Luis Aponte /Biografias deportivas
Luis Aponte al salón de la fama del beisbol Venezolano,tremendo lanzador,pundonor,caballerosidad,impetu,calidad.Aponte ,ejemplo de juventudes.Hacemos una remembranza de su carrera:
Oriundo de El Tigre, estado Anzoátegui, nació el 14 de junio de 1954. Debutó en la campaña 1973-1974 con los Cardenales de Lara, donde jugó 17 de sus 18 temporadas en la Liga Venezolana de Beisbol Profesional; a excepción de su zafra final, la 96-97, cuando se retiró con Caribes de Oriente.
Es segundo en juegos relevados de por vida en la LVBP con 359, así como en juegos salvados con 73.
Es el segundo lanzador en la historia del circuito en compilar más de 50 victorias y más de 50 rescates.
Participó en 373 compromisos (3ero) y dejó efectividad de 2.98 (10), con 429 ponches propinados en 785.1 entradas de labor. Ganó 54 partidos y perdió 41.
En Grandes Ligas debutó el 4 de septiembre de 1980 con los Medias Rojas de Boston, hasta 1984 cuando pasó a los Indios de Cleveland en su temporada final.
En 5 temporadas dejó registro de 9 y 6, con 7 salvados y una efectividad de 3.27. Fue el venezolano número 30 en la gran carpa
Reportaje del Blog de Ignacio Serrano:
Luis Aponte celebra la llegada de la inmortalidad. El ex lanzador recuerda el momento en que se convirtió en un pitcher diferente y dominante
La carrera de Luis Aponte cambió en enero de 1980, cuando subió al montículo ante los Tiburones, con las bases llenas y ningún out.
“Estábamos en los playoffs”, recordó el ex lanzador en su finca, en el oriente del país. “Fue inolvidable. Saqué el cero y eso me proyectó a un nivel superior. Le abrí los ojos a mucha gente”.
Aponte, que pasó sus primeras seis campañas como un serpentinero más en el bullpen de los Cardenales, comenzó ese día el camino al Salón de la Fama del beisbol venezolano, al que fue exaltado el lunes, junto a Andrés Galarraga y a los cuatro miembros seleccionados por el comité histórico: Ángel Bravo, Teodoro Obregón, Lázaro Salazar y Pedro Padrón Panza.
“Él era un pitcher del montón”, señaló Domingo Álvarez, que entonces escribía en El Nacional. “Hasta que le enseñaron a tirar el tenedor y aprendió a controlar las esquinas. Eso lo convirtió en un grandeliga”.
Aponte regresó al norte después de aquel episodio, hecho alguien diferente.
“Todo cambió de un año para otro”, confesó. “Ese juego me dio confianza, transformó mi carrera. Lo demás es historia”.
El derecho, nacido en El Tigre en 1953, salvó 70 juegos a partir de la campaña 80-81 con Lara y Oriente, para despedirse como el dueño de la marca de más rescates en el circuito local, 73.
Mejor aún fue su trayectoria en el norte. Ocho meses después de retirar aquella entrada frente a La Guaira, se convirtió en bigleaguer con Boston.
“Fui uno de los venezolanos más viejos en llegar”, aseguró. “La emoción me duró varios días”.
Aponte, quien dio el salto con 27 años de edad, disputó cinco campeonatos seguidos en la gran carpa, el último con Cleveland. Dejó 3.27 de efectividad en 220 entradas, pero su momento más sonado ocurrió al regresar temporalmente a triple A, en 1981.
“Siempre bromeo, porque entré al Salón de la Fama de Cooperstown antes que Luis Aparicio”, exclamó el diestro, quien trabajó cuatro actos en blanco, con nueve ponches, en el juego más largo en la historia de la pelota profesional, de 33 innings, entre Pawtucket y Rochester. “En Cooperstown hay un rinconcito dedicado a ese episodio y aparece mi nombre”.
También tendrá una efigie en el Museo del Beisbol, en Valencia, ahora que es inmortal.
“Toda la gloria es para Dios”, apuntó. “Para mí, esto es comparable con un artista famoso, que pinta un cuadro muy hermoso, pero olvida ponerle la firma. Ser elegido al Salón de la Fama es ponerle la firma al cuadro”.
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LUIS TORRES KURIS -
Pablo -