El venezolano Marco Scutaro está feliz por volver a su posición favorita
Cuando Marco Scutaro atendió el teléfono el pasado 21 de enero y conoció que había sido cambiado a los Rockies de Colorado se sorprendió, y mucho. Después de vivir su mejor temporada ofensiva con los Medias Rojas de Boston en 2011 -promedió .299 de average con 54 carreras remolcadas, 7 jonrones, 26 dobles y 59 anotadas en 113 encuentros- nunca imaginó que iba a estar vistiendo otra camiseta en 2012, esto pese a la contratación de Nick Punto por parte de los patirrojos. Sin embargo, después de tomarse unos minutos, dijo "ya va, voy a Colorado, donde estaré rodeado de venezolanos y volveré a jugar la segunda base, posición en la que mejor me desempeño".
"Sin duda, me sorprendí cuando me cambiaron", dijo sin tapujos Scutaro vía telefónica desde Miami, donde entrena rumbo a los entrenamientos primaverales.
"Sin embargo, al día siguiente analicé los pro y los contra de mi pase a los Rockies y me contenté porque voy a estar jugando con estrellas criollas de la talla de Carlos González, Ramón Hernández, entre otros; y volveré a ser camarero. Siempre he creído que es en la segunda base donde puedo brillar", comentó quien se convirtió en el octavo venezolano en roster de 40 de Colorado, al unirse a González, Hernández, Jonathan Herrera y a los lanzadores Guillermo Moscoso, Edgmer Escalona, Jhoulys Chacín y Rafael Betancourt.
Eliézer Alfonzo, por su parte, comenzará la campaña en la lista restringida de los Rockies por violar el programa antidopaje de las Grandes Ligas.
"La sensación cuando cambias de equipo es semejante a la que sientes cuando de niño ibas a un colegio nuevo. Siempre tienes el temor de acostumbrarte a las reglas de una nueva organización y su ciudad, a ver y lidiar con peloteros con los que nuca has hablado, entre muchas cosas. Por eso creo que soy afortunado. Llegar a un equipo lleno de venezolanos es un buen inicio", explicó Scutaro, quien irá a su zafra 11 en la gran carpa y además ha vestido las indumentarias de los Mets de Nueva York -donde debutó el 21 de julio de 2002 ante los Rojos de Cincinnati-, Atléticos de Oakland, Azulejos de Toronto y los Medias Rojas de Boston.
Volver a la segunda almohadilla será un reto para el nacido en San Felipe (Yaracuy), quien no defiende esa posición a tiempo completo desde 2008, cuando en su primer año con los Azulejos jugó 50 partidos en el segundo cojín, 56 en el shortstop y 41 en la tercera base.
En 2009 Scutaro solo fue camarero en dos encuentros (143 en el campocorto), en 2012 hizo lo propio en 16 cotejos (132) y en 2011 apenas defendió la segunda base en dos juegos.
"Estoy muy feliz por volver a tener ese rol, pero a la vez será que será un desafío, ya que no cubro esa posición a tiempo completo desde hace mucho tiempo. Sin embargo, estoy seguro que voy a cometer menos errores en segunda. Me siento más cómodo ahí", aseguró quien ganará este año 6 millones de dólares debido a que los Rockies, al tomarlo, ejercieron la opción que tenía su contrato con Boston.
No es atrevido vaticinar el éxito de Scutaro en la segunda base de Colorado.
De por vida, en ese cojín, suma 324 encuentros, 11 errores, 779 asistencias y 180 dobleplays. Su porcentaje de fildeo es de .992.
En el campocorto, a su vez, ha jugado 656 careos, en los cuales ha cometido 70 pifias, 1.745 asistencias, 361 doble matanzas y exhibe un porcentaje de fildeo de .974.
No obstante, más allá de eso, la potencia de su brazo es, según varios reportes de scouts por debajo del promedio (46), por lo que la mudanza a la segunda está hecha a su medida.
Pero eso no es todo.
Su UZR (estadística defensiva avanzada mediante la cual se mide la contribución en salvar carreras de un jugador por encima o por debajo de otro jugador promedio en su posición) es positiva en la intermedia (3.4), mientras que en el campocorto es de -11.7. "Estoy muy emocionado. De hecho ya estoy entrenando duro para llegar al spring training en la mejor forma posible. Ya me adelantaron que seré primer o segundo bate de los Rockies -donde promedia de por vida .278 y .248 de average, respectivamente-, así que tengo que prepararme. Estoy siguiendo mi rutina de todos los años", manifestó quien históricamente ha sido un bateador rendidor en el sexto orden ofensivo con promedio de .326 y en 2011, en ese lugar, exhibió .438.
"Ha sido un año de cambios, pero todos para mejor", concluyó el yaracuyano de 36 años.
LUISCARLOS GONZÁLEZ | EL UNIVERSAL
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