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BEISBOL 007

Magglio Ordóñez anuncia un regreso triunfal

Magglio Ordóñez anuncia un regreso triunfal

Magglio Ordóñez se anota entre los que ven en los números del spring training un anticipo de cómo lucirá su temporada.
Y de estar en lo cierto, la suya será un éxito: .357 de average y .548 de slugging en 42 turnos reúne el falconiano durante los ensayos. Si esas estadísticas son efecto un augurio de lo que le deparará el campeonato, entonces el jardinero de los Tigres de Detroit podrá cumplir con su promesa: “Voy a tener una buena temporada. Hice todo lo necesario para tenerla”.
Hacía mucho tiempo que los registros de Ordóñez en los entrenamientos no estaban revestidos del interés que generan en 2010.
Pero después de una campaña de 2009 intrincada, en el que llegó a perder temporalmente la titularidad, había una enorme expectativa esta primavera sobre si había redescubierto el swing que lo llevó a superar los treinta jonrones y las cien fletes durante cuatro años seguidos.
Nuevamente se hallaba a prueba en marzo, como al principio de su carrera, cuando se esforzaba por deslumbrar en esta época.
“Quería impresionar porque no estaba fijo en el equipo”, menciona el coriano. “En cambio, cuando te estableces, tratas de hacer el ajuste. Vine a probarme, a ver cómo estaba, si el entrenamiento que hice fue el correcto. Y ha dado resultado”.
A fajarse duro
Para que no se repitiera la decepción de 2009 (9 HR y 50 CI) Ordóñez se esmeró en adiestrar su cuerpo durante el invierno. Cuando se tienen 36 como él, el trabajo físico, tesonero y constante es un imperativo, no una opción.
“La clave es mantenerse entrenando todo el año”, revela el slugger. “Si dejas de entrenar un mes pierdes todo lo que hiciste. En el receso de temporada me ejercité al menos dos, tres veces por semana. Corría, hacía pesas. En este momento no me siento pesado, ni cansado. Me siento igual que antes”. Será por eso que puede correr con la velocidad que lo hace en las prácticas.
“Cuando tienes de 20 a 27 años uno siente que puede abusar del cuerpo”, agrega Ordóñez. “Muchas veces jugabas sin entrenar, no comías bien, te trasnochabas. De 28 para arriba uno tiene que cuidarse más, porque, si no, el cuerpo te pasa factura. Ya si te trasnochas es de vez en cuando, como cualquier persona. Esa es la clave para mantenerme tres o cuatro años más y jugar hasta los cuarenta, que es una de mis metas. Yo me siento fuerte, al menos en este momento”.
Durante la precampaña de 2009 no se esforzó tanto como lo hizo para ésta. Ahí hay una diferencia, aunque el ajuste principal se ubica en el terreno mental. “Es otra cosa cuando juegas tranquilo, porque hacerlo con problemas en la familia es imposible”, asevera en relación al cáncer que le fuera descubierto a su esposa, Daglis.

 

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