Juan Vené en la Pelota
La esposa de DiMaggio lo puso a batear bien
Mérida, Yucatán (VIP WIRE).
"Se le llama adulterio porque solo caen en eso los adultos". La Pimpi
-o-o-o-o-
Para el beisbol, el año 1941 tuvo un encanto muy especial... ¡Hace 70 años!
Fue cuando el último bateador con 400 o más de promedio en una temporada de Grandes Ligas, Ted Williams. No solo terminó con 406, sino que le alcanzaron los seis meses para sacar 37 jonrones y remolcar 120 carreras.
En 1941 el equipo desconocido de Venezuela ganó la Serie Mundial de Beisbol Aficionado en La Habana, titulándose en juego extra frente los favoritos de Cuba. Daniel (El Chino) Canónico fue superior el magnate del montículo en la época, Conrado Marrero.
Este hecho fue lo que inspiró a los venezolanos para convertir al beisbol en el deporte número uno, número dos y número tres de la Nación.
Y el 15 de mayo de 1941 comenzó Joe DiMaggio la cadena de 56 juegos conectando incogibles. Por cierto que días antes de comenzar esa seguidilla, Joe declaró a los reporteros...:
"Estoy en el peor slump que haya sufrido".
A diario era abucheado en Yankee Stadium.
Pero, como lo cuenta Kostya Kennedy en su libro "56", que acaba de aparecer, una actriz muy hermosa y rubia, esposa de DiMaggio, y no llamada Marilyn Monroe, lo sacó de ese marasmo. Fue Dorothy Arnold, su primera esposa.
Ella sabía muy poco de beisbol, pero iba a los juegos, y se sentaba en las tribunas tras el home-plate.
"Si quieres te digo algo que he captado", le susurró ella muy tímida, cuando regresaban a la casa, después de cierto juego, y lo vio malhumorado, preocupado.
"A ver, ¿de qué se trata?... dime".
"Siempre te veía tirarle a la pelota en forma muy bonita. El número 5 en tu espalda se mantenía en su giro a un solo nivel, derechito... Pero ahora no. Cuando mueves el bate, el 5 se ve feo, y parece que, en vez de girar unido a tu espalda, estuviera cayendo. Eso me ha extrañado".
DiMaggio entonces sonreía, y la besó agradecido. Al día siguiente llegó más temprano que nunca al estadio, practicó bateo durante cerca de una hora, atendiendo a cómo giraba su cuerpo.
Esa tarde bateó un hit en cuatro turnos frente a Eddie Smith, de los Medias Blancas. Y logró hits en los 55 juegos siguientes... Es la historia de uno de los récords eternos. "The last magic number in sports", lo llama Kenndy.
Retazos.- ** Este fin de semana lo pasa Luis Salazar en el quirófano del Orlando Regional Medical Center, donde le realizan la tercera y la cuarta operaciones en la cara. Una de estas dos es para tratar de salvarle la visión del ojo izquierdo, la cual no es ahora de ciento por ciento. Luis, manager del equipo clase A de los Bravos, estaba en el dugout de 1B del Champion Stadium, en Lake Buena Vista, Florida, cuando el miércoles Brian McCann, slugger zurdo y receptor del club de Atlanta, conectó línea de foul, cuya pelota le destrozó la cara. El venezolano está en sus 54 años... ** Cliff Lee no hubiera firmado con los Yankees, en caso de no haber llegado a un acuerdo con los Phillies. Su segunda opción eran los Rangers, según lo dijo a través de una radioemisora de Philadelphia. También recalcó que no quiere jugar con el club del Bronx, "porque esos son una cuerda de viejos"...
Gracias a la vida que me ha dado tanto, incluso un lector como tú...
beisbol5@aol.com
Mérida, Yucatán (VIP WIRE).
"Se le llama adulterio porque solo caen en eso los adultos". La Pimpi
-o-o-o-o-
Para el beisbol, el año 1941 tuvo un encanto muy especial... ¡Hace 70 años!
Fue cuando el último bateador con 400 o más de promedio en una temporada de Grandes Ligas, Ted Williams. No solo terminó con 406, sino que le alcanzaron los seis meses para sacar 37 jonrones y remolcar 120 carreras.
En 1941 el equipo desconocido de Venezuela ganó la Serie Mundial de Beisbol Aficionado en La Habana, titulándose en juego extra frente los favoritos de Cuba. Daniel (El Chino) Canónico fue superior el magnate del montículo en la época, Conrado Marrero.
Este hecho fue lo que inspiró a los venezolanos para convertir al beisbol en el deporte número uno, número dos y número tres de la Nación.
Y el 15 de mayo de 1941 comenzó Joe DiMaggio la cadena de 56 juegos conectando incogibles. Por cierto que días antes de comenzar esa seguidilla, Joe declaró a los reporteros...:
"Estoy en el peor slump que haya sufrido".
A diario era abucheado en Yankee Stadium.
Pero, como lo cuenta Kostya Kennedy en su libro "56", que acaba de aparecer, una actriz muy hermosa y rubia, esposa de DiMaggio, y no llamada Marilyn Monroe, lo sacó de ese marasmo. Fue Dorothy Arnold, su primera esposa.
Ella sabía muy poco de beisbol, pero iba a los juegos, y se sentaba en las tribunas tras el home-plate.
"Si quieres te digo algo que he captado", le susurró ella muy tímida, cuando regresaban a la casa, después de cierto juego, y lo vio malhumorado, preocupado.
"A ver, ¿de qué se trata?... dime".
"Siempre te veía tirarle a la pelota en forma muy bonita. El número 5 en tu espalda se mantenía en su giro a un solo nivel, derechito... Pero ahora no. Cuando mueves el bate, el 5 se ve feo, y parece que, en vez de girar unido a tu espalda, estuviera cayendo. Eso me ha extrañado".
DiMaggio entonces sonreía, y la besó agradecido. Al día siguiente llegó más temprano que nunca al estadio, practicó bateo durante cerca de una hora, atendiendo a cómo giraba su cuerpo.
Esa tarde bateó un hit en cuatro turnos frente a Eddie Smith, de los Medias Blancas. Y logró hits en los 55 juegos siguientes... Es la historia de uno de los récords eternos. "The last magic number in sports", lo llama Kenndy.
Retazos.- ** Este fin de semana lo pasa Luis Salazar en el quirófano del Orlando Regional Medical Center, donde le realizan la tercera y la cuarta operaciones en la cara. Una de estas dos es para tratar de salvarle la visión del ojo izquierdo, la cual no es ahora de ciento por ciento. Luis, manager del equipo clase A de los Bravos, estaba en el dugout de 1B del Champion Stadium, en Lake Buena Vista, Florida, cuando el miércoles Brian McCann, slugger zurdo y receptor del club de Atlanta, conectó línea de foul, cuya pelota le destrozó la cara. El venezolano está en sus 54 años... ** Cliff Lee no hubiera firmado con los Yankees, en caso de no haber llegado a un acuerdo con los Phillies. Su segunda opción eran los Rangers, según lo dijo a través de una radioemisora de Philadelphia. También recalcó que no quiere jugar con el club del Bronx, "porque esos son una cuerda de viejos"...
Gracias a la vida que me ha dado tanto, incluso un lector como tú...
beisbol5@aol.com
0 comentarios