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BEISBOL 007

Los Marlins y los Cachorros están “felices” con el traspaso de Zambrano‏

Pocas veces un traspaso de un jugador importante deja, en principio, satisfechos a los dos equipos que han participado en la operación y este es el caso de lo sucedido con el lanzador estelar venezolano Carlos Zambrano que dejó a los Cachorros para irse con los Marlins de Florida.

Zambrano, al que nadie cuestiona su gran clase desde el montículo cuando está centrado y tiene su mejor control emocional dentro y fuera del diamante, no concluyó de la mejor manera su estancia en Chicago la pasada temporada y dejó todas las interrogantes y dudas sobre su futuro.

Ahora, los Cachorros le han dado la gran oportunidad de reencontrarse de nuevo con su mejor juego y además teniendo como manejador a un compatriota suyo, Ozzie Guillén, que a pesar de estar con el equipo vecino de los Medias Blancas de Chicago, el año pasado, siempre lo apoyó.

De ahí, que los Marlins, que ficharon a Guillén como su nuevo manejador, confíen plenamente en que la personalidad extrovertida de su nuevo timonel sirva para tener tranquilo y de buen humor a Zambrano.

Los Marlins confían que Zambrano puede resurgir al encontrarse con su compatriota y buen amigo Guillén, que siempre le ha demostrado desde fuera su apoyo incondicional a nivel personal.

"Ozzie tiene una larga y estrecha relación personal con Carlos", declaró el presidente de los Marlins Larry Beinfest. "Seguimos el consejo de Ozzie en este caso. La realidad es que Ozzie está completamente convencido de que esto saldrá bien".

Los Cachorros, que tendrán que pagar 15 de los 18 millones de dólares que Zambrano cobrará de salario en el 2012, recibieron a cambio al lanzador derecho Chris Volstad, un exprimera selección que tiene marca de 32-39 y 5.59 de promedio de efectividad en 103 salidas en las Grandes Ligas, incluidas 102 como abridor.

Volstad, de 25 años, cuatro en las Grandes Ligas, ha hecho al menos 29 salidas en las últimas tres temporadas, por lo que se confía plenamente en que sea una buena adquisición para los Cachorros, que además también quedaron libres de la opción que tenía Zambrano de ganar 19 millones de dólares en el 2013 si quedaba entre los cuatro mejores dentro de la votación para el premio Cy Young.

El traspaso se completó, luego que ambos lanzadores superaron el reconocimiento médico y las Grandes Ligas diera su aprobación.

Zambrano brilló con los Cachorros para llegar tres veces al Partido de las Estrellas, pero también se peleó con compañeros, directivos y árbitros cuando el equipo más lo necesitaba.

El último episodio negativo de indisciplina se produjo el pasado 12 de agosto, cuando fue expulsado de un juego que su equipo disputaba en el Turner Field, de Atlanta, vació su casillero, dijo que quería retirarse y le suspendieron sin recibir salario.

Todo eso parece que no ha pesado para los Marlins a la hora de considerar que consiguen a un gran lanzador, al que además en la temporada del 2012 le van a tener que pagar menos de tres millones de dólares y pueden comprobar que va a cambiar su actitud y comportamiento.

"Me cuesta decir que todo será perfecto y sin incidentes al considerar la trayectoria (de Zambrano)", admitió Beinfest. "Puede ser que se enfade en un ocasión o dos. Pero Ozzie se siente muy confiado de que le ayudará".

Esas reuniones en el montículo prometen ser entretenidas. Cuando era manejador de los Medias Blancas, Guillén tuvo que tomar clases de sensibilización tras formular comentarios despectivos hacia un columnista de un periódico local.

En el otro norte de la ciudad, Zambrano tuvo que asistir a clases para controlar su mal temperamento, lo que deja las interrogantes sobre quien de los dos se va a ayudar más a controlar sus impulsos poco deportivos e irascibles.

Zambrano, de 30 años, en el 2010 ya protagonizó un enfrentamiento dialéctico con su entonces compañero Derrek Lee, y luego salió a cenar con Guillén.

"Esperemos que Zambrano lance bien en el 2012", escribió en Twitter el exjardinero de los Medias Blancas Jermaine Dye. "Ozzie lo tendrá vigilado en Miami".

Como parte del acuerdo, los Marlins pagarán 2,55 millones del salario de 18 millones de Zambrano para este año. Los Cachorros son responsables del resto, pero estuvieron dispuestos a pagar la cuenta porque no tenían esperanzas de que las relaciones con Zambrano mejoraran.

"Todos los jugadores con los que he hablado me dijeron que Carlos (Zambrano) había traicionado su confianza", declaró el nuevo presidente de operaciones de béisbol de los Cachorros Theo Epstein. "Cuando hablas de frecuentes altercados físicos con compañeros de equipo, cuando hablas de salirse del equipo, es muy difícil que ese jugador regrese y tenga plena confianza".

 

 

 

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