Los Mets buscan evitar las lesiones en este 2010
Cuando se refiere a los Mets, el foco de la discusión no concierne a análisis estadísticos, pujas por un puesto en la alineación o nuevos jugadores. Nada que ver, el tema primordial son los diagnósticos médicos.
El equipo de Nueva York comienza el 2010 de la misma manera como terminó 2009: traumatizado por las lesiones.
Sin dar tregua, los problemas afloraron desde enero cuando Carlos Beltrán pasó por el quirófano para operarse la rodilla derecha y el jardinero central se perderá la primera mitad de la temporada.
Luego vino el golpe de la condición de la glándula tiroides de José Reyes, descubierta en plena marcha de los entrenamientos de primavera y que obligó al campocorto frenar todo tipo de actividad.
La buena noticia es que el funcionamiento de la tiroides regresó a la normalidad y el jugador dominicano podrá reincorporarse a las prácticas.
Quedarse privados de Reyes tan temprano en la campaña hubiese sido muy cruel para un equipo que hace un año tenía pinta de favorito al abrir las puertas de su nuevo estadio Citi Field y acabó con un magro récord de 70-92, su peor desde la temporada de 66 triunfos en 2003. La campaña de 2009 siguió a las dos anteriores, en la que se dejaron robar la punta de su división en el último mes.
La culpa recayó en las lesiones, con Reyes y Beltrán al tope de la lista. ¿Se imagina a un club pudiendo mantenerse a flote sin dos de sus motores?
Y no fueron las únicas. El as Johan Santana y sus compañeros de rotación Oliver Pérez y John Maine perdieron tiempo significativo por lesiones. Igual pasó con el primera base Carlos Delgado, mientras que el tercera base David Wright quedó fuera de acción varias semanas tras recibir un pelotazo.
Los Mets simplemente se quedaron sin munición para dar pelear en el Este de la Liga Nacional. Cuando el líder de jonrones fue Daniel Murphy con 12, entonces se puede medir la magnitud del desplome.
Se le puede echar la culpa a que el estadio tiene dimensiones que ayudan más a los pitchers, pero quedar últimos en las mayores con 95 vuelacercas no hubiese ocurrido con Beltrán, Delgado y Reyes en el lineup.
Por algo el gerente Omar Minaya exhaló alivio al anunciar el regreso de Reyes:
"Es una buena señal para nosotros y ojalá que sea una buena señal para el resto del año".
Pero los Mets tienen una larga lista de interrogantes por definir.
1. ¿Será Santana el mismo de siempre tras operarse el codo izquierdo?
2. ¿Quién será el quinto abridor?
3. ¿Acaso los demás integrantes de la rotación (Mike Pelfrey, Pérez y Maine) pueden dar la talla?
4. ¿Quién será el preparador de Francisco Rodríguez?
5. ¿Angel Pagán, Gary Matthews Jr. o Fernando Martínez para tapar la ausencia del puertorriqueño Beltrán en el central?
Son demasiadas cosas que complican al piloto Jerry Manuel, a quien un arranque flojo podría costarle el puesto.
Pero dentro de los Mets impera un ambiente de que tienen una deuda que saldar, que tampoco están tan mal y y que sólo se puede subir tras tocar tan bajo.
Wright admite que los malos resultados han tocado en el amor propio.
"Yo espero que el que no se nos considere como favoritos sea lo que nos inspire", declaró Wright, quien inexplicablemente vio descender a 10 su total de jonrones tras promediar 29 en las cuatro campañas previas. "Yo espero que sea la vergüenza del año pasado".
Si las lesiones les dan respiro, los Mets tienen el potencial para acabar con las pretensiones de los Filis de Filadelfia de ganar su división por cuarto año consecutivo.
El equipo le rebanó ocho pies (3,5 metros) al muro del jardín central, pero recuperar la pólvora dependerá de un Wright en plena forma y que Jason Bay no tenga problemas al adaptarse a su nuevo club.
Encandilados por los 36 jonrones y las 119 carreras que produjo para Boston en 2009, los Mets desembolsaron 66 millones de dólares en un contrato por cuatro años por el jardinero izquierdo.
Otras piezas secundarias no lucen mal. El jardinero derecho Jeff Francouer bateó para .311 tras llegar en julio en un canje con Atlanta; el intermedista Luis Castillo fue el único titular que se salvó de una lesión seria y tuvo promedio de .302 más de .387 de embasado; y el nuevo catcher Rod Barajas aportó 19 jonrones con Toronto.
Angel Pagán (.306 de promedio en 88 juegos) es quien tiene más opciones de suplir a su compatriota Beltrán.
Santana dice que ha lanzado sin dolor durante la pretemporada, pero lo malo es que no pueden depender del zurdo venezolano todos los días.
No pudieron contratar a nadie en la agencia libre (John Lackey, Jason Marquis) y tampoco concretaron algún canje para tener un abridor con más garantías, así que tendrán que arreglárselas con el enigmático Pérez, el frágil Maine y el inconsistente Pelfrey. Jon Niese, Nelson Figueroa, Fernando Nieve y Ryota Igarashi estaban todos remando por quedarse con la quinta plaza.
Los que queden fuera terminarán en diversos papeles en el bullpen, donde el venezolano Rodríguez consiguió 35 rescates en su primer año en Nueva York. El boricua Pedro Feliciano y Bobby Parnell serán sus principales preparadores de mesa.
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