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BEISBOL 007

Wladimir Lozano, la voz hermana de Oscar y el alma del bolero

 

 

ÁNGEL RICARDO GÓMEZ |  EL UNIVERSAL
miércoles 12 de junio de 2013  12:00 PM
Por una u otra razón, ya no cantan juntos, pero es uno de los dúos más recordados de la música popular venezolana. No hay fiesta en la que no se escuchen éxitos de la Dimensión Latina como Divina niñaMi adorada Taboga,que inicia Wladimir Lozano y cierra con el soneo de Oscar D’León.

Uno y otro saltan al estrellato precisamente en la Dimensión Latina, una orquesta que le da personalidad propia a la salsa venezolana en los años 70. Es en 1973 cuando ingresa Wladimir Lozano a una agrupación donde ya cantaba Oscar D’León.

Nacido el 2 de marzo de 1950, Wladimir Lozano venía con bastante experiencia: desde niño formó parte de corales estudiantiles y cantaba en misas de aguinaldos en Catia. El pequeño es alentado por su madre, Josefina Lozano de Rodríguez, a participar en el programa Joselo lo hace estrella. De allí saltaría al del Pavo Ledezma. También es recordado su paso por el espacio Juventud Folklore, con Oscar García.

Con menos de 15 años cantaba con el arpista Andrés Eloy Blanco, versiones de clásicos venezolanos como Rosario y Valencia. Con Blanco actúa en locales nocturnos -con permiso de sus padres- y entra en un estudio de grabación por primera vez.

En sus toques en locales nocturnos como La Cueva del Oso, El Jacal, El Último Tango, El Ejecutivo y La Distinción, conoce a Kiko Pacheco, "Culebra" Iriarte y Alexis Marrero, quienes lo invitan a formar el cuarteto Los Brothers.

En 1971 trabaja con Frank y sus inquietos y luego es llamado por Oscar D’León para cantar con Los Psicodélicos. Más tarde César Monge "Albóndiga", Chuíto, Oscar, José Rodríguez, José Antonio Rojas y Elio Pacheco deciden formar La Dimensión Latina, que capta a Lozano como bolerista.

Tras la salida de Oscar D’León de la Dimensión en 1975, este forma la Salsa Mayor y se lleva a Wladimir. De una muy corta existencia, de la orquesta surgen éxitos como Dulce desengaño y María.

Desde entonces Wladimir ha hecho carrera en solitario convirtiéndose, para muchos críticos, en uno de los grandes boleristas de Venezuela junto a Felipe Pirela y Rafa Galindo, con una trayectoria importante en Colombia, Perú y Costa Rica.

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