DAVID CONCEPCIÓN Y COOPERSTOWN
Por Andrés Pascual
Para medir a jugadores de peso e importancia en el beisbol, por lo general acostumbro a decir que fue “un buen…”, si cubría la posición con decencia; que fue “un gran jugador…” si lo hacía mucho mejor; pero, si fue el primero en la faena durante un período de entre 8-10 años, entonces el hombre es un inmortal genuino…el venezolano David Concepción es un miembro legítimo de Cooperstown, a quien le están escamoteando su derecho como integrante del róster de peloteros que son la leyenda del beisbol en niveles de Salón de la Fama, ¿Por qué? Vaya usted a saber…
Al margen de la enfermiza y viciada “hermandad regional” que nadie cree, solo por lo que hizo y representa la insignia de los Tigres de Aragua, nadie tiene el mínimo argumento para convencerme de que Concepción no mereció la exaltación al recinto desde que se inició su calvario con la Asociación de Cronistas que, increíblemente, continúa con el Comité de Veteranos.
Ya el venezolano no es el mejor torpedero del Cinci de Todos los Tiempos, ese lugar le pertenece por números y carácter de liderazgo a Barry Larkin, pero el paisano de Vizquel es un inmortal que nunca debió salir a “buscarse la vida” en los vericuetos del Comité de Veteranos.
Es una pena que estos señores que votan incidan tan a menudo en lo que, para ser decentes, llamamos “injusticia”, cuando merecen una palabra ofensiva e impublicable.
Yo no creo que, en el caso Concepción, incida el tan manoseado racismo, porque en Grandes Ligas ya no existe el flagelo ni contra negros ni contra hispanos negros o blancos, aunque la oportunista legión de liberales todavía levanten una bandera que no solo perdió la vigencia, sino que apesta.
Concepción bateo .267 con 101 jonrones, 950 carreras impulsadas, 389 dobles, 48 biangulares, 321 bases robadas, dos campañas sobre .300. Fildeó para .971.
El ex torpedero, al que descubrió y firmó para los Rojos el cubano Wilfredo Calviño a finales de los 60’s en su patria, estuvo en 9 Juegos de Estrellas, obtuvo 2 Bates de Plata y 5 Guantes de Oro, su promedio de embasamiento fue de .322 y el de slugging .357, lo que sumados arrojan .679.
Aunque sus números no espantan, nadie debe confundirse, hay que ubicarlo justamente como torpedero, lo que quiere decir que no son guarismo montoneros, precisamente, por la posición que cubrió. Promedios mejores quedan a cargo de unos cuantos torpederos en la historia del juego o en jugadores cuyas bases exigen el bateo como atributo obligatorio.
Resulta que David Concepción fue el shortstop de la era más grandiosa del Cincinnatti en Grandes Ligas, posiblemente el club más poderoso desde 1960 hasta hoy, en el que influir por la capacidad de liderazgo era un verdadero problema, porque ese róster tuvo a Foster, a Bench, a Tani Pérez, a Joe Morgan o a Ken Griffey en función de bujías de arrancada.
Sin embargo, el venezolano resplandeció entre aquellas estrellas y se construyó un nombre que, nadie lo dude, en lo profundo de su razón de ser, Cooperstown lo reclama, una opinión contraria sería por bajas e inservibles pasiones.
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