Carlos González tranquilo y sin nervios con Colorado

TUCSON, Arizona -- Ahora sí el jardinero de los Rockies Carlos González se siente tranquilo en la pretemporada, sin inquietarse sobre su papel en el equipo. Ya puede sacudir su swing con serenidad, sin que los coaches estuviesen revisando minuciosamente cada turno al bate, determinando si ya debe estar en las mayores o si necesita más pulimiento en las menores. El venezolano de 24 años será el titular en el jardín izquierdo cuando los Rockies de Colorado visiten a Milwaukee. "Es la primera vez que pude llegar a los entrenamientos con cierta idea de un plan", dijo. "Sé donde estoy y hacia donde voy. Es una bonita sensación". La pasada primavera, González se presentó a la pretemporada sin saber que le iba a tocar. Venía como parte del grupo de jugadores involucrados en el canje que envió al estelar Matt Holliday a Oakland y tenía la oportunidad de demostrar su capacidad. Pero le costó adaptarse al nuevo entorno, como si estuviese queriendo impresionar a los Rockies inmediatamente. La presión le afectó. "Estuve algo perdido el año pasado", dijo González. "El cambio fue algo difícil. La adaptación cuesta. No conocía a la gente, todo era nuevo. Toma tiempo acostumbrarse". González comenzó la temporada en Triple-A, y estuvo arrasador: .340 de promedio con 10 jonrones y 59 remolcadas. Era el tipo de jugador que los Rockies esperaban tener cuando transfirieron a a Holliday a los Atléticos en un canje en el que también obtuvieron al cerrador Huston Street y al zurdo Greg Smith. Cuando Colorado le ascendió en junio, González estuvo flojo al batear para .202 antes de la pausa del Juego de Estrellas. Pero en algún momento dio con la tecla al encontrar el swing ideal. González amasó promedio de .320 en la segunda mitad y pegó 12 de sus 13 jonrones. La excelente racha se extendió a los playoffs al conectar 10 hits contra Filadelfia en la serie de primera ronda. Cuando regresó a Venezuela, la producción de González en esa serie fue la comidilla. "Todos me decían, ’pegaste 10 hits’", recordó González. "Me hizo sentir que los números de la temporada regular no valen sin importar lo que haga. Todos se acordarán de los 10 hits en los playoffs". No todo el mundo. Los Rockies se percataron que tenían a una pelotero en alza, capaz de hacer realidad su promesa. González se ha visto envuelto en dos canjes importantes en su carrera, ya que en 2007 formó parte del precio que pagó Arizona por Dan Haren. Con el cambio de Holliday, sin embargo, González sabía que tenía que tapar el agujero enorme dejado tras la partida por Holliday. ¿Acaso quería hacer olvidar a Holliday demasiado rápido? "No creo que nadie se olvidará de él", dijo González. "Matt Holliday es un tremendo jugador. Hizo grandes cosas con este equipo que nadie olvidará. Yo quiero ser Carlos González, demostrarle a estos jugadores, la clase de pelotero que soy y lo que puedo hacer para ayudar a este club". González es una amenaza en las bases, robándose 16 en 20 intentos la pasada temporada. En los jardines formó junto al central Dexter Fowler un dúo de ensueño para cualquier pitcher al cubrir mucho territorio en el enorme Coors Field. "Ellos (los pitchers) saben que si se batea algo a los jardines, nosotros vamos a llegarle", dijo Fowler, un novato que en la pasada temporada subió directamente de Double-A y bateó para .266 con 27 robos. El as de los Rockies Ubaldo Jiménez confía que cada elevado será out. "Puedan quedarse con cualquier batazo que no se lleve la cerca", dijo Jiménez. Tras su actuación la pasada campaña, González quiso tomárselo suave en el descanso, sin jugar tanto en la pelota invernal como en el pasado. Alejarse no fue fácil, sobre todo cuando prendía la televisión y veía a las Aguilas del Zulia, su equipo. Le entraron las ganas y participó durante un mes con promedio de .272. Pero ahora tiene todo bien arreglado con los Rockies. "Estoy bien contento en esta organización. Se han portado excelente conmigo", dijo González. "Me siento como en casa".