Los Azulejos inician la era post Halladay en el 2010

  Ya sin Roy Halladay, una nueva era comienza en Toronto y lo más recomendable para los aficionados de los Azulejos es que tengan mucha paciencia con su equipo.

Aparte de cargar con el handicap de jugar en el Este de la Liga Americana, la división poblada por los colosos Yankees y Medias Rojas, la franquicia canadiense afronta la nueva campaña bajo una batería de pronósticos agoreros.

El equipo se ha dispuesto a reducir su presupuesto de nómina y esto fue lo que precipitó la salida de Halladay, su as y emblema durante la década pasada. El contrato de Halladay vencía el final de 2010 y era obvio que no estaban en condiciones para poder retenerlo con una extensión.

Halladay, quien en 2003 ganó el Cy Young, fue transferido a Filadelfia mediante un canje que involucró además el pase de Cliff Lee a Seattle.

Toronto no salió mal parado al recibir a cambio a tres cotizados prospectos. Lo malo es que Kyle Drabek, un prometedor pitcher de los Filis, aún no está listo para lanzar en las mayores. Algo similar ocurre con el primera base Brett Wallace y el receptor Travis d’Arnaud.

La falta de un auténtico líder en la rotación no es lo única interrogante. Tampoco cuentan con un cerrador con garantías. Además están en una especie de callejón sin salida con el jardinero central Vernon Wells, su jugador mejor pagado y cuya producción sufrió un severo corto circuito el año pasado.

Al iniciar la pretemporada, el equipo convocó a más de 30 lanzadores, entre ellos 14 como candidatos para ser abridores, clara señal sobre las carencias de los Azulejos.

"Necesito que lleven el nombre atrás de la camiseta en vez de números", bromeó el manager Cito Gaston sobre la dificultad de identificar a tanto lanzador.

Pero Gaston no deberá complicarse en cuanto a los dos primeros puestos de la rotación abridora, que corresponden a Ricky Romero y Shaun Marcum.

El zurdo Romero viene de cumplir un magnífico año de novato con 13 victorias y 178 innings lanzados. El derecho Marcum no lanzó en todo 2009 tras someterse a una operación en el codo pero de por vida como abridor tiene marca de 23-15 y 3.85 de efectividad.

Brian Tallet y Brandon Morrow (con Seattle), quienes se alternaron como abridores y relevistas la pasada campaña, se perfilen para los siguientes dos puestos. Dustin McGowan (no lanzó el año pasado por lesiones), Marc Rzepczynski (2-4 y 3.67 de efectividad en 11 salidas) y Brett Cecil (7-4, 5.30) pujan por la última.

Tampoco está clara la composición del bullpen. Kevin Gregg, el ex taponero de los Cachorros, parece sacar ventajas, pero Scott Downs, Jason Frasor y hasta Tallet, si queda fuera de la lucha en la rotación, también sonaban para encargarse del noveno inning.

En cuanto a la ofensiva, el intermedista Aaron Hill y el bateador designado Adam Lind conforman la parte medular del orden al bate. Ambos se erigieron entre los principales artilleros de la liga: Hill sacudió 36 jonrones y produjo 108 carreras, mientras que Lind conectó 35 vuelacercas e impulsó 114 anotaciones.

La expectativa es que este año contarán con más ayuda de sus compañeros. El primera base Lyle Overbay estará motivado a subir sus números en un año previo a la agencia libre, mientras que el jardinero izquierdo Travis Snider sabe que encara su última oportunidad para demostrar que merece la titularidad.

Pero en medio de todo está el desempeño que pueda hacer Wells, a quien los Azulejos le dieron un contrato de siete años y 126 millones de dólares tras batear para .302 con 32 jonrones y 106 impulsadas en 2006.

Ese contrato es considerado en la actualidad como uno de los peores concedidos en tiempos recientes, ya que en las tres campañas siguientes Wells dio marcha atrás y de hecho tocó fondo el año pasado con promedio de .260, 15 jonrones y 66 remolcadas. Lo peor es que no podrán desprenderse de sus servicios, ya que aún se le deben 107 millones.

Otros puestos en la alineación estarán ocupados por jugadores que deberían considerarse como de transición, como el jardinero derecho dominicano José Bautista, el campocorto venezolano Alex González, el tercera base dominicano Edwin Encarnación y el catcher John Buck. Toronto tiene en cola de espera a diversos prospectos para esas posiciones que por lo pronto sumarán experiencia en las menores.