Oakland escribe otra historia digna de elogios este año
CLEVELAND – El libro y la película “Moneyball” tiene su sitial tanto en el avance del análisis del béisbol como en las discusiones de los premios Oscar. Muchas veces asociamos a los Atléticos del gerente general Billy Beane con esa historia de hace 10 años.
Pero este año, algo especial está ocurriendo en Oakland. Y si el final de la historia es feliz, será algo mucho más grande que “Moneyball” y lo relatado sobre los Atléticos del 2002.
La edición del 2012 de Oakland es un equipo contendiente, contra todos los pronósticos. La tropa de Bob Melvin llegó al martes con nueve victorias en sus últimos 11 juegos, incluyendo dos triunfos en tres encuentros ante los Rays en Tampa Bay durante el fin de semana. Los Atléticos luchan con los Orioles por el segundo comodín de la Liga Americana.
Estamos hablando de un roster sin muchos veteranos establecidos y lleno de peloteros de poco nombre-por ahora. Esto es una sorpresa, sin dudas.
Para que los Atléticos sigan dando la pelea hasta el final, sin el suspendido lanzador dominicano Bartolo Colón, habrá que exhibir mucha fortitud. El equipo se medirá a oponentes contendientes en 23 de sus últimos 29 partidos.
¿Crees que no tienen con qué hacerlo? Bueno, ¿te imaginabas que llegarían hasta este punto en plena pelea?
“El hecho de haber contado con los aportes no sólo de los 25 muchachos que están aquí ahora, sino también con otros que llegaron desde Triple-A, sugeriría que podremos superar casi cualquier cosa a esta altura”, dijo el manager Melvin. “Somos un equipo de 25 hombres aquí, y realmente-probablemente-un grupo de 32.”
Si comparas el personal de los Atléticos del 2012 con el de la edición de hace 10 años, el grupo del 2002 luce como un equipo de estrellas. Es de reírse cómo la película, más que el libro, prácticamente ignoró los aportes de ciertos nombres del 2002 para centrar la historia en Scott Hatteberg.
“Había un Jugador Más Valioso en el campo corto (el dominicano Miguel Tejada), había tres contendientes legítimos por el Cy Young (Mark Mulder, Tim Hudson y Barry Zito) en la rotación y otros tipos como Jermaine Dye”, recordó Brandon McCarthy, actualmente el as de facto del equipo. “Sí, había muchos jugadores de rol que hicieron de eso una buena historia, pero también había muchos peloteros bien respetados en el juego.
“Aquí, somos todo tipo de muchachos luchando por hacernos un nombre.”
Y recuerden que estos Atléticos del 2012 son un equipo, diferente a los Orioles, que estaba proyectado para retroceder este año. Una rotación fuerte fue desmantelada al ser cambiados Gio González y Trevor Cahill. Además, el cerrador Andrew Bailey fue enviado a Boston.
El enfoque no era tanto en competir ahora, sino un futuro en San José, California-un traslado que está en el limbo todavía.
Sin embargo, ocurrió algo curioso en el camino hacia la irrelevancia. Los cambios de Cahill, González y Bailey rindieron dividendos inmediatos, principalmente con las llegadas de Jarrod Parker (8-7, 3.52), Tommy Milone (10-9, 3.87), Ryan Cook (2.45 como relevista, convocado al Juego de Estrellas) y Josh Reddick (26 HR con OPS de .813). El cubano Yoenis Céspedes (firmado por cuatro años y US$36 millones) ha agregado algo de poder al lineup.
La alineación empezó a tomar forma cuando Coco Crisp, quien por poco se va de Oakland antes de renovar por dos años y US$14 millones, salió de una mala racha al principio de la campaña y asumió el rol de primer bate el 14 de junio. Desde entonces, Crisp batea .304 con porcentaje de embasarse de .360-los Atléticos llevan marca de 42-22 en ese lapso.
Hasta hubo algo de simetría con la suspensión de Colón. Ahí mismo volvió Brett Anderson de su cirugía Tommy John.
Anderson ha tirado siete innings brillantes en cada una de sus primeras dos aperturas, incluyendo el lunes contra los Indios aquí.
“Colón era muy querido aquí e hizo un buen trabajo para nosotros”, dijo Melvin. “Pero creo que el retorno de Brett Anderson y la profundidad de nuestro pitcheo abridor sugieren que podemos recuperarnos (de la ausencia de Colón).”
Merece bastante reconocimiento el coach de pitcheo de Oakland, Curt Young. Después de un año memorable en Boston, Young volvió a la organización de los Atléticos, donde siempre le ha sacado el máximo a sus cuerpos monticulares, sin importar la edad ni el nombre. Los abridores de Oakland llevan la segunda mejor efectividad de la Liga Americana (3.77), detrás de los Rays (3.50).
“Creo que la gerencia confía en nosotros, y nosotros confiamos en ellos”, dijo Young. “Siempre hemos tenido mucha profundidad en el pitcheo abridor. Siempre ha sido un elemento que nos ha llegado vía cambios. Gio es un ejemplo, Brett Anderson es un ejemplo. Jarrod Parker y Tom Milone. En todos los canjes nos ha llegado calidad.”
Al igual que los Rays, este grupo de pitchers se beneficia de un estadio como local que les favorece a los lanzadores.
“Creo que los muchachos se ganan confianza según su estadio como local, y eso sigue en la ruta”, dijo Young. “Tenemos un grupo de muchachos de mucha confianza; sus compañeros saben qué van a aportar cada vez que se suben al montículo. Creo que eso es lo más importante a la hora de construir un equipo.”
Es de lugar otra comparación con Tampa Bay: No juegas a un nivel tan por encima de tu nómina sin cierta química en el clubhouse o, por lo menos, un ambiente de poca presión y mucha diversión.
“Tampa ha sido el molde de eso durante los últimos años”, dijo McCarthy. “Con ellos no ves tensión ni pánico. Ese es el molde que venimos siguiendo.”
Si esta temporada sigue el curso que lleva, si los Atléticos no se aprietan ni sufren muchas lesiones, posiblemente los veas cuando se han visto jugar a los Rays en tres de los últimos cuatro años: en octubre.
Posiblemente no se escriba un libro ni se haga una película sobre eso, pero qué historia sería.
Anthony Castrovince / MLB.com
0 comentarios