MORDIDA DE TIBURÓN Por Víctor David Melo Zurita [Agrandar tamaño de la letra] [Reducir tamaño de la letra] [Imprimir] [Enviar a un amigo] [Compartir] * Compartir Noticia * Del.icio.us * Digg * Facebook * Newsvine * MySpace * Twitter A la tercera... 20.12.2009 12:57 PM En enero pasado escribimos una nota en la que catalogábamos a Enrique González como un amuleto para los Tiburones. ¿La razón?, por segundo año consecutivo resultaba pitcher ganador del cotejo que metió matemáticamente a La Guaira en el round robin. Pues bien, el destino hizo de las suyas y quiso que lo volviera hacer el sábado en Margarita. Van tres. ¡Que casualidad!. "No te puedo decir si son cosas del destino, pero Dios lo quiso así. Lo bueno es que las dos veces (ahora son tres) pude hacer el trabajo que el equipo necesitaba", nos dijo en aquél momento el derecho guayanés acerca de la curiosa circunstancia. Esta es la primera vez desde 1987 que los Tiburones tendrán el placer de disputar tres semifinales al hilo. De hecho, de quedar fuera los Tigres de Aragua y Cardenales de Lara, La Guaira sería el único equipo en clasificar a la postemporada en las últimas tres campañas. ¡Que lujo!. Tal logro se presenta como gran argumento para silenciar algunas voces (no muchas, pero las hay) de los mismos fanáticos salados, que se empeñan en desconocer el éxito que ha significado la contratación de Carlos Subero como manager desde diciembre de 2007. Y es que el trabajo de un estratega no se limita a ordenar el lineup y mandar a robar las bases. Un piloto tiene que erigirse como un gran líder en la cueva inyectando ánimo y confianza a cada uno de sus peloteros. En ese apartado, a mi entender, Subero es un maestro. Sobran los ejemplos para apoyar este comentario. Basta con recordar que el 28 de octubre los Tiburones acumulaban ocho derrotas al hilo y perdían en Margarita un choque contra los Bravos con pizarra de 15-6, pero tuvieron el temple necesario para venir de atrás y ganar ese partido mientras recibían críticas de la afición y los medios de comunicación. Eso no lo hace cualquiera. Pero con mente positiva, coraje y seguridad se pueden dar estos batacazos. Ahora, este coraje, confianza y seguridad no la venden por kilo en los supermercados. ¿O sí?. Los escualos lo han hecho 19 veces este año (eso de venir de atrás para ganar), incluyendo otro par de remontadas espectaculares ante las Águilas. Cada vez que un pelotero es entrevistado al respecto habla acerca de la confianza que existe en un equipo que sólo piensa obtener el campeonato. Y en este punto es que se observa el manto de Subero. Hubo muchos obstáculos en el camino a la clasificación. Los pitchers abridores de la primera avanzada de importados resultaron ser un fiasco y las lesiones de Kendy Batista y Gerardo Casadiego golpearon a un bullpen que tuvo que trabajar más de la cuenta por el desastre experimentado por la rotación. Pero se reaccionó a tiempo y siempre se contó con una ofensiva implacable que tiene todo el crédito de meter a La Guaira en el round robin. Al final se ganaron cinco de siete series particulares (sólo se perdió con Magallanes y Lara), todo un acontecimiento para un club que a diario tenía que luchar contra los pronósticos por la alta efectividad colectiva de su staff de pitcheo (5.49), la peor de la contienda. Lo bueno de ese sufrimiento es que todo parece indicar que a los lanzadores sólo les queda mejorar. Esta será la primera semifinal con Caracas, La Guaira y Magallanes desde 1990 y ahora los pronósticos apuntan a una final entre los eternos rivales. Lo que algunos parecen olvidar, es que después de la navidad la liga apretará el botón de reset y todo lo que pasó hasta ahora quedará en el olvido. Así todos comenzarán la semifinal en igualdad de condiciones. ¿Será que a la tercera va la vencida?. @viticomel en Twitter
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