¿POR QUÉ NO HACEN UNA HUELGA GENERAL?
Por Andrés Pascual
En Cuba “el agua corre pa´rriba”, nada extraño de acuerdo a cómo maneja al país la dictadura y a cómo se somete por propia voluntad la población.
Durante más de 15 años, el pelotero castrista Omar Linares le gritó a todo el mundo que quisiera oírlo que no le interesaba jugar como profesional, sin embargo, cuando el Cdte en Jefe le dio “la tarea” de defender a la Robolución en los diamantes rentados de la Liga Japonesa, dio el paso al frente, abandonó su traje tricolor de mercenario ideológico y se enfundó en el azul y blanco de los Dragones de Chunicki.
Jorge Ebro, editor deportivo del Nuevo Herald en función de cabildero del pelotero que viene por voluntad propia o de los que envía la tiranía, que los hay, redactó un material no informativo, sino de opinión contra los casi vigentes acuerdos sobre la futura contratación de peloteros fuera de las fronteras americanas como agentes libres, que será lo que tanto se ha cocinado como “draft internacional”.
Según el tipo, serán los cubanos los más perjudicados porque no volverán ni a soñar con esos contratos a través de los que les roban el dinero a clubes que, tal vez porque provienen de Cuba y todos los dueños de equipos de Grandes Ligas son liberales, les complace que les quiten el dinero los castristas, no otros.
Sin embargo, parece que llegó la justicia “al solar”, que es como hay que analizar este asunto con realismo ¿Cuántos peloteros castristas han respondido al dinero que les han regalado? ¿A qué contribuyó esa política absurda de darle a peloteritos sin experiencia ni clase como profesional la mayoría, salvo dos o tres, (¿Dónde están Maya y una legión más que generosa de fracasados?) el dinero que costaban 10 franquicias en 1965 (los Yankees se vendieron en un millón), sino a decepcionar al jugador joven estadounidense que juega colegial en campeonatos más fuertes que la Serie Nacional y que deberá someterse al draft para recibir un bono que ni puede soñar, de acuerdo a lo que le dan a cualquier paquete salido o enviado desde Cuba, con mucha menos clase promisoria ni preparación?
En ese grupo se incluye al jugador de Puerto Rico, que ha visto cómo desciende su participación en el beisbol de Grandes Ligas en grado significativo, quizás por influencia de la presencia obligatoria del joven pelotero colegial boricua en el sorteo nacional.
Pero el resto, como los dominicanos o los venezolanos, son más afectados aún, porque, siendo mucho mejores que los castristas, tampoco reciben el dinero de estos, aunque en el terreno demostrarán el avance que los clasificará como jugadores de talla estelar en poco tiempo.
Esas medidas eran necesarias, porque nadie en el circuito se “chupa el dedo” en cuanto a la edad que, a pesar de los 3 años que les quita la tiranía de sus inscripciones para que participen como adultos de 21 años en juveniles de entre 15-18, todavía informan 26 cuando llegan y logran contratos con la ayuda de Major Leagues, de agentes aprovechados por la circunstancia y por la influencia de amigotes de la tiranía.
Este trasiego de peloteros, aunque no se diga y la tiranía grite en contra y ni los propios jugadores lo sepan, es otra “vista gorda” para que se viole el embargo a la dictadura.
Como dije antes, de acuerdo a como corre el agua en el feudo, nadie debe dudar que en la Esquina Caliente, en la Mesa Redonda y hasta en cualquier discurso del propio criminal II o en una “cagaflexión del asesino mayor”, se haga una defensa enérgica del derecho de “nuestro traidor por cuestiones económicas” (es raro, tal vez parte del agua de cauce invertido también, hay un tipo que vende pollos en Homestead y Raúl le llamó emigrado económico, mientras, otro que trabaja en Chicago jugando pelota y salió o lo enviaron por lo mismo, lo llaman apátrida) por esta otra agresión del Imperio, esta vez, en el beisbol.
Se le olvidó al editor convocar a la huelga general de la comunidad contra las Oficinas del Beisbol Organizado, con seguridad que hubiera hecho eco en el Buró Político, favorable a la propuesta claro.
0 comentarios