Columna de Jose Visconti en Meridiano

“El Torpedo” mete el hombro


Los admiradores de aquella potente recta y “mira” infalible, sus resaltantes cualidades de otras épocas y que por ahí deben estar latentes, miran con entusiasmo –nosotros entre ellos– el sensible progreso que ha mostrado desde cuando se abrió la escena primaveral de Estados Unidos; recuperación, decíamos, al menos en el terreno que, a fin de cuentas, es el que más importa: la reaparición del ímpetu.


Significa que músculos, cartílagos y conexiones óseas –al fin– articulan bien.


Freddy García, explicablemente, rezuma optimismo. Su brazo responde –¡qué bueno!– y la mecánica de las piernas igualmente atiende a los niveles deseables para un serpentinero. De ellas, esas consolidadas extremidades inferiores, dependen los insustituibles factores de agilidad, fuerza y consistencia. La meta, sin duda, es borrar la palabra “cansancio” de la rutina competitiva.


“Me siento contentísimo por la oportunidad de participar en el spring training con los Medias Blancas. ¿Mi estado físico? Excelente. Mis pitcheos han estado muy bien. En uno de los juegos de esta semana dominé a los dos primeros bateadores pero con el tercero no escogí el pitcheo correcto y me hicieron tres carreras. Contento, sin embargo, en general porque el año pasado mi situación fue muy difícil”.


—¿Cuál es el aspecto más favorable en tu cuadro físico actual?
“Ya no siento molestias en el hombro. Con eso es suficiente para esperar una buena temporada”.


—¿Qué tipo de trabajo has realizado, con especial dedicación, durante las dos o tres semanas recientes?
“Trabajé mucho durante el receso invernal y eso me permitió llegar a los entrenamientos primaverales en buena forma. Primero, un buen trabajo de pesas aparte de la ejercitación en la “corredera”. Brazos y piernas, todo en su medida. No he perdido un segundo con la ejercitación del hombro pero, en este sentido, nada fuera de lo normal. Los técnicos de la organización nos ayudan maravillosamente. Son de lo mejor”.


Persistente en torno del fabuloso baruteño, la inquietud con respecto a su rol como ¿segundo o tercer abridor”. Muchos estarían encantados con la posibilidad de “adivinar” lo que Ozzie Guillén ahora mismo planifica con relación a la tarea específico de este pupilo suyo.


“Seré el quinto abridor”.



—¿Esperabas la asignación para otro puesto de la rotación?
“No tengo problemas con eso. En este equipo todos somos capaces. En otro club cualesquiera de nosotros cinco reuniría las capacidades para ser primer abridor. Durante la temporada toda la rotación cambia. Lo que importa es la salud de todos los pitchers.”


Vizquel, más que un “ayudante”


Inflexible en sus conceptos sobre la “disciplina para todos” y, al mismo tiempo, consciente acerca de lo que es la realidad del béisbol, trátese de ejercer el mando con latinos del más variado orIgen, o peloteros de neto orIgen anglosajón, Oswaldo mantiene su visión para el “in” y el “out” del clubhouse:


“Aquí todos venimos a trabajar duro, sin excepción. Es verdad, los latinos hemos ganado un sitial sólido porque, no es exagerado decirlo, el talento es lo que predomina en nuestros respectivos países”.


Chicago, sin embargo, ha sido “víctima” de situaciones tan disímiles como dramáticas: en un determinado año, por ejemplo, faltaba regularidad en el pitcheo; durante el siguiente el problema radicaba en la falta de corredores en bases y, más adelante, la dificultad acaso estribaba en la carencia de un buen campocorto y así por el estilo. Aunque, en lo atinente a la grama corta, para esta campaña ya no habrá excusas; tienen al más grande guante contemporáneo, Omar Vizquel.


“Este año el balance es apreciable. Contamos hasta con trece pitchers, todos muy fuertes. El banco, mejor. Nuestra principal característica es la velocidad. Reunimos una nómina de experiencia en las Grandes Ligas. Si se mantienen en condiciones físicas, el panorama lucirá prometedor”.


Indudablemente la gran carta del infield es Omar. ¿Qué representa para Chicago y su estructura estratégica?


“El hecho de contar con él para tercera, segunda y short es vital. Ha realizado una tarea excepcional. Nos ha ayudado mucho dentro y fuera del terreno. Vizquel no ha venido a Chicago para convertirse en coach. Viene para ayudarnos a ganar el banderín. Un pelotero de esa clase no es mucho más “refuerzo”, es un privilegio. Junto a Freddy García la suma del talento, experiencia y capacidad se palpará cuando demos el gran salto a la postemporada”.


Tiene razón Don Marcial Torres: Tal como se ve la cosa, los Medias Blancas de la venidera campaña, en síntesis, lucen como poderoso All Star.


Columna publicada el 20/03/2010