Todo es una bendición de Dios
Marco Scutaro relató cómo vivió la Serie Mundial: desde su hit ganador hasta la celebración en San Francisco, a donde espera volver en 2013.
“Todos los días me despierto y pienso que todo ha sido un sueño. Ha sido increíble, y a la vez muy especial por la forma que lo hicimos. Fuimos a Cincinnati contra la pared, 0-2, nadie nos daba chance, todos nos daban por muertos prácticamente y ganamos esa serie. Después estábamos en San Luis, otra vez contra la pared (1-3), y los pronósticos eran bastante malos para nosotros, y ganamos también. Y en la Serie Mundial, el primer día contra (Justin) Verlander, todo el mundo nos decía que no ganaríamos y lo hicimos.
A pesar que estábamos con la serie arriba 3-0, el equipo y yo estábamos muy conscientes de que todavía no habíamos hecho nada. Había que ganar cuatro juegos y sabíamos muy bien que ese equipo de Detroit era bastante peligroso. Si llegaban a despertar, podían darnos una pelea bastante fuerte.
El último juego fue prácticamente en el que más nos concentramos y nos dijimos nosotros mismos que este juego era más importante que cualquier otro, ya que había que terminar con esto, porque íbamos a enfrentar otra vez a Verlander, a (Doug) Fister, que nos había lanzado muy bien, y sabíamos que ellos podían agarrar confianza y en estas series así las cosas pueden cambiar muy rápido, entonces tratamos de enfocarnos en terminar en ese mismo cuarto juego y las cosas salieron bien.
Lo único que yo le pedía a Dios era que antes que terminara mi carrera me diera la oportunidad de por lo menos jugar en una Serie Mundial, independientemente de si ganaba o no. Simplemente quería vivir esa experiencia. Este año, gracias a Dios, me dio esa oportunidad y de dar el hit para ganar.
Tenía par de juegos que no estaba bateando la bola muy bien, y ese turno en sí me ayudó para concentrarme más y calmarme un poco, en concentrarme en ver la bola y hacer buen contacto.
Después que me puse en buen conteo, que llegué a 3 y 1, me enfoqué en no tratar de hacer mucho, simplemente en buscar un pitcheo donde me lo iban a tirar y tratar de irme con él. De hecho fue un pitcheo un poquito medio afuera y simplemente traté de conectarla bien y salió esa línea para el medio.
Al momento que salió vi al center field que tenía oportunidad de agarrarla, y mientras corría lo que estaba era rezando para que picara la bola y después que picó, que vi que Theriot anotó, cuando volteo están todos mis compañeros en el dugout brincando y celebrando. La satisfacción fue grandísima, pero a la vez calmado, porque sabía que faltaban tres outs para coronarnos y sabía muy bien que venía Miguelito (Cabrera) a batear en ese inning y él podía cambiar el juego con un swing. Pero gracias a Dios todo salió bien. (Sergio) Romo lanzó un inning perfecto y nos coronamos campeones.
Recuerdo haber visto el hit de Luis Sojo para ganar una Serie Mundial. Fue en el 2000. Yo estaba en ese momento en Triple A, sin saber qué podía pasar con mi vida, con mi carrera. No tenía nada seguro. Estaba ahí, luchando. Gracias a Dios, dos años más tarde llegué a Grandes Ligas, y dos años más tarde fue que me establecí y jugué mi primer año en Grandes Ligas.
Cuando firmas un contrato en el profesional tu sueño es llegar a Grandes Ligas y establecerte, y después que te estableces vivir la experiencia de jugar una Serie Mundial. Cuando firmas ese contrato nada te garantiza que vas a llegar a Grandes Ligas, nada te garantiza que vas a tener una carrera excelente, y me siento afortunado de todo lo que Dios me ha brindado.
Es algo difícil de explicar lo que se siente ser Jugador Más Valioso de una Serie de Campeonato y después dar el hit para ganar la Serie Mundial. Son tantos pensamientos y sentimientos encontrados a la misma vez. La mente te va a mil por hora.
Cuando consigues esos logros, el de Más Valioso y el de quedar campeón, te pones a pensar en todo el sacrificio que has hecho por este deporte, todo lo que has pasado en ligas menores, cuando dejaste a tu familia y te viniste a los 17 años. Todas esas anécdotas te vienen a la mente y dices que valió la pena todo ese esfuerzo, y a la misma vez siempre dándole las gracias a Dios, porque él es quien pone a uno en todo este camino.
La celebración en San Francisco fue algo sumamente increíble. Todavía estoy impresionado. Hablo con mi esposa y mis hijas de la cantidad de gente que había en esa parada: más de un millón de personas en las calles.
Veías gente en todos lados, gente montada en los árboles, en las paradas de los autobuses, en los edificios. Eso fue una cosa increíble. Sí me habían comentado mis compañeros de equipo, ‘esperate a que veas la parada, eso es algo increíble’. Por más que te digan, cuando lo vives en persona es cuando dices, ‘wow’. El simple hecho de ver tanta gente contenta y la felicidad en tanta gente por lo que nosotros logramos lo hace a uno sentir a uno más orgulloso.
Yo me pongo a pensar y la única explicación que tengo es que todo es una bendición de Dios. Todo estaba para mí y este fue el plan. Este año fui cambiado dos veces. A mitad de julio yo estaba en Colorado y si alguien me hubiese dicho que iba a estar en la Serie Mundial, que íbamos a quedar campeones y yo iba a dar un hit para ganar, prácticamente hubiese insultado a esa persona, porque era la mentira más grande que pudiese haber escuchado. Pero Dios tenía esto para mí y la verdad lo disfruté al máximo.
Todo ha sido una experiencia bastante linda. El simple hecho de vivir esa experiencia, estar con mi familia, mis hijos, mi esposa… Todo ha sido muy fino.
Por supuesto que me gustaría regresar el año que viene. Lo considero un equipo que se va a mantener y vamos a tener chance de ganar en los próximos años también. A pesar de que está un poquito lejos la Bahía, pero de verdad que es muy sabroso jugar aquí. El fanático es muy bueno y espero que todo salga bien y pueda regresar aquí.
Oficialmente todavía no han hablado con mi agente ni nada, pero la gerencia sí me comentó que le encantaría que regresara y que iban a tratar de hacer lo posible por traerme.
Por más que seas agente libre, a veces no puedes controlar decisiones que ellos vayan a tomar. Uno no sabe qué pueden estar pensando, ni nada por el estilo. Esto es un negocio y hay que esperar que empiecen a llamar los equipos y empezar a hablar. Vamos a ver qué pasa”.
Está orgulloso de Pablo Sandoval
“Fue satisfactorio ver a Pablo (Sandoval), quien en 2010 no tuvo la oportunidad de jugar y ahora que la tuvo la aprovechó al máximo. En un juego en el que des tres jonrones, así sea en una caimanera, es impresionante. Imagínate en una Serie Mundial. Fue algo de lo que me siento muy orgulloso por él, contento también de ser parte de ese juego”.
Augusto Cárdenas / http://desdeelhomepanorama.blogspot.com/2012/11/todo-es-una-bendicion-de-dios.html
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