El calvario de Kelvim

Kelvim Escobar comenzó, por tercer año corrido, la campaña en la lista de incapacitados. El derecho, de los Mets, cuenta su lucha por mantener su carrera.

 

La campaña de 2010 no ha sido muy diferente para Kelvim Escobar en comparación con las dos anteriores campañas, luego de iniciar nuevamente el año en la lista de incapacitados.

 

Desde 2007 sólo ha podido lanzar un partido en las mayores, el año pasado, por recaídas en su hombro derecho operado. Aún así, los Mets de Nueva York lo firmaron para integrar su bullpen, pero han tenido que ser pacientes con el progreso del varguense.

 

“El mánager (Jerry Manuel), el gerente (Omar Minaya) me han apoyado muchísimo”, aseguró a PANORAMA el lanzador, de 34 años, durante el Spring Training en Port St. Lucie.

 

“Siempre están diciéndome que no me preocupe”, agregó. “Que no me quieren para abril o para mayo, que ellos no van a ganar la Serie Mundial en esos meses, que me necesitan para largo tiempo. La temporada es de seis meses y (piden) que me tome mi tiempo, que no me apure, que lleve las cosas con calma, con paciencia”.

Y si de calma y paciencia se trata, el derecho debería ser premiado por ello. Luego de tener la mejor campaña de su carrera en 2007 (18-7, 3.40), se perdió toda la zafra de 2008 por la operación. En 2009 quiso volver, tuvo una apertura, pero recayó nuevamente. Este año las molestias no han desaparecido de su hombro y ha tenido que seguir ejercitándose aparte de sus compañeros.

 

“De verdad que ha sido un calvario”, confesó. “He pensado muchas veces en dejarlo todo, irme para la casa, compartir con mi familia, estar tranquilo, pero mientras los médicos me sigan diciendo que voy a estar bien, que siga intentándolo, que es cuestión de fortalecer y encontrar la estabilidad en mi hombro, eso es lo que me tiene aquí. Por eso es que todavía ves a Kelvim luchando, tratando de recuperar su salud y seguir jugando”.

 

Las experiencias anteriores lo han ayudado a perfeccionar su paciencia. Por eso no se coloca un tiempo estimado para su posible retorno al montículo.

 

“Me estoy tomando las cosas día a día: llegar al estadio a hacer lo que tengo que hacer, entrenar fuerte, pasar la página, prepararme para el siguiente día, y así sucesivamente”, contó. “No quiero adelantarme mucho a los sucesos, porque eso es lo que me ha pasado en estas dos recaídas, que han sido bastante fuerte, y pienso que eso para mí va a ser muy importante la paciencia y seguir positivo, con mucha fe”.

 

Otro aspecto que ayuda a la fortaleza mental del guaireño es la visualización. Por eso espera tener la oportunidad de relevar a Johan Santana y ponerle en bandeja de plata un salvado a Francisco Rodríguez este año.

 

“La visualización es importante y te ayuda a pensar positivo, a estar optimista, a tener fe”, recalcó. “Siempre me he visualizado pitcheando detrás de Johan, y después que venga Francisco. Eso sería fantástico para tres lanzadores de Venezuela. Seríamos noticia en nuestro país, donde el pasatiempo es el béisbol. Ser partícipe de un momento como ese me haría sentir orgulloso”.

 

Escobar reconoce que sus esfuerzos por retornar a la lomita los hace por amor al deporte, no por necesidad.

 

“Yo he luchado muchísimo, he sacrificado muchísimo por la salud de mi hombro, por seguir jugando”, indicó. “Yo estoy súper complacido, súper contento con mi carrera. No es todo el mundo el que tiene la oportunidad de jugar más de 10 años en Grandes Ligas, yo tengo 12 años de servicio, y solamente (estoy) luchando para ver si vuelvo a jugar”.

 

“Todavía me siento joven y sé que puedo dar más de lo que he dado, y quiero seguir cosechando éxitos, números personales para un lanzador venezolano”, agregó. “Ya gané lo suficiente (económicamente) para estar tranquilo, para que mi familia esté tranquila. Yo amo el béisbol, es lo que siempre he hecho desde niño. Quiero seguir jugando y sé que recuperando mi salud voy a demostrar que queda Kelvim para rato”.

 

El derecho se muestra muy optimista en su recuperación, a pesar que le ha costado sacar fuerzas para continuar su rehabilitación.

 

“¿De dónde la saco? La verdad que no sé. Para mí es difícil, porque la rutina, mentalmente, me cansa. Físicamente, a mí me encanta entrenar y siempre estoy metido en el gimnasio, pero el hecho de no poder estar compitiendo, que es lo que más me gusta, es la parte más difícil”, declaró. “Hay días que me pierdo y lo que me provoca es salir corriendo y dejarlo todo. Pero ya lo dije, me voy a dar una oportunidad más. Que sea lo que Dios quiera. Estoy entrenando fuerte, como lo he hecho estos tres años, pero ésta va a ser la tercera vez que me voy a dar la oportunidad de regresar, y si mi hombro no se siente bien, voy a buscar una resonancia magnética, que me diga qué es lo que tengo y tomaré una decisión”.

 

Dicen que a la tercera va la vencida. ¿Será así para Escobar?