"He patinado mucho para ser el mejor culo de España"

"Sabía que iba a ganar. Lo visualicé poco después de mandar mis fotos para el concurso. He patinado y nadado mucho para ser el mejor culo de España".

Con un aplomo que asombra para tener 21 sólo años, la vallisoletana Eva Fernández saborea estos días la gran resaca de su título de Mejor Culo de España, organizado por la marca de lencería Sloggi.

Fue desvelarse el nombre de los ganadores –ella en chicas y el haitiano Moise Chery en varones– y la marea mediática entró como un ciclón en su vida: noticia en telediarios, entrevistas en cadenas nacionales, portada de Interviú de la pasada semana, cientos de referencias en internet y... una calurosa acogida en su familia y sus compañeros del IES Ramón y Cajal, donde cursa el Grado Superior de Estética, después de haber concluido el de Actividad Física y Deportiva.

Porque finalizar los estudios en el instituto vallisoletano es ahora mismo su prioridad. Después, instalarse en Madrid para aprovechar las oportunidades laborales dentro de un amplio abanico: modelo, salones de belleza, maquillaje, gimnasio, televisión o cine. Un mundo que ya ha probado ya como figurante en la serie de televisión 'Yo soy Bea'.

Y una forma de hacer currículo es "explotar al máximo" su título de mejor culo nacional.

El premio tiene una bolsa de 1.500 euros y un conjunto negro de ropa interior que no le van a sacar de pobre, pero sí le está abriendo muchas puertas, y las que vendrán. La última la protagonizó la pasada semana como protagonista de un vídeo musical.

"No pretendo, ni quiero, ser para siempre miss culo España, pero es un título muy importante para mi carrera, ya que, según Sloggi, se presentaron 200.000 participantes", afirmó Eva.

Cuando colgó su candidatura, intuyó que el premio al mejor culo sería para ella. "Y mucho más en la gala de Madrid con las cinco finalistas. Yo veía, modestamente, que no podían ganarme, porque no basta la forma del culo o la edad. Tiene que estar duro. En mi caso lo he trabajado desde pequeña, aunque también ha ayudado la genética", aseguró.

Además de haber practicado gimnasia rítmica y fitness, en la actualidad sale cinco o seis días a la semana a patinar por el Paseo de Zorrilla y alrededores, o a nadar.

Otra baza para llevarse el premio son sus tablas para posar, ya que lleva trabajando como modelo desde los 17 años. Pero deja claro que el título no se le ha subido a la cabeza. "Es verdad que por el rabillo del ojo veo que alguno/as se giran a mi paso, pero me he encontrado buen rollo. La mayoría se alegran y me felicitan". No es para menos.