado viendo la destreza de Lida haciendo la tortilla. Experiencia no le falta. En su humilde mesón, me cuentan que pueden llegar a hacer más de cien tortillas cada fin de semana. Utiliza once huevos camperos en cada tortilla. Más que batirlos, Lida me cuenta que los mezcla con mucha suavidad. Los mima. Una vez mezclados echa la sal- sal marina, me apunta Alberto-. En el bol con el huevo mezclado se echan las patatas aun calientes y se dejan unos cinco minutos antes de echarlas a la sartén. Alberto me cuenta, que este tiempo y esta parte del proceso es clave, porque se consigue una, digamos “precocción” , y un perfecto ensamblaje entre el huevo y la patata. Pasado ese tiempo, a la sarten a fuego muy bajo para que el calor no tueste el huevo.

  

En la sartén no pasa ni un minuto cuando Lida procede al primer volteo y así sucesivamente da dos veces más la vuelta a la tortilla. Un proceso rapidísimo que no dura apenas tres minutos. El resultado lo veis enseguida.

  

Al partirla para probarla, el huevo liquido se desparramó por el plato. Y lo que se desparramaron, en mi paladar, fueron las sensaciones que me proporcionó semejante manjar. Tan sencillo, como extraordinario. Tortilla única, ejemplar, formidable….Probarla bien os vale una visita a Galicia.

 

Fuente :   http://www.telecinco.es/blogs/labuenavida/

PASTICHO CASERO

INGREDIENTES:
 
1  kilo de carne molida de primera
1 taza de celery picadito
1 taza de cebolla picadita
sal y pimienta la gusto
1 pote de tomates pelados
2 cucharadas de pasta de tomate
1 cucharadita de oregano molido
1 cucharadita de albahaca fresca. o molida
1 cucharadita de tomillo
1 cucharadita de romero fresco, o molido
2 cucharada de azúcar
1 cucharadita de sal
 
1 paquete de pasta para pasticho
 
2 tazas de queso parmesano
 
1/2 litro de leche
1/2 barra de mantequilla
3 cucharadas de harina
sal y pimienta
nuez moscada
 
 
PREPARACIÓN:
 
 se coloca un chorrito de aceite, y se sofrié la cebolla picadita, el celery y la carne, cuando ya este cocida la carne se le agrega el pote de tomates pelados, y se sazona con los demas ingrediente. se le agrega el azúcar y la sal, y se pone a fuego lento por 1 hora.
 
mientras se prepara la crema bechamel, y se pone a cocinar la pasta para pasticho.
 
la salsa bechamel:
se pone a calentar la mantequilla y se le agrega la harina e inmediatamente se le agrega la leche , siempre moviendo con un batidor de alambre, se  baja el fuego y se revuelve hasta que espese.
 
Luego para prepara el pasticho se coloca, en un molde enmantequillado, una capa de salsa de carne, una de bechamel y queso parmesano rralado, luego una capa de pasta de pasticho, y asi sucesivamente hasta terminar en pàsta de pasticho crema bechamel y queso.
 
Se hornea a 350 grados hasta que se dore.
 
 
 

 

 

El pabellón criollo

El pabellón criollo es el plato nacional por excelencia. Típico de Caracas, se extiende, sin embargo por todo el país, y especialmente a las regiones vecinas de Miranda, Aragua y Carabobo. En él se conjugan las caraotas negras (antiguamente era servido en plato hondo porque se servia la sopa de caraotas; ahora se sirve en plato llano por las caraotas fritas), el arroz blanco y la carne mechada (antes se preparaba con carne frita, picada en pedacitos y preparada sin tomate, ahora es con carne mechada y con tomate).

Si se añaden alrededor del plato, tajadas de plátano maduro frito se le llama pabellón con baranda. Hay quienes colocan en el centro del plato un huevo frito para hacerlo más apetitoso.

Su nombre tal vez se derive de que en él, como en nuestra bandera, se mezclan los colores de las tres razas que nos conformaron como pueblo. En su composición entran elementos procedentes de todo el mundo. Parece, por la combinación de sus elementos y la armonía de sus colores y sabores, más bien un plato de origen caribeño ó africano. Es representativo de la dieta criolla urbana, impuesta a partir de la década de 1940 con los procesos de urbanización.

El origen del plato es difícil de precisar, pero se puede afirmar que se remonta a finales del siglo XIX o a principios del XX en Caracas.

Carne mechada

Se sancocha 1/2 kilo de carne. Se machaca en una tabla y se desmiga con las manos. Se le agrega sal. En un sartén se echa 1/4 de litro de aceite y cuando está bien caliente se le incorpora la carne y se revuelve hasta que se dobe bien. Luego se le agrega 1 pimentón maduro, 2 ajíes dulces y 2 cebollas grnades cortados bien finos. Se deja freir junto unos 15 minutos.

Caraotas fritas

En una satén se calienta 1/2 taza de aceite, se agrega 3/4 de taza de cebolla picadita y se fríe unos 8 minutos hasta que este dorada. Luego se agregan unas 4 tazas de sopa de caraotas y revolviendo, se cocina por 2 o 3 minutos más. Se añaden 8 cucharaditas de papelón rallado y se cocina a fuego lento unos 10 a 15 minutos hasta que sequen un poco, pero que estén todavia jugosas.

Arroz blanco

Se lavan 2 tazas de arroz y se escurre. Se coloca en una olla con 3 tazas de agua, 1 cebolla mediana cortada en dos, 1/2 pimentón mitad rojo y mitad verde, 2 dientes de ajo, 2 cucharaditas de sal y 1/4 de taza de aceite. Se revuelve bien. Se lleva a un hervor a fuego fuerte, sin tapar la olla. Se deja cocinar unos 5 a 7 minutos, hasta que casi se evapore el agua. Se tapa, se pone a fuego suave y se cocina durante 20 a 22 minutos hasta que esté blando, seco y con los granos separados. Al estar listo, se retira del fuego, se le sacan los aliños y se revuelve nuevamente.

Plátano frito en tajadas

Se pelan 3 plátanos maduros con la piel ya negra y se cortan en tajadas. En una sartén se pone 1/2 taza de aceite a calentar unos 2 minutos a fuego fuerte y se colocan las tajadas a freír unos 5 minutos, dándoles vuelta dos o tres veces hasta dorar. Se sacan y se secan en un papel absorbente.

Ensalada de Tomates con Aguacate

Ingredientes (4 personas):
  • 500 g de tomates frescos maduros
  • aguacates maduros
  • 250 g de queso mozzarella en lonchas
  • Varias ramas de albahaca fresca
  • 1 cucharada) de vinagre
  • 3 cucharas de aceite de oliva
Aguacate

Preparación de la Receta Ensalada de Tomates con Aguacate:

Tomates

Paso 1: Cortar los tomates en rodajas en lonchas finas, retirando la parte central 
Paso 2: Partir los aguacates por la mitad, retirar la piel y el hueso y cortar la pulpa en lonchas. 
Paso 3: Colocar alternativamente rodajas de tomate, aguacate y queso mozarella. Sazonar con sal y pimienta negra, trocear la albahaca y espolvorear convenientemente sobre la ensalada. 
Paso 4: Mezclar el aceite y el vinagre y añadirlo..


Utiliza productos de calidad:

  • España es el reino de aceite de oliva y las verduras, no lo desaproveches. Si quieres saber un poco más sobre la albahaca. O el queso Mozarella.
  • Más sobre Tomates

Variantes / Secretos / Trucos para la Ensalada de tomates con aguacateses una extensión más de los Tomates con Albahaca que ya comentábamos que era una buena base para añadir cosas... También puede añadirse salsa Guacamole para reforzar el sabor del aguacate, añadiendo menos cantidad de este.

Espagueti a la puttanesca / COCINA

receta de Espagueti a la puttanesca

 

Espagueti a la puttanesca es una receta para 4 personas, del tipo Primeros Platos, de dificultad Fácil y lista en 30 minutos. Fíjate cómo cocinar la receta.

ingredientes  19

- 400 g de spaghetti (o cualquier otra pasta larga)

- 300 g de tomate triturado

- 2 dientes de ajo pelados y aplastados

- 4 anchoas en aceite

- 2 cucharadas de alcaparras

- 4 cucharadas de aceitunas calamata negras sin hueso

- 2 pimientas cayena

- orégano

- aceite de oliva virgen extra

- azúcar

- sal

 

cómo hacer espagueti a la puttanesca

 

Primero calentamos a fuego medio una sartén amplia y ponemos el aceite, añadimos el ajo aplastado y picado. Antes de que se dore añadimos el orégano. Removemos unos segundos, para que suelte su aroma.

A continuación añadimos las anchoas, picadas, con parte de su aceite. Se aplastan con una cuchara de madera, removiendo un minuto al fuego, y se deshacen.

Ahora echamos el tomate, las aceitunas picadas, las cayenas machacada y las alcaparras. Dejamos cocer unos 20 minutos, tapado, removiendo de vez en cuando.

Ponemos a cocer la pasta en agua con sal y un chorrito de aceite.

Vamos controlando la salsa y removiendo. Añadimos una pizca de azúcar para rectificar la acidez del tomate.

Probamos el punto de sal, aunque lo más probable es que no haya que poner más, ya que las anchoas y las alcaparras ya son saladas.

Al mismo tiempo que hacemos la salsa puttanesca cocemos la pasta hasta que esté al dente o al punto que nos guste a nosotros.

Entonces la colamos, que no quede agua y la agregamos a la sartén de la salsa. Removemos bien, que la pasta se impregne perfectamente con la salsa.

Esta salsa se puede usar con cualquier tipo de pasta, pero en mi opinión, con la que más pega es con pasta larga, tipo spaghetti o fetuccini.

¡Buon appetito!

 

 


Papas cremosas

 

Ingredientes para Papas cremosas:
  • 8 o 10 papas medianas cortadas como hollejos
  • 1 taza de aceite para freír
  • 1 taza de leche
  • 1 cdta de maicena
  • 1 taza de crema de leche
  • 1 taza de queso amarillo tipo suizo rallado
  • 1/2 cdta de pimentón o paprika
  • 1/2 cdta de curry
  • 1/2 cdta de sal o al gusto
  • 1/2 cdta de pimienta o al gusto
  • 1 cd de perejil fresco picado
Cómo hacer Papas cremosas paso a paso:
  • En aceite bien caliente freímos las papas cortadas en hollejos, retiramos y ponemos sobre un papel absorbente y reservamos
  • En una ollita ponemos la leche y disolvemos la maicena, ponemos al fuego y dejamos que suelte el hervor, apenas hierva ponemos la crema de leche y dejamos que se caliente y se una con la leche
  • Añadimos el queso para que se derrita y sazonamos con pimentón, curry, sal y pimienta, verificamos el sabor
  • Retiramos del fuego y añadimos la cucharada de perejil picado fresco
  • Mezclamos con las papas y las ponemos en un refractario para llevarlas al horno por unos 20 minutos. Retiramos del horno y servimos inmediatamente.

 

Receta de Brocoli con Bechamel

ingredientes:

- 400gr de brocoli
- 150gr de queso
- 50r de harina
- 60gr de mantequilla
- Medio litro de leche
- agua
- sal
- nuez moscada
- perejil
- 10 tomates
- 1 cebolla
- 4 dientes de ajo
- aceite y sal

 

Preparación:

Primero vamos a realizar una sabrosa salsa de tomate sobre la cual descansará el resto de ingredientes; aportandole un exquisito sabor.

Primero lavamos y pelamos los tomates, los cortamos por la mitad y los vamos depositando en una bandeja para horno.

Hacemos lo mismo con la cebolla y también la añadimos, al igual que los ajos. Le echamos aceite de oliva por encima y horneamos a 220º durante media hora.

Pasado este tiempo, lo pasamos todo por el pasapuré y lo reservamos.

Después vamos a cocer los brocolis en una cacerola durante 10 minutos, para escurrirlos despues y cortarlos en trocitos, lo reservamos.

Ahora haremos la bechamel, para ello, derretiremos la mantequilla y cuando esté lista le añadimos la harina, removemos muy bien, vertemos la leche poco a poco y mezclamos. Por ultimo, una pizca de nuez moscada y sal para nuestra bechamel.

http://www.recetabrocoli.com/Brocoli/BrocoliConBechamel/BrocoliConBechamel.html

SARDINAS A LA CAZUELA

sardinas a la cazuela

 

Esta receta es típica de Santander.

También en Asturias tienen una parecida a base de boquerones (hombrinos les llaman) y me imagino que existirán otras similares a lo largo de toda la cornisa Cantábrica.

Sea su origen el que sea, lo cierto es que las sardinas cocinadas así están buenísimas, no saturan la casa de aroma de puerto pesquero y se preparan en un momento.

SARDINAS EN CAZUELA

INGREDIENTES

1 docena de sardinas frescas (la cantidad depende del tamaño) – 1 cebolla grande (400g) – 5 cucharadas de aceite de oliva – 1 cucharadita de pimentón - 2 hojas de laurel – ½ vasito de agua – sal

ELABORACIÓN

Desescamamos las sardinas y les quitamos la cabeza y la tripa dejándolas bien limpias.

Las sazonamos con sal.

 

 

En una cazuela amplia o rustidera ponemos el aceite y rehogamos en ella la cebolla picada junto con las hojas de laurel por espacio de unos 15 o 20 minutos.

Cuando la cebolla está blanda y dorada, añadimos el pimentón, que se rehoga un poco también.


Introducimos después las sardinas, colocadas unas junto a otras, añadimos un poquito de agua (poco pues las sardinas sueltan su jugo), tapamos y dejamos que cueza a fuego lento durante unos 8 minutos.

sardinas a la cazuela
A mitad de la cocción le damos con cuidado la vuelta a las sardinas.

http://cocinasanayfacil-ruqui.blogspot.com/2011/03/sardinas-la-cazuela.html

Mayonesa casera

Hay muchas formas de preparar una buena mayonesa casera. A nosotros la que más nos gusta es una de las más sencillas. La diferencia con las que podemos comprar en los supermercados es sustancial y no nos llevará mucho hacerla, además nos aseguramos que no lleva ningún tipo de aditivo.

Mayonesa casera

 

Ingredientes

Un huevo

Vinagre

Sal

Aceite de oliva

Lo ideal es preparala en un vaso batidor, para evitar que salpique y pongamos perdida la cocina. Cascamos el huevo, le añadimos un poco de sal, un chorrito de vinagre y bastante aceite. Lo siguiente será batir.

Te recomendamos que introduzcas la batidora hasta el fondo y la pongas en marcha sin levantarla. Poco a poco verás que empezará a emulsionar, cuando eso ocurra movemos con suavidad la batidora de arriba abajo.

Un consejo para que no se corte, es importante que los huevos estén a la misma temperatura que el aceite, así que si los guardamos en la nevera debemos sacarlos un poco antes de preparar nuestra mayonesa. Si no la vamos a consumir al momento es fundamental que la guardemos en la nevera.


De la auyama se aprovecha todo

 

 

Originaria de América, la auyama (Cucurbita máxima de la familia Cucurbitácea) es una planta herbácea silvestre cultivada para aprovechamiento de frutos, hojas, flores y semillas.
Los registros más antiguos fueron hallados en Perú y datan de más de 6.000 a.C.; hace dos mil años ya era domesticada por la cultura mochica, en Perú. A finales del siglo XVI fue introducida en Europa. Hoy se cultiva extensamente en regiones templadas y subtropicales de todo el mundo.
Se le conoce como zapallo y calabaza, la planta tiene tallos trepadores, flores amarillas o anaranjadas, el fruto es una baya esférica de color verde opalescente a naranja intenso, la pulpa de color amarillo-anaranjado es densa, textura firme, sabor dulce, con un aroma especial y contiene numerosas semillas lisas con una pulpa blanca y comestible que tostadas son las conocidas pipas.
Se reproduce fácilmente por semillas y depende en gran medida de la polinización de las abejas para dar fruto; prefiere suelos ligeros, bien drenados, arenosos y húmedos; no resiste heladas ni sequías aunque tolera bien temperaturas muy cálidas y frías; se cosecha seis meses después de plantada.
Al elegir la auyama se debe comprobar que la cáscara esté firme, sin partes blandas y si mantienen el tallo es mejor; la pulpa debe ser firme, seca y opaca; y cuanto mayor es el tamaño, más dulce es su sabor.
El fruto se conserva hasta seis meses en buen estado si tiene condiciones adecuadas de luz, temperatura y humedad.
Contiene calcio, sodio, magnesio, zinc, hierro, potasio, fósforo, vitaminas A, C y B, fibra soluble y betacaroteno; además, las semillas son ricas en carbohidratos, aminoácidos, ácidos grasos insaturados, vitaminas del complejo A, K, C, B, E y D y aportan calcio, potasio, niacina y fósforo. Los principales productores son India, China, Ucrania, Egipto, México, Argentina, Turquía, Italia y Chile.
Otros usos
La auyama se cultiva fundamentalmente por su uso en la gastronomía y por sus propiedades medicinales. Se utiliza en la preparación de sopas, cremas, tortas, dulces y ensaladas, entre otros platos.
Las flores, ricas y nutritivas, se pueden comer crudas en ensaladas, cocinadas al vapor, y forman parte de las cocinas tradicionales de Italia y México, donde la usan en tamales, tortitas, quesadillas y sopas.
La infusión de dos hojas hervida en seis tazas de agua, colada, endulzada con miel y tomada dos veces al día puede reducir la fiebre y combatir la diarrea. Los cataplasmas de hojas se usan contra la sarna.
La auyama es muy fácil de digerir; da sensación de saciedad; aporta pocas calorías; y sus betacarotenos se transforman en vitamina A en el organismo, lo cual ayuda a la visión y mantiene sana la piel. Además, fortalece el sistema inmunológico pues ayuda a formar anticuerpos y a producir glóbulos rojos y blancos y elimina las mucosidades en los pulmones y la garganta.
Aplicar cataplasmas de la pulpa cruda machacada sirve contra quemaduras y picaduras de insectos.
Comer una taza diaria de semillas tostadas por cinco días combate los parásitos; así como también dos cucharadas de semillas hervidas en dos tazas de agua y reducida a la mitad. Consumir en ayunas una cucharada diaria de semillas evita que se agrande la próstata.
Beber en ayunas por nueve días la infusión colada de un puñado de semillas en un litro de agua, hervida durante algunos minutos, sirve para prevenir y combatir los síntomas ocasionados por el cáncer.
Es ideal para diabéticos pues regula el azúcar en sangre y por su alto contenido de mucílagos protege la mucosa del estómago y evita la acidez y gastritis. Por su efecto laxante, no se aconseja para quienes sufren de colon irritable.
Forma parte importante de los rituales del Día de los Muertos de México y Guatemala y en la fiesta de Halloween de Estados Unidos de América. 
Una auyama entera se usa como protección contra las energías negativas en viviendas, industrias y comercios. 
Por su bajo aporte calórico, se recomienda su consumo en las dietas de adelgazamiento

Plátanos Maduros en Almíbar

 

Los plátanos son parte importante de nuestra cocina, los preparamos en muchísimas formas. A los venezolanos nos gusta mucho acompañar diversas comidas con plátanos, ya sean hervidos, en puré, fritos, al horno, en tostones, patacones, dulces, salados, aromatizados, con queso, con mantequilla. En fin hay muchas formas de hacerlos.

Hoy propongo una receta sencilla de plátanos en almíbar, aromatizados con canela, quedan riquísimos, delicadamente suaves, ideales para acompañar cualquier comida.

Ingredientes

  • 3 plátanos medianos bien maduros, pero no demasiado blandos
  • 1/4 libra de margarina
  • 1 1/2 taza de azúcar
  • 1 1/2 taza de agua
  • 2 rajas de canela
  • 1/3 taza de queso blanco desmoronado

Preparación

Pele y corte los plátanos en dos pedazos.

En una sartén derrita la margarina a fuego bajo y dore allí los plátanos por espacio de 25 minutos, volteándolos ocasionalmente. Retírelos y reserve.

Aparte hierva el agua con el azúcar y la canela en una olla grande y cuando suelte el hervor añade los plátanos.

Cocine destapados a fuego moderado por 25 ó 30 minutos o hasta que el almíbar espese. Voltéalos con cuidado a los 15 minutos de estar hirviendo. Retire del fuego y dejar enfriar. Sirva con el queso desmoronado por encima

El Premio Nacional de Literatura y la cocina

Portada de ¡Viva la pasta! de 
Renato Rodríguez.

 

AL SUR DEL ECUANIL

El título de este post es también el del libro más conocido de Renato Rodríguez, a quien acaban de otorgarle merecidamente el Premio Nacional de Literatura. El autor de la novela Al sur del ecuanil nació en Porlamar el 3 de julio de 1927. Me han dicho que en la actualidad vive en su tierra natal, después de una larga e incansable trashumancia que lo llevó muy temprano a Suramérica, Francia, Alemania y Estados Unidos. Lo cierto es que sus casi ochenta años han sido también los de una aventura vital a la que podemos seguirle la pista a través de sus novelas, entre las que no excluyo ¡Viva la pasta! libro de Renato Rodríguez que nos permite colocar también su nombre dentro de la mejor bibliografía gastronómica escrita por venezolanos. Y esa es la razón por la cual le dedicamos a Rodríguez un espacio en este blog.

Antes de que Corcho nos cautivara desde la espléndida Piedra de mar de Pancho Massiani, por encarnar a un adolescente vivo y no de cartón-piedra, el púber eterno que cuenta con humor y desparpajo su mundo cotidiano, ya había aparecido en nuestra narrativa. En efecto, Al sur del ecuanil podría jactarse de contenerlo. Sin mucha resonancia y sin alcanzar canon alguno, salvo el del marginal “desenfado”, que con más displicencia que interés se le comenzó a dispensar en una que otra nota o comentario críticos, la narrativa de Renato se adelantaba con creces a los modos (y modas) inmediatos. Fue después de Argenis (otro Rodríguez) y de Massiani, cuando comenzamos a reparar seriamente en esa primera novela de nuestro autor, impresa en 1963 y muy apreciada en su momento por Rafael Di Prisco, pero leída con tardanza por casi todo el mundo. Le debemos a la colección El Dorado de Monte Avila, que tuvo el acierto de reeditarla en los setenta, ese demorado descubrimiento literario. Fue por Di Prisco, precisamente, que conocí unas páginas de Al sur del ecuanil en su antología Narrativa venezolana contemporánea. Allí me topé con ese personaje iconoclasta que pasó su mejor navidad en la casa de unas putas limeñas y que nos relataba su errancia, llena de sobresaltos y pobreza, con sorna corrosiva e insólita impudicia. Después vendrían El Bonche y La noche escuece, valorada muy bien esta última por Victoria de Stéfano, lo que es decir.

Con la excusa de regalarnos un libro de gastronomía Renato se inventó (o recreó) una historia deliciosa de su pasantía neoyorquina. Llega un día, literalmente “pelando”, a la gran ciudad y tiene la fortuna casi inmediata de comenzar a trabajar en el pequeño restaurante Il Giardino, de un tal don Giuseppe, que lo iniciará en el arte de la pasta. El libro es el relato de su progresivo y exitoso aprendizaje. Suerte de pequeña novela gastronómica,¡Viva la pasta! (Libros RAR, Caracas, 1984) recoge las enseñanzas de don Giuseppe, paso a paso, mientras su discípulo Gennaro va enamorando y engordando a María. Gennaro es el nombre con que lo bautiza el dueño de Il Giardino, para que los clientes de su negocio lo creyeran napolitano. Y el napolitano margariteño consigue convencerlos con sus pizzas y sus pastas. Aprende tanto que llega a adquirir la soltura de todo buen cocinero: cocinar con lo que haya, aunque sea poco, tal como lo hizo el cocinero de Napoleón después de la batalla de Marengo.

Ojalá este Premio Nacional de Literatura que le han otorgado a Renato Rodríguez nos permita contar pronto con la reedición de sus obras completas. Entre ellas, por supuesto, jamás podría quedar por fuera su libro más sabroso: ¡Viva la pasta!.

Renato Rodríguez es la anticonvención. Me lo imagino todavía como el Maqroll el Gaviero de nuestra narrativa.

http://wwwconuqueando.blogspot.com/2006/09/el-premio-nacional-de-literatura-y-la.html