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BEISBOL 007

DEL VIEJO BAÚL CON POLVO Y TELARAÑAS

Por Andrés Pascual

Fue idea del creativo Bill Veek, especie de competencia de Branch Rickey, aunque no siempre con la seriedad del “Gran Innovador”, poner los nombres de los jugadores en la espalda de sus uniformes en las Grandes Ligas.

La fecha es 1960 y el team los Medias Blancas de Chicago, para quienes trabajaba como Administrador General.

Veek, inmortal por la vía de Cooperstown, hizo debutar al primer negro en la Liga Americana, el outfielder Larry Doby, mientras era dueño de los Indios de Cleveland. Aunque, posiblemente, la idea más conocida del exéntrico personaje sea la vez al bate que reservó para un enano (Eddie Gaedel) de forma oficial, cuando era gerente de los desaparecidos Carmelitas de San Luis del Joven Circuito.

La primera campaña de 60 jonrones la tuvo Tony Lazzeri, un HOF que fue comprado por los Yankees a finales de 1925 por $75,000.

La Liga de la Costa del Pacífico fue considerada hasta los 40′s el circuito más fuerte después de las Mayores.

La temporada de 1925 la jugó Lazzeri con el club Salt Lake City Bees de la Costa y no solo conectó 60 cuatroesquinazos, sino que empujó a 222 corredores y anotó 202, con un producto de CARRERAS PRODUCIDAS, según las estadísticas modernas, de 364, muy superior al récord de Grandes Ligas de 301, impuesto por Lou Gehrig en 1931. Este total se logra por la suma de carreras impulsadas y anotadas menos los jonrones.

Cuando Lazzeri debutó con los Mulos, en 1926, fue instalado en la intermedia como reemplazo de Joe Dugan. Ese año empujó a 114, una de 6 temporadas con 100 ó más para los Bombarderos.

Sin embargo, la trascendencia de su campaña de novato no está relacionada con hazaña alguna en el terreno, sino con el ponche que le metió el inmortal Pete Alexander en el 7mo inning del 7mo juego de la Serie Mundial de 1926, que salvó el juego y la victoria de los Cardenales en el evento.

Los New York Knickerbockers (en la foto), fueron el primer club que vistió uniformes en el beisbol en 1849. El team lo formó Alex Cartright, entonces un joven de 25 años, en 1945 y la indumentaria consistió en camisas blancas, pantalones azules y sombrero.

En el 6to inning del cuarto juego de la Serie Mundial de 1933, Heinie (apodo de Henry) Manush de los Senadores de Washington, bateó un difícil rolling entre tercera y short que logró detener el torpedero de los Gigantes Hughie Critz para ponerlo out en primera.

Inconforme con la decisión del umpire Charley Moran, Manush incluyó en su protesta halar suavemente el lacito de la corbata estilo “pajarita” del magistrado, que procedió a expulsarlo.

Única vez en la historia que un jugador fuera expulsado, no solo de un juego de Serie Mundial, sino de cualquier otro evento del beisbol, por “arreglar la pajarita” de un oficial del terreno.

Parte del éxito de Bill Terry en aquel Clásico de Octubre radicó en que anuló el bateo de Heinie Manush (2 en 18 sin impulsadas para .111) y en la confianza que tuvo en el cubano Adolfo Luque hasta permitirle resolver como relevo el juego que decidía la vida o la muerte en el trayecto.

El tercer juego de la Serie Mundial de 1992, Atlanta vs Toronto, se convirtió en el primero de este tipo de campeonato jugado fuera de Estados Unidos; el 6to, ganado por los Azulejos, en la primera vez que un club no americano ganó el evento. También Cito Gastón se acredito como el primer manager afroamericano que ganará el Clásico de postemporada.

El primer manager de las tan manoseadas “minorías” en el Beisbol Organizado fue el cubano Armando Marsans cuando dirigió, en 1924, a los Coroneles de Elmira de la Liga Nueva York-Pensilvania.

Por sustitución, en Grandes Ligas, otro cubano, Miguel Ángel González a los Cardenales en 1938.

A tiempo completo, alguien que por 11 horas no nació en Cuba (todos sus hermanos son cubanos): “el tampeño” Alfonso López con los Indios de Cleveland. López pertenece a Cooperstown y, mientras confeccionaron un ALL STAR hispano que incluyó a Ted Williams y a Reggie Jackson, dejaron fuera a quien debe ser considerado uno de los tres mejores catchers de “origen latino” de todos los tiempos y, sin discusión, el mejor manager, ¿Por qué lo dejaron fuera? Porque no conocen ¿Por qué otra cosa? Posiblemente ni recordaron ni sabían que hubo alguien con ese nombre relacionado con el beisbol.

En el 2001, el Milwakee Brewers se convirtió en el primer club de Grandes Ligas con más ponches recibidos que hits conectados.

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knickerbockers 1849

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