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BEISBOL 007

Trevor Hoffman deja gran legado como pelotero y ser humano

Trevor Hoffman deja gran legado como pelotero y ser humano

Una cosa es ser el líder de todos los tiempos en juegos salvados. Otra es ser un ser humano de mucha clase. En el caso de Trevor Hoffman, es ambas cosas. 

Hoffman, de 43 años, se retira del beisbol como jugador activo después de 18 temporadas. Ha tenido un éxito en la Gran Carpa igualado sólo por el panameño Mariano Rivera, de los Yankees. Ese dúo ha superado a todos los cerradores en juegos salvados y la consistencia de su trabajo. 

Hoffman se retira con 601 rescates de por vida. Rivera, segundo en la lista de todos los tiempos, lleva 559 y no da indicios de desacelerar el ritmo. 

Rivera ha estado en postemporada mucho, mucho más que Hoffman y por eso tiene el mayor perfil entre todos los taponeros. Pero eso no debe disminuir lo que hizo Hoffman. Sin importar cómo eliges comparar sus muchos méritos, Hoffman y Rivera forman un formidable dúo en la cima. A cada uno le espera una elección al Salón de la Fama en su primera oportunidad. 

Fui lo suficientemente afortunado como para estar presente para el salvado número 500 de Hoffman, el 6 de junio del 2007. Después del partido, Hoffman habló del crédito que merecían sus compañeros de equipo y lo honrado que estaba de ser mencionado entre los grandes cerradores. 

En ese momento, por supuesto, era el único miembro del club de los 500 rescates, y el resto de nosotros no estaba mencionando a ningún otro taponero. Pero la humildad de Hoffman era siempre algo con que se podía contar, de la misma forma en que se podía contar con él como cerrador. 

Dejé el PETCO Park de San Diego unas dos horas después del partido, y me di cuenta de un grupo de personas cerca del área de estacionamiento de los jugadores de los Padres. Ahí estaba Hoffman, firmando autógrafos todavía. No estaba ni cerca de terminar de firmar. Pero así era Hoffman, dedicado a los fanáticos. 

En 18 temporadas, la gran mayoría con los Padres, Hoffman convirtió el 92.6% de sus oportunidades de salvamento. Muchos equipos se conformarían con un 85%. 

La forma en que logró tantos éxitos fue algo único. Su mejor pitcheo fue el cambio de velocidad. En los últimos años de su carrera, con un declive en la velocidad de su recta, el cambio seguía intacto. En un rol ocupado por muchos lanzallamas, Hoffman estuvo del otro lado del espectro, ganando con fineza, comando, agallas e inteligencia. 

Todo comenzó a desplomarse para Hoffman en el 2010 con los Cerveceros. Le dieron duro al principio de la temporada y el rol de cerrador lo perdió ante Jon Axford. 

Hoffman manejó la situación con clase y siguió trabajando. Lanzó bien como preparador de Axford. Los Cerveceros, conscientes del hecho de que Hoffman quería llegar a los 600 juegos salvados, buscaron la forma de darle algunas oportunidades más. Los libros de historia contarán que convirtió las últimas cinco oportunidades de su carrera. 

La carrera de Hoffman vivirá en los anales del beisbol. No sólo fue uno de los mejores en el rol del cerrador, sino también que fue un gran compañero y se convirtió en un modelo para los jugadores más jóvenes. 

Fue la combinación rara y valiosa de un gran pelotero y gran ser humano.

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