Yoenis Céspedes le pone sabor al 2012 de Oakland‏

Tuve la tentación de escribir algo bastante tonto, como decir que los Atléticos de Oakland podrían competir por un puesto en los playoffs en el 2012. Respiré bien hondo y no lo hice.

No es que haya temido lucir tonto. He hecho eso muchas veces. Es que en los Atléticos hay muchas piezas que son difíciles de medir.

Casi todo lo que se ve en Oakland da la idea de que el equipo será bien malo en el 2012. Pero el problema con esa idea es que no se puede analizar todo en los Atléticos.

Si no sabes bien lo que pueden traer Colin Cowgill, Josh Reddick, Jemile Weeks, Michael Taylor, Jarrod Parker, Tom Milone, Brad Peacock y, ahora, el cubano Yoenis Céspedes, es imposible hacer un pronóstico.

Claro está que es difícil que los Atléticos puedan competir en el Oeste de la Liga Americana con los Angelinos y los Rangers. Pero van a ser unos entrenamientos divertidos para el gerente general de Oakland, Billy Beane, y el GG asistente David Forst. ¿Se imaginan cómo se van a sentir al ver a los jugadores que creen que llevarán al equipo a ser contendiente?

Beane no estuvo pensando en el 2012 cuando cambió a Gio González, Trevor Cahill y Andrew Bailey. De hecho, su estrategia en este invierno estuvo basada en la idea de que los Atléticos no podían alcanzar a Texas o Angelinos este año. La meta era volver a competir en el 2014 más o menos, cuando el equipo podría estar a punto de inaugurar un nuevo estadio. El modelo son los Indios de Cleveland, franquicia que empezó a ganar cuando abrieron las puertas del Jacobs Field en 1994.

Beane señala que no fue el estadio que convirtió en ganadores a los Indios. El cambio llegó años antes de eso, ya que el GG de ese entonces John Hart y su asistente Dan O'Dowd construyeron una operación de béisbol que se convirtió en un modelo a seguir.

Cleveland tenía 40 años sin estar en postemporada cuando fue inaugurado el Jacobs Field, pero desde 1995 estuvieron en playoffs cinco temporadas seguidas, incluyendo dos participaciones en la Serie Mundial.

De esa manera Beane y Forst quieren tener preparados a los Atléticos para cuando se inaugure un nuevo estadio. Si eso significa dar par de pasos hacia atrás, pues que así sea. Su meta nunca fue ser "respetable".

Oakland adquirió a 10 jugadores de entre 19 y 25 en los cambios de González, Cahill y Bailey. También recibió a unos peloteros que podrían impactar este mismo año, pero eso ya es algo extra.

Era una estrategia que lucía bien clara. Pero de repente los Atléticos pactaron por cuatro años y US$36 millones con Céspedes. El jardinero exhibió las cinco herramientas del béisbol en Cuba; es imposible saber cómo le irá en Grandes Ligas, pero Beane y Forst creen que será algo especial.

¿Representa Céspedes un riesgo? Definitivamente. Pero así es con todo pelotero joven, sin importar si viene de Cuba, la República Dominicana o la Universidad de Stanford.

Es imposible saber cómo cambiará un pelotero, a nivel físico y mental. Pero si Céspedes fuera algo seguro, los Atléticos no tendrían el dinero para firmarlo.

Céspedes tendrá la oportunidad de hacer el equipo grande en sus mismos primeros entrenamientos. Un contrato de cuatro años no es lo ideal, ya que lo lleva directo a la agencia libre. Si las evaluaciones de que es similar al dominicano Raúl Mondesí y a Justin Upton, podría ser difícil para Oakland volverlo a firmar.

Pero los Atléticos creen que tendrán un estadio nuevo para esos tiempos y que tendrán el dinero para retenerlo. Sin importar lo que pase, Beane ve a Céspedes como una pieza bien positiva para la organización.

De repente, una situación ya interesante en el roster de Oakland se puso hasta más así. Ya había mucha competencia en varias posiciones. Ahora hay un poquito más, y si la competencia le saca lo mejor al pelotero, todos saldrán beneficiados.

Por ejemplo, está el caso de Cowgill, un guardabosque de 25 años que ha estado en la mira de Beane durante años. Llegó a Oakland desde Arizona en el canje por Cahill.

Al Coco Crisp tener garantizado un puesto en los jardines, Cowgill va a tener que ganarse su tiempo de juego. Si Céspedes se queda con un puesto regular, es difícil que los Atléticos sigan con Cowgill y Reddick juntos en su roster del Día Inaugural.

En el pitcheo abridor existe una competencia similar. Brandon McCarthy, Dallas Braden y el dominicano Bartolo Colón tienen sus puestos asegurados. Pero Beane pretende que Parker, Peacock y Milone hagan difíciles las demás decisiones.

Sin importar cuándo ocurra, todo luce indicar que los Atléticos van camino a volver a competir. Posiblemente no se dé este año, pero ya eran un equipo interesante de seguir. La adición de Céspedes le pone aun más intriga.

Richard Justice / MLB.com