Olivo, doblemente feliz
Colorado. Miguel Olivo dirige una orquesta llamada felicidad. Su alegría se debe a que por primera vez en su carrera registra un promedio de bateo por encima de .270 y a que ha sido el receptor de lanzador que cree merece el Cy Young.
Olivo describe su actuación en la actual campaña como de calidad. Sus palabras no se detienen en la conformidad. Y ni hablar de cómo describe lo ejecutado por Ubaldo Jiménez en un estadio que es poco cariñoso para lanzar como es el Coors Field.
“Primero que todo, yo me siento bien y contento por la temporada que llevo. Gracias a Dios ha sido mejor de lo que esperaba”, son las primeras palabras del receptor a Multimedios del Caribe.
“Nunca antes había tenido un promedio de .270 ó .280 y eso significa mucho para mí. Eso quiere decir que he aportado más que antes”, dice Miguel en el camerino de los Rockies de Colorado.
¿Qué has hecho para tener ese average? “Mucho trabajo. Concentrarme en batear para la banda contraria. Este año he podido irme más al lado derecho. El que puede batear por ese lado da más hits y eso te ayuda a que te ponches menos”, apunta el nativo de Villa Vásquez, en el noroeste de la República Dominicana.
Los ponches han sido la némesis de Olivo durante su carrera. “A veces uno se desespera, pero también los años en Grandes Ligas de algo te sirven. Los pitcheos malos hay que dejárselos al pitcher contrario y a su catcher.
Yo reconozco que soy agresivo, pero este año he tratado de ser más selectivo, que era algo que me hacía falta”, expone. Antes de la jornada de anoche, Miguel tiene average de .275, con 13 jonrones y 56 remolcadas. Además, tiene seis triples y 15 dobles. Se ha ponchado en 107 ocasiones en 363 turnos consumidos en 100 juegos. Ha tomado 25 bases por bolas.
Sobre Ubaldo Jiménez
No muy lejos de Olivo, Ubaldo Jiménez recogía unas pertenencias. Había terminado su juego contra los Diamondbacks de Arizona, encuentro en el que salió sin decisión, y no hubo que hacerle saber al catcher que el tema a tratar era Jiménez.
“Para mí ese es el Cy Young. Hay que ver los juegos que ha salido sin decisión y que tiene menos derrotas que los demás y que los juegos que ha perdido en su mayoría han sido cerrados”, opina Miguel.
“Ganar 18 juegos en este parque, que es un récord que él tiene, no es fácil. Yo espero que sean 20 o más. Es un fajador y me siento orgulloso de ser su receptor”, agrega Olivo, quien trabaja de cerca con Jiménez antes de cada apertura, al punto de que batea temprano en las rondas de entrenamiento para reunirse con el serpentinero y tratar una amplia variedad de puntos. “Nosotros somos como hermanitos y me alegra saber que en muchas ocasiones se lleva de mis recomendaciones”, dice el veterano máscara.
Inició en 2002 con los Medias Blancas de Chicago y ha estado con los Marineros de Seattle, Padres de San Diego, Marlins de la Florida, Reales de Kansas City y ahora los Rockies. “Tenemos buena química y hemos logrado muchas cosas juntos. Desde el no hitter hasta la victoria del récord. Él es uno de los mejores pitchers de Grandes Ligas”, comenta finalmente Olivo.
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