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BEISBOL 007

COMÉNZÓ LA MOLIENDA EN GRANDES LIGAS

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Por Andrés Pascual

Hubo de todo el primer día de actividad en las Mayores campaña 2013: buen pitcheo, entradas de palos, scores apretados, errores, jonrones… como que el beisbol es un deporte del que nadie sabe nada y la historia lo ha demostrado, pues, por lo que se vio el día inaugural, lo más que puede hacer alguien con dos dedos de frente es hablar “por si adivina”, pero, “jugársela al perdido con este es el ganador”, no debería. Si acierta, duerma confiado en que fue una carambola de jugador de matiné.

Parece que el Washington dará batalla; del Atlanta dicen que no tiene liderazgo… de todos dicen algo “los sabios de galería” porque, o se cobra, o le gusta la controversia al cronista.

De los Marlins han dicho hoy los “expertos” del Sur de la Florida que “deben arreglar…”, hace solo un mes estaban tratando al club como al retrato del circo ripiera, ahora la diplomacia hizo aparición y el tratamiento crítico se suavizó, porque… pudiera haber represalias de parte de la Oficina. No por eso dejan de ser una ripiera ni su administración puede despertar lástima ni el mínimo reconocimiento a través de un período de gracia para que condone la agresión al fanático y a la ciudad eh.

Para mí lo relevante ha sido, otra vez, la cantidad de jugadores en lista de enfermos, ya el detalle es rutina y ningún cronista en español le tira ¿Por qué?

Los comentarios sobre la posibilidad de que algunos pierdan sus carreras cobran matices alarmantes con Johan Santana liderando el casillero.

El venezolano, uno de los pocos pitchers que quedaban dignos de compararse con “el buen tiempo ido”, clase magistral en cada aparición en el balk, no peligra, sino la perdió, ¿Por qué? Bueno, “que fildee el de atrás, que también juega”.

Con problemas Halladay, Carpenter y algún que otro estrella de la serpentina, ¿Qué va quedando para llamar “grande” a este beisbol?

Y sin tener en cuenta a los peloteros de posición con dolencias ahora o retroactivas durante el desarrollo del calendario, que los mandarán al hospital al menor pisotón o swing.

Robinson Canó botó al corrupto “Super-agente” Scott Boras (en la foto), lo reemplazó por Jay-Z, el multimillonario promotor de rap esposo de Beyonce, ¿Qué le incomodó? Supongo que nada, sino darle cumplimiento a cierto capítulo enfermizo de solidaridad de minorías, por cierto, peligroso, pero así va esta sociedad y un negocio tan corrupto como el beisbol no podía contradecir la esencia influencial.

Boras fue el tipo que se arriesgó a decir que Barry Zito era mejor que Sandy Koufax, por lo que debieron quitarle la licencia de representante de jugadores, aunque, se sabe, haya sido parte del negocio, sin embargo, por lo exagerado y ridículo fue una provocación.

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