HAY NOTICIAS QUE ENFRÍAN EL AMBIENTE
Por Andrés Pascual
Acabo de leer que José Sulaimán, el poderoso Jefe del Consejo Mundial de Boxeo, le recetó al Boricua Miguel Cotto 90 días de descanso, el doble de lo que require una derrota por nocao flat; es decir, al conteo de 10 en el suelo.Lo que levanta sospechas es si el individuo conoce algo preocupante sobre la salud de Cotto, porque, aventurarse a semejante ridiculez, no es posible de parte de quien ha sabido cómo explotar a los boxeadores, manejar los rankings como la mafia y sobrevivir a más pruebas que Manny Pacquiao sin problemas aparentes. Esa, como información sin ninguna aclaración seria, enfría.Pero lo de la Liga Mexicana, circuito clasificado Triple A de la forma más burda posible, se pasó y cayó en los brazos del dicho cubano “chupa y déjame el cabo”: resulta que el beisbol Azteca, que nunca fue considerado fuerte en Cuba con la sola excepción de la llamada “era Pasquel”, se ha convertido en el refugio de los jugadores castristas que no hallan trabajo en Estados Unidos en el nivel de liga mayor.
Antes era común que a la Mexicana fueran los cubanos negros de clase que no podían jugar en el Beisbol Organizado por la prohibición racial como Silvio, Dihigo, Oms, Bragaña, Duany, Cañizares, Salazar…y un etcétera no tan largo, al lado de peloteros blancos que, irresponsablemente, sacrificaron sus carreras o la posibilidad de hacerlas en Grandes Ligas, al confiar en la descabellada guerra del dueño del Veracruz que, indudablemente, llegó a creer que tenía más dinero que los magnates de los Circuitos Mayores como para liquidarlos.El precio que pagó Jorge Pasquel fue alto, además de llevarse la cuota de bochorno de quien tiene que salir con “el rabo entre las piernas”, porque no previó que 1945 decidía el destino de su infructuoso y poco inteligente intento con las conversaciones entre Branch Rickey y Jackie Robinson.Pero a Estalella, a Zavala y a varios blancos más les interrumpió la carrera como bigleaguers el traspaso renegado al circuito azteca, que debieron ser más largas y fructíferas; a Moreno le lesionaron el brazo y llegó a las Mayores con la mitad de la velocidad que tenía; Marrero demoró tres años su ascenso y por poco sale para un asilo de ancianos y Andrés Fleitas, que empezó en México con 29, nunca llegó.Sin embargo, jugadores criollos que no brillaban en Cuba no solo lo hicieron en México en el período 1929-1960, sino que algunos lucieron tanto que están en la memoria histórica de esa pelota, incluso como miembros de su Salón de la Fama, desde Agustín Verde, Brujo Rossell, Alcibíades Palma y los Correa hasta Agustín Bejerano, Raúl Galata, Lino Donoso, Navarro, los Ariosa o René González.
Después de 1960, el circuito consiguió los servicios de peloteros cubanos que estaban impedidos de actuar en Cuba unos, o enviados allá por la tiranía otros, algunos tuvieron presentaciones en Grandes Ligas, más o menos breves, como Borrego Alvarez, Daniel Morejón, Izquierdo, José Ramón López, Juan Delís, Wenceslao González, Rudy Arias o Julio Moreno; con carácter de estrellas o muy buenos en las Mayores, como Pedro Ramos, Orestes Miñoso, Luis Tiant, Humberto o Mike de la Hoz… al lado de Vicente López, Mario Fajo, Virgilio Arteaga, Roque Contreras, René Friol, Angel Scull, Gustavo Muñiz, Asdrúbal Baró, Andrés Ayón, Luis Zayas, Musulungo Gutiérrez, Máximo García… que no alcanzaron nunca la etiqueta de liga-grande.La trayectoria de trainers y managers cubanos en la Mexicana fue de alto nivel y sostenido, desde Verde y Salazar hasta Corito Varona (el scout que descubrió verdaderamente a Fernando Valenzuela), Luque, Silverio Pérez, Ossie Alvarez (también jugaros los dos últimos) Merito Acosta, Wifredo Calviño, Tony Castaño o Regino Otero, incluyendo a Virgilio Arteaga, a Enrique Izquierdo, a Willy Miranda o a René Friol.Sin embargo, en un giro tan irrespetuoso para México como para Cuba (no para el feudo casrocomunista), la gerencia de algunos clubes aztecas contrataron a Víctor Mesa y a un grupo de seudo-entrenadores cubanos, para ponerlos en el mismo lugar que ayer ocuparon Calviño y Castaño.Nadie esta autorizado a justificarlo con “mejoras” del circuito, una vez que se conoce que la pelota castrista es una letrina, sobre todo en “profesores”, incapaces de imponer y enseñar cómo se lanza un cambio de velocidad.
Fueron noticias que enfriaron el ambiente, porque dejaron muy mal plantado al jugador no castrista de todos lados, que sabe y que puede hacer algo por esos clubes, sobre todo los nativos.Pero el nivel de congelador llegó con la noticia de que los Piratas de Campeche acaban de contratar a Pedro Luis Lazo (sobrante retirado de la Reforma Agraria) para que actúe con ellos.Esa es parte de la razón por la que ni el distintivo de Triple A logra quitarle el verdadero cartel de maniguera a la Mexicana y pudiera ser parte del problema de la asistencia al estadio, porque no se pueden revivir viejas glorias con detritus corporales de factura política.Alguien me dijo que vio a Luis Giraldo Casanova corriendo todos los días en Orozco, Bahía Honda, de donde es nativo, quizás un puesto en la plantilla del Monterrey esté esperándolo, como estan las noticias “congeladores” desde la Mexicana, nadie debe dudarlo.
Lazo va al Campeche a bombo y platillo
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