Mitos y Verdades sobre la cerveza
La cerveza es al verano lo que la playa, el aire acondicionado y la siesta: un imprescindible. Y como tal son varios los mitos que rodean a esta bebida de la que todos presumen saber mucho pero pocos conocen a ciencia cierta.
Así que supersticiones las justas y no permitas que nadie te amargue con creencias sin fundamento uno de los mayores placeres, con o sin alcohol, a los que se puede enfrentar el ser humano.
Ya sea para combatir el calor, para disfrutar con amigos mientras ves un partido, o simplemente por el gustazo de probar una marca nueva, la cerveza es un derecho que nunca hay que beber con remordimiento de conciencia.
◦¿La cerveza engorda?
Pues no. La tripa cervercera tiene su origen más en los aperitivos ricos en grasas con los que acompañamos la caña que en la bebida en si. De hecho, la cerveza tiene menos calorías que el vino.
◦¿La cerveza es buena para la salud?
Curiosamente sí. De hecho, todos los efectos positivos que se atribuyen al vino son válidos para la cerveza. Así que ya sabes, beber una caña al día ayuda, por ejemplo, a prevenir problemas cardio-vasculares.
◦¿La cerveza negra tiene más alcohol?
El color de la bebida responde al nivel de tostado de la cebada con la que se hace la bebida, por lo que la graduación no tiene nada que ver con esto.
◦¿Es mala la espuma de la cerveza?
Puede parecerte una locura, pero hay gente que no bebe la espuma porque piensa que es perjudicial. Un error, ya que su función es la de evitar la oxidación y que se escape el gas, el aroma y el sabor.
◦¿Fría o templada?
Depende. En España somos muy fans de la birra fresquita, y si es en jarra directamente sacada del congelador, mejor, pero como con el agua, es la temperatura ambiente la que más quita la sed, así que no te extrañe que en otros países se sirva templada. Cuestión de gustos.
Fuente: Tendencias As
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