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BEISBOL 007

¿CUÁNDO EL FANATICO VA A PENSAR EN ESTAS COSAS?‏

Por Andrés Pascual
“Son organismos de derecho privado constituídas como asociaciones o corporaciones por un número mínimo de clubes deportivos o promotores o de ambas clases, para fomentar, patrocinar y organizar la práctica de un deporte con sus modalidades deportivas dentro del ámbito territorial del Departamento o del Distrito Capital, según el caso, e impulsarán programas de interés público y social”.Lo anterior es el concepto de “liga”, por lo que no pueden incluirse a las Ligas Negras como este tipo de asociaciones, sencillamente, el nombre de los circuitos sepias, a imagen y semejanza de las de Grandes Ligas, es tan fraudulento como comparar a los Yankees negros con los Bombarderos del Bronx por el nombre o porque jugaban como inquilinos del estadio famoso cuando el calendario de las Mayores se los permitía.Pero, si las Ligas Negras no pueden considerarse como tales, ¿Cómo es posible que a los cronistas de baseball de casi todos los lugares se les ocurra llamar “liga cubana” a los campeonatos castristas?El propio dictador eliminó esa palabra del “diccionario revolucionario” y llamó a sus torneos “series nacionales”. Incluso cuando critican a las Grandes Ligas, utilizan frases como “sus campeonatos, mal llamados Grandes Ligas”, expresiones utilizadas muy a menudo por “escribidores” poco conocedores, poco analíticos y muy próximos a la ideología castrista de Miami.La tiranía que reprime en Cuba odia esa palabra y no la utilizan nunca para nombrar nada de lo que han hecho y que agrupe personas o equipos deportivos, para ellos es “una palabra enemiga, imperialista”, entonces ¿Cuál es el empeño en llamar “liga cubana” lo que no lo es ni lo aceptan quienes la controlan?Hasta antes del debut de Alexeiv Ramírez, se creía que el baseball que se jugaba en la Cuba castrista era el peor en la historia del país, sin embargo, el shortstop del Chicago puso en duda este razonamiento, porque nunca jugó en las Ligas Menores y se adaptó al juego de las Mayores en menos de tres meses.Hoy por hoy, el cubano es uno de los mejores de la Liga Americana y, posiblemente, de los dos que más batean en su posición..¿Cómo pudo acomodarse al pitcheo de Grandes Ligas sin haber jugado como profesional nunca?En las series nacionales castristas los pitchers no saben cómo se cambia la velocidad ni lanzan knuckleballs ni screwballs ni palmballs…sin embargo, a Ramírez no lo afectó esa situación.En los últimos 6 años, el baseball castrista se ha venido abajo como se esperaba por mil razones, todas creadas a propósito por el régimen, pierden series internacionales en todos los niveles contra una oposición que no tiene categoría ni de Triple-A, pero Ramírez casi negó la decadencia del juego en la Isla con su éxito en Grandes Ligas.¿Un milagro de la Providencia? No, el cubano no era el mejor jugador de aquel baseball ni integraba el equipo de Castro a eventos internacionales como pieza fija.Orestes “Minnie” Miñoso no pudo hacerlo así ni Tony Oliva ni Leo Cárdenas ni Luis Tiant ni Tani Pérez ni Canseco ni Palmeiro ni…Entonces, ¿Qué pasó?Lo complejo de la pregunta se multiplica con la aplicación del mismo tratamiento a Yoenis Céspedes, que ha respondido mejor que Ramírez, porque comenzó bateando, sin ningún respeto por el pitcheo de Grandes Ligas.Voy a decir mi opinión: esa forma de comportamiento de un jugador cubano pudiera ser “un caso raro”, incluso porque Ramírez lució mejor que Winfield cuando lo promovieron sin experiencia profesional al San Diego. Pero la aparición de un segundo caso, Yoenis Céspedes, desnuda la realidad de las Grandes Ligas de hoy como el más grande y monumental fraude jamás pensado sobre la clase de un baseball que, a pesar de Céspedes y Ramírez, como en Cuba es una porquería.

 

 

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Como Ramírez, Céspedes “llegó y triunfó”

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