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BEISBOL 007

FALTA UNO DE LOS “PR IMEROS HISPANOS” EN LA LISTA‏

Por Andrés Pascual

Yo le llamo “complejo raro” al hecho de que, cada dos días, un cronista latinoamericano le estregue en el hocico a cualquiera que “Clemente es el símbolo de…”. Y Roberto es uno de mis ídolos, pero por lo que hizo en el terreno, no por esas circunstancias viciosas de la política de izquierda antiamericana, que quieren vender la imagen deportiva del extraordinario jugador encubierta como “la voz que se alzó por los derechos de…”.

Los primeros hispanos en el Beisbol Organizado y en el beisbol regional son los cubanos, incluso en el beisbol sepia americano, del que son los dueños de la representación por la cantidad y la calidad de sus jugadores.

Es común que una gran parte del área hispana, la que logró invadir e imponerse en el mercado del beisbol americano por las medidas de la tiranía contra el pueblo cubano, trate poco al circuito negro, lo que tiene su origen en que no brillaron ni fueron representados en ese beisbol ni con la clase ni con la cantidad meritoria como para llenar una cuartilla; mas allá de Coimbre, de Horacio, de Millito y de Canena Márquez, “se secó el manantial”.

Armandito, el primer umpire; Miñoso, el primer negro; Bellán, el primero siglo antepasado; Marsans y Almeida, los primeros era moderna pionera; Luque, el primero en jugar en Serie Mundial, el más ganador y el primer champion pitcher con récord de ganados (27) y el primero en clp (dos veces), en juegos competos y lechadas, también el pitcher de más edad en ganar un juego de Serie Mundial para todo el beisbol (1932), único que lanzó en la del Escándalo de 1919; otra vez Marsans, el primer bateador sobre .300 y el primero en recibir votos para MVP; Mike González, el primer manager, interino; Prestón Gómez, el primero a tiempo completo; Humberto Fernández, el primer shortstop que bateó más de 10 jonrones, con 20, para el Detroit; Versalles, el primer MVP; Mike Cuéllar, el primer Cy Young; Alexeiv Ramírez, primero en jugar en Grandes Ligas sin escala en ligas menores; Estalella, el primero que ganó Triple Corona (en ligas menores); Roberto Fernández Tápanes, el primer bateador sobre .400 (ligas menores); los Havana Cubans, el primer club en el Beisbol Organizado; los Cubans Sugar Kings, el primero y el único en nivel superior de juego (Internacional Triple A), hubo un ensayo de meses por los boricuas a principios de los 60’s, pero duró tan poco que ni los puertorriqueños lo saben, fue cuando Castro obligó a que los americanos trasladaran a los Cubans a Jersey City. Y, así…

Lo curioso es que en la patria de los fundadores del manoseado “club de primeros latinos en el beisbol”, desde hace 52 años, saben menos de sus glorias que en México o en Nicaragua; por cierto, únicos países en que se reconoce en toda su extensión la clase, la importancia y la trascendencia del beisbol cubano.

Y eso que Puerto Rico y Venezuela fueron invadidos por la mayoría de los jugadores desterrados desde 1961. Para que se analice si dejaron huella en esos países, cuatro jugadores cubanos fueron los campeones de bateo en Borinquen periodo 1962-65: Tony Oliva, Mike de la Hoz, Tony Taylor y Octavio Rojas, además de muchísimos otros liderazgos.

En Puerto Rico hubo clubes con tantos cubanos que pudieran haberse llamado Almendares, lo mismo sucedió en Venezuela.

Pero hay un primero que no es ni cubano ni venezolano ni dominicano, es nicaragüense, cumplidor absoluto de las virtudes para exhibir con justicia la condición de “sportsmanship”, que es la combinación de la decencia con la caballerosidad, la cultura y la clase profesional en la faena: el nicaragüense Rene Cárdenas fue el encargado de abrirle la difícil senda de las transmisiones en español de los clubes de Grandes Ligas a los hispanos que, por lo frecuente de hoy, se olvidan tan injustamente las glorias y ni se recuentan las memorias.

Parece que tanto el público como los comentaristas en español de los Marlins, del Arizona, de los Yanquis… creen que siempre existió que pudieran narrar o escuchar en la lengua de Cervantes, jugada por jugada y desde el terreno, las incidencias del partido del día.

En 1958, Cárdenas le propuso a la Organización de Walter O’Malley, ante el evidente crecimiento de la población mexicana de California, el experimento, la oficina aceptó e, inmediatamente, comenzó la transmisión directa en español de los Esquivadores, a cargo del propio René que, dos años después, invitó al ecuatoriano Jaime Jarrín, que narraba balompié, a que lo acompañara en funciones.

Lamentablemente, “la prensa y la mala maña” le han escamoteado al nica el lugar que le pertenece para regalárselo al oriundo de Ecuador y, tan lejos se ha bateado esa bola que, por gestiones directas del club, ocupa un lugar en el Salón de la Fama, precisamente, por “fundador de las transmisiones en español”.

Pero René se fue a una nueva franquicia de la expansión de 1961, los Colt’s 45 de Houston, que cambiaron el nombre después a Astros, por mucho mejores condiciones laborables y por la posibilidad de poder ejecutar sus ideas brillantes, como fundar la tan oída en Cuba (onda corta) e Hispanoamérica, Radio Cadena Deportiva Continental de los Astros de Houston, para lo que invitó a que lo acompañara al ya fallecido narrador cubano Orlando Sánchez Diago.

Tan lejos está aquel Houston que fue la época en que el cubano Román Mejías impuso el primer récord de jonrones para el club con 24 en 1963; cuando la segunda base la jugó primero que nadie Nellie Fox, al que sustituyó Joe Morgan; años en que el inmortal Eddie Mathews custodió el tercer cojín.

Rene Cárdenas fue también el primer hispano que narró para un equipo de estadio con techo, el Astrodome y el primero que siguió en cada apertura la consolidación en Grandes Ligas del cubano Mike Cuéllar desde que este fue adquirido por el club en 1966.

Radio y televisión, los Dodgers, los Vigilantes de Texas, el Houston, después de esto, ¿Merece René Cárdenas el recordatorio, de vez en cuando, de parte de una crónica hispana, tan moderna y más apática ante su nombre, que no es capaz de entender que, posiblemente esté ahí, entre otros factores, gracias al querido amigo? Fred Claire, un ex Vicepresidente Ejecutivo de los Dodgers, autoridad respetada en el beisbol, no solo lo considera como deberían todos: más que un sempiterno candidato a Cooperstown, un inmortal que ya debería tener su placa al lado de la de Buck Canel… Yo también lo creo.

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: Uno de los más importantes “primeros” del beisbol hispano

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