Fue inolvidable el logro de Mariano Rivera en el Bronx
NUEVA YORK - La venenosa recta cortada le llega a los bateadores como una sierra, ha roto un sinnúmero de bates en estadios de Grandes Ligas y es el pitcheo responsable de más de 600 juegos salvados. También es increíble por su simplicidad.
Dos dedos encima de la pelota, inclinados un poco hacia adentro, con más presión del dedo mayor, con el pulgar debajo de la bola. Mariano Rivera no fue el primero en tirar así, pero se puede argumentar que es el mejor que lo ha intentado.
El famoso lanzamiento del panameño de 42 años tiene al cerrador de los Yankees rumbo a Cooperstown, con una candidatura que se reforzó aun más en septiembre, cuando el derecho superó a Trevor Hoffman para convertirse en el líder de todos los tiempos en salvamentos.
"Eso significa que estás viejo", dijo un Rivera sonriente. "Definitivamente, significa que tienes que pitchar...lo he hecho durante 15 años. Es una bendición. Nunca pensé que lo haría por tantos años y que podría lograr el récord."
Ya considerado por muchos como el mejor cerrador de la historia, Rivera confirmó dicha condición en el 2011. Llegó a la temporada a sólo 42 rescates de Hoffman en la lista de todos los tiempos-una coincidencia que no pasó desapercibida, ya que el istmeño viste el número 42 en su uniforme-y terminó el año con 44 y un total de 603 de por vida.
"Creo que eso simple y llanamente le pone el sello: es el mejor cerrador de todos los tiempos", dijo el manager de los Yankees, Joe Girardi. "No quiero quitarle nada a Trevor Hoffman, pero cuando has estado cerca de Mo tanto tiempo como yo, has visto muchas cosas especiales."
Eso significa que Rivera llegará al 2012 con la única meta individual de supera su propio récord. Se trata del hombre que llegó a Grandes Ligas en 1995 como abridor y empezó su marcha hacia la cima de los juegos salvados con su primero el 17 de mayo de 1996.
"Merece todos los elogios que recibe", dijo su compañero de equipo de toda la vida en los Yankees, Derek Jeter. "Hizo algo que nadie más ha podido hacer. Lo impresionante es que lleva más en postemporada. Eso es lo que lo separa de los demás."
Ah sí. Rumbo a cinco anillos de campeón, Rivera ha lanzado en 96 partidos de postempraoda-41 más que cualquier otro en la historia-y ha logrado la mejor efectividad (0.70) de todos los tiempos y ha salvado la mayor cantidad de juegos (42).
Parece que nadie llegará cerca de sus récords en un futuro cercano. El dominicano Francisco Cordero, de 36 años, está segundo entre los pitchers activos en la lista de todos los tiempos de rescates con 327; Jason Isringhausen, de 38, lleva 300 salvamentos, mientras que el venezolano Francisco Rodríguez, de 29, le sigue con 291.
"No creo que veamos a nadie superar ese número en nuestras vidas", dijo Girardi. "De verdad que no."
La tarde en que Rivera superó a Hoffman, sus compañeros en el Bronx se aseguraron de que Rivera estuviera solo de verdad con su logro. Luego de abrazos y apretones de mano, los jugadores se retiraron del terreno, dejando a Rivera en el centro del gran escenario.
"Fue maravillosa la recepción. Fue sobresaliente", dijo Rivera. "No pude haber pedido nada diferente. Por primera vez en mi carrera, estoy solo en el montículo-no hay nadie detrás de mí ni delante de mí. No puedo describir la sensación. No tiene precio."
Entre saludar a los espectadores y preguntarse, "¿Qué pasará ahora?", Rivera fue testigo de la adulación de los fanáticos, muchos de los cuales han aplaudido sus hazañas desde el principio.
"Mo es especial", dijo el receptor boricua Jorge Posada. "No se trata de lo que trae el terreno. En sentido general es un ser humano especial. Tiene un gran corazón. Nada me sorprende. Sin (Rivera) no hubiéramos ganado los campeonatos, no hubiéramos ido a playoffs, no hubiéramos hecho muchas cosas que sí pudimos hacer con él."
En 1994, cuando estaban juntos en Triple-A Columbus, Posada sabía que Rivera era un lanzador especial.
"Había algo extra en esa recta que nadie más tenía, la vida que salía de su mano", expresó el cátcher. "Todo lo que ha hecho aquí (en Grandes Ligas), lo vimos allí (en liga menor)."
Una clave del éxito de Rivera ha sido su gran control, lo cual desarrolló tirando piedras como niño en Panamá. Utiliza dicho control para bromear con los compañeros en los Yankees, tirando semillitas o goma de mascar a los otros integrantes del equipo con mucha precisión.
Dicha precisión se vio en el montículo, por supuesto. Girardi dijo que lo único que tenían que hacer los receptores era señalar una localización y esperar que Rivera diera en el blanco. El lanzamiento era muy difícil para los bateadores zurdos, rompiendo hacia adentro en el último momento.
"Recuerdo una vez que (el cubano) Rafael Palmeiro dijo, 'No sé por qué me mandan a batear. El único lugar que puedo darle a la bola es a territorio foul", relató Girardi. "Y ése fue uno de los mejores bateadores de nuestra generación. Así de bueno era su material."
Con la excepción de unas pocas millas que ha perdido en la recta, el 12 veces convocado al Juego de Estrellas sigue con la compostura y el comando de siempre. Rivera sólo se ha comprometido para lanzar en el 2012, pero los Yankees esperan que su espectáculo siga más allá de eso.
"Todo lo de Mariano es increíble", dijo el tercera base de los Yankees, Alex Rodríguez. "Es sinónimo de grandeza y los Yankees. En 100 años, la gente dirá, 'Vimos al mejor cerrador de todos los tiempo. Soy como ustedes. Soy testigo de la historia."
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