POCOS CONOCEN AL ESTELAR TURKEY STEARNS
Por Andrés Pascual
Si los fanáticos cubanos recuerdan a Felipe Sarduy, un inicialista zurdo que bateaba parado completamente con las muñecas casi a nivel de la cintura; entonces se pueden imaginar la forma como lo hacía uno de los más grandes bateadores de la historia del beisbol sepia: “Turkey” Stearnes, el gran artillero de las Estrellas de Detroit en el circuito negro del período 1920-1935 y, junto a Ty Cobb y Al Kaline, las tres joyas del beisbol de la Ciudad Automotriz y la Motown Records.
Por su forma de batear, poco ortodoxa, de Stearnes, comúnmente, se dice que peor que la de Stan Musial y que la de Gil McDougal; pero eso no es interesante si, el bombardeo con artillería pesada que sale del plato es, rigurosamente, destructor como el de Turkey.
Norman “Turkey” Stearnes nació el 8 de mayo de 1901 en Nashville; pero su carrera como jugador extraordinario se inicio en Detroit, con las Estrellas de la ciudad, en el circuito sepia.
Su debut, impresionantes para un recluta, fue la presentación de las credenciales de uno de los mejores bateadores de la historia del pasatiempo: 17 jonrones, segundo del líder ese año, Oscar “Heavy” Johnson, que dio 18 y .365 de promedio.
En 1932 fue enviado al Chicago American Giants donde ganó los lideratos en dobles, triples, jonrones y bases robadas, algo nunca igualado en el beisbol de los blancos y solo hecho por Oscar Charleston algunos años antes.
Entre 1933 y 1935 promedió .342, .374 y .430, su más alto en una temporada. En su carrera ganó tres campeonatos de bateo y seis en jonrones. Solo Willard Brown acaparó más liderazgos por temporadas que Turkey y muchos historiadores del beisbol no se esconden para reafirmarlo como el mejor primer bate de la historia, por encima incluso de Rickey Henderson con su carrera en el Beisbol Organizado..
El artillero zurdo, que asistió a cinco Juegos de Estrellas, fue cambiado a los Monarcas de Kansas City en 1940, con los que actuó hasta 1942; sin embargo, cuando Branch Rickey creó la Liga de Estados Unidos en 1945, Turkey Stearnes le respondió positivamente al Gran Innovador del Beisbol y jugó ese año con los Cachorros de Toledo, verdadero último año del pelotero..
Según Satchel Paige, Stearnes no tenía algo diferente al bate que Josh Gibson como no fuera “que bateaba a la zurda”.
En una oportunidad, un periodista le preguntó en Nueva York a Jimmy Bell, el legendario Cool Papa, por Turkey Stearnes y sus posibilidades de ser elegido a Cooperstown algun día y el sensacional ex outfielder le respondió: “Si Turkey no puede estar allí a mí deben sacarme ya…”
En el 2000, las puertas del controversial Templo con sede en el pueblito de Nueva York se abrieron para uno de los mejores bateadores de ligas negras y del beisbol en general; por supuesto, tarde, algo que tiene como vicio el grupo que vota por los veteranos.
Turkey Stearnes falleció en Detroit, el 4 de septiembre de 1979. Cuando, en 1971, le preguntaron en Kansas City por su total de jonrones, con honestidad y haciendo valer que lo importante de un juego es ganar, declaró: “Nunca conté mis jonrones; si no ganaba, lo que yo hiciera no me resultaba interesante…” Voz autorizada de una época que han enterrado los enemigos del beisbol para siempre; a pesar de su decencia, de su entrega y de su clase profesional y humana para el pasatiempo.
Si los fanáticos cubanos recuerdan a Felipe Sarduy, un inicialista zurdo que bateaba parado completamente con las muñecas casi a nivel de la cintura; entonces se pueden imaginar la forma como lo hacía uno de los más grandes bateadores de la historia del beisbol sepia: “Turkey” Stearnes, el gran artillero de las Estrellas de Detroit en el circuito negro del período 1920-1935 y, junto a Ty Cobb y Al Kaline, las tres joyas del beisbol de la Ciudad Automotriz y la Motown Records.
Por su forma de batear, poco ortodoxa, de Stearnes, comúnmente, se dice que peor que la de Stan Musial y que la de Gil McDougal; pero eso no es interesante si, el bombardeo con artillería pesada que sale del plato es, rigurosamente, destructor como el de Turkey.
Norman “Turkey” Stearnes nació el 8 de mayo de 1901 en Nashville; pero su carrera como jugador extraordinario se inicio en Detroit, con las Estrellas de la ciudad, en el circuito sepia.
Su debut, impresionantes para un recluta, fue la presentación de las credenciales de uno de los mejores bateadores de la historia del pasatiempo: 17 jonrones, segundo del líder ese año, Oscar “Heavy” Johnson, que dio 18 y .365 de promedio.
En 1932 fue enviado al Chicago American Giants donde ganó los lideratos en dobles, triples, jonrones y bases robadas, algo nunca igualado en el beisbol de los blancos y solo hecho por Oscar Charleston algunos años antes.
Entre 1933 y 1935 promedió .342, .374 y .430, su más alto en una temporada. En su carrera ganó tres campeonatos de bateo y seis en jonrones. Solo Willard Brown acaparó más liderazgos por temporadas que Turkey y muchos historiadores del beisbol no se esconden para reafirmarlo como el mejor primer bate de la historia, por encima incluso de Rickey Henderson con su carrera en el Beisbol Organizado..
El artillero zurdo, que asistió a cinco Juegos de Estrellas, fue cambiado a los Monarcas de Kansas City en 1940, con los que actuó hasta 1942; sin embargo, cuando Branch Rickey creó la Liga de Estados Unidos en 1945, Turkey Stearnes le respondió positivamente al Gran Innovador del Beisbol y jugó ese año con los Cachorros de Toledo, verdadero último año del pelotero..
Según Satchel Paige, Stearnes no tenía algo diferente al bate que Josh Gibson como no fuera “que bateaba a la zurda”.
En una oportunidad, un periodista le preguntó en Nueva York a Jimmy Bell, el legendario Cool Papa, por Turkey Stearnes y sus posibilidades de ser elegido a Cooperstown algun día y el sensacional ex outfielder le respondió: “Si Turkey no puede estar allí a mí deben sacarme ya…”
En el 2000, las puertas del controversial Templo con sede en el pueblito de Nueva York se abrieron para uno de los mejores bateadores de ligas negras y del beisbol en general; por supuesto, tarde, algo que tiene como vicio el grupo que vota por los veteranos.
Turkey Stearnes falleció en Detroit, el 4 de septiembre de 1979. Cuando, en 1971, le preguntaron en Kansas City por su total de jonrones, con honestidad y haciendo valer que lo importante de un juego es ganar, declaró: “Nunca conté mis jonrones; si no ganaba, lo que yo hiciera no me resultaba interesante…” Voz autorizada de una época que han enterrado los enemigos del beisbol para siempre; a pesar de su decencia, de su entrega y de su clase profesional y humana para el pasatiempo.
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