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BEISBOL 007

La Familia Magallanera 28/01/2011

La Familia Magallanera   28/01/2011

28 enero 2011

La Familia Magallanera

Luis Cisneros Cróquer 

"LLUEVE Y ESCAMPA", de modo que, al pasar la lluvia y llegar la calma del tiempo, hay que proponernos enderezar entuertos y salir avante con nuestro equipo. Las correcciones no solo de forma sino de fondo tienen que madurarse en las mejores mentes, alejadas de prejuicios y recriminaciones hacia los demás, atendiendo el tamaño de nuestras propias responsabilidades. Para no errar, en lo posible, es imperioso apartar el silencio y mostrarnos, si no locuaces, por lo menos oportunos en las explicaciones llenas de sensatez. A TODOS le puede ocurrir, le acaba de pasar al Caracas que todavía no sabe cómo se desplomó. Pero el mal de otros no debe ser consuelo nuestro. Y ya la situación se repite por años. ESTAMOS OBLIGADOS, los magallaneros, a ser fieles a la divisa que abrazamos e igualmente a comprender que el camino pudiera no ser tan corto, que es asunto de recomenzar para estructurar una divisa con futuro y disminuir los errores de organización, de conducción. POR LO PRONTO, mi consejo, producto de haber visto pasar mucha agua bajo los puentes, es no ocultarse, no huir hacia delante, seleccionar las frases, pero echarlas a volar para que fluya la energía de la esperanza y se extienda la confianza. NO HAY QUE OLVIDAR la disciplina y el respeto en la cueva. Y del mismo modo el comportamiento que como profesionales deben observar peloteros criollos e importados, que muchas veces en sitios de excesiva alegría se pasan, y luego en el campo ponen la torta sin que se le encuentre otra explicación. Esa disciplina no se debe aflojar nunca. 

ME PARECE oportuno que un directivo con la autoridad integral debe viajar para conversar con Carlos García y solicitarle su opinión sobre lo que nos ha pasado, no solamente ahora, sino en los últimos tiempos, y conversar con periodistas y aficionados de buena fe y con conocimientos y amor por la divisa. De cualquier lugar puede saltar una liebre, una idea, la ayuda requerida en el momento más preciado. LOS DUEÑOS del Magallanes son, como se reconoce, quienes lo respaldan en la tribuna y con el dinero que invierten en asistir a los parques... TRIO DE DUPLETAS las de Los Caribes: Endy y Amarista; Kroeger y Jiménez; Cachi y Suárez. JULIO FRANCO, sin acumular experiencia en la función de manager, ha realizado una encomiable labor para conservar la armonía y el espíritu de lucha de su equipo. LAS TRIBUNAS en el Estadio Chico Carrasquel con una desbordada afición, tienen una fuerte carga magallanera... LOS LARENSES están de plácemes con el bateo de Luis Jiménez. Julio Chirinos, un cardenal que vive en San Diego, no se cansa de elogiar al regio zurdo que refuerza a los Caribes... POR SU PARTE, los Tiburones tienen en su capitán, "El Cachi" de Maracay, junto a Suárez, su mejor representación. Ya lo había dicho: "Si el Cachi responde, hay Caribes para rato". LA DIFICULTAD de siempre, la ausencia de abridores, será al final la falla principal de la representación venezolana a la Serie del Caribe. LA POCA ASISTENCIA de público en el Estadio de San Juan de Puerto Rico, le brindó oportunidad a la plaza de la ciudad de Mayagüez. Así que los boricuas confían en esa afición para dar un buen espectáculo. LOS TIGRES NO SE RINDEN, hay que pelearlos duramente hasta el final. Si ganan hoy y empatan la serie viajan para la "caldera del diablo". FREDY PEÑA PERELLI me envía notas históricas del Bolas Club, el Hogar de Chito Peña. En sucesivas entregas abriré espacio para mencionar al "gentío" de tan amena y sabrosa narración. Gracias Fredy... LUIS EDUARDO APONTE BORRAS jamás ha desesperado, tiene temple para esperar y cree en la justicia de los hombres y de Dios. REINTEGRO DE PLATA: Para los abonados de round robin y final, entrega desde el 24 enero al 28 de febrero. Oficina: C.C. Caribbean Plaza, Modulo 9, Local 182. Si no lo reclaman, se les abonará a cuenta la próxima temporada. Apúrense. MAGALLANERO no deja de serlo. Son noventa y dos años de vida deportiva que no se echan por la borda por una tormenta que, como todo, tiene también su tiempo de calma, oración y vida.

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