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BEISBOL 007

CARÁCTER, PERSONALIDAD Y JUGADORES MLB

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Por Andrés Pascual

Hoy 3 canales de televisión le dedicaron espacio a la vez al caso de Biogénesis y los jugadores implicados: CNN, MSNBC Y FOX NEWS, confieso que me iba a disparar el “debate” de la cadena de Ted Turner, sin embargo, cuando leí “la leyenda de los Yankees A-Rod”, seguí de largo y me detuve en… ninguno.

Es que, durante 20 años, he comentado sobre el asunto de las sustancias “sin pruebas” y sobre el caso del dominicano una semana antes de que debutara con los ex Mulos y no he escuchado ni leído algo que me hiciera sacrificar mi opinión ante la del americano “erudito”. Modestia aparte, por lo general voy delante hasta 7 años.

Alex Rodríguez no fue inefectivo ante situaciones que ameritaran su contribución decisiva, sino hasta que llegó al club del Bronx con el salario enorme que le incrementó la peor oficina del beisbol de Grandes Ligas de la actualidad.

El único culpable de todo el problema que tiene al pasatiempo en peor situación que el arreglo del XIX son los tiempos y sus representantes en la Media: decadencia socio-política generalizada de un mundo cada día más entregado al desenfreno y a la traición en todos los niveles y el juego de pelota en Estados Unidos no puede quedar al margen de la bacteria que lo contaminó todo: el triunfo liberal y su raíz en todas las esferas de la nación con la ayuda de la televisión, el radio y la prensa escrita.

El Comisionado Bud Selig es la máxima representación del desastre, puesto ahí para llevar hasta las últimas consecuencias el objetivo de los dueños, del pernicioso Sindicato y de varios jugadores complotados.

Por eso botaron al independiente Fay Vincent, para hacer lo que les viniera en ganas, por supuesto, nada favorable al deporte.

Cualquier fanático honesto debería preguntarse ¿Qué hubiera sucedido si esta pandilla hubiera estado al mando de los clubes durante la era del llamado Escándalo del Chicago Black Sox?

Porque Landis fue un independiente como primer Comisionado, que no vaciló en suspender a 8 peloteros a los que el jurado federal había absuelto de culpas… Esta gente, conociendo la rectitud de Mountains, ¿Hubieran aceptado al Comisionado que salvó al beisbol?

El crecimiento de las ganancias generadas por las actuaciones fraudulentas gracias al uso y abuso de sustancias, provocó un verdadero complot contra la decencia y la honestidad necesarias para detener a tiempo la conspiración. El grupo bandolero necesitaba acumular todo el poder de decisión, entonces una figura independiente, preocupada y que respondiera al ideal deportivo, sobraba.

Sin embargo, señal de los tiempos, el público ha sido cómplice desde el inicio por la forma como se pisoteaba la historia del juego ante sus ojos complacientes y complacidos y bendiciendo los 4 años en que Bonds bateó 260 jonrones y 73 en uno sin haber superado la marca de 46 nunca, o cuando promedió por encima de .370 sin haber logrado hacerlo con .350 tampoco.

Sí, el público tuvo el 33 % de la culpa por emocionarse y confabularse por una situación que conocían, por no exigir de la mejor forma posible, dejando de ir al estadio, que hicieran en 1996 lo que, hipócritamente, pretenden hoy los mandamases.

Y se dice que la huelga provocó “la vista gorda” para atraer al fanático por las consecuencias posibles contra el paro, pero fue el dinero sucio que generaban aquellas actuaciones fuera de lo normal el responsable de que gente corrupta por naturaleza ideológica le transmitieran el virus al propio deporte.

Entre 1985 y 1996 se usaban los esteroides de forma alarmante, pero el público protegía al jugador del patio señalando a José Canseco como único usuario y gritos y pancartas estaban ahí para ratificarlo, fiscales equivocados a propósito en contubernio con el relajo. Ante esta situación, secreto a voces, ¿Dónde estaban el Comisionado, los dueños, el Sindicato y los acusadores de hoy? Por favor… se tienen pistas, detrás del artillero cubano para destruirlo.

El club Yankees de Nueva York no es cualquier cosa, es el beisbol, fue la casa de Ruth, Gehrig y Dimaggio sobre todo, más de la mitad de la gran historia del juego se tiene que hacer con la participación del nombre glorioso.

El mejor y más grande pelotero de la historia es una leyenda yankee: Babe no se parece a nadie ni en su juego ni en su comportamiento, solo para batear aceptó influencias del swing de Shoeless y de Ty Cobb y con sus millones de virtudes y muy pocos defectos, es lo único verdaderamente auténtico del beisbol por su carácter y su personalidad.

Con el antecedente de Babe Ruth, con semejante precursor, dueño del más brillante historial de heroicidad del juego, Alex Rodríguez no tenía ninguna posibilidad de competir y el cambio al club eterno le significó todo en contra, incluido lo que más le comprometió la credibilidad: el dinero.

Quizás con otro club no le hubiera ido igual de mal al neoyorquino, porque en la franela rayada no iba a construir un imperio sobre la base del “jugador que supera al club”, no, en Nueva York tendría fantasmas que no podría alejar si no se comportaba como se suponía que debía hacerlo un pelotero de su clase, de su fama y de su dinero.

Sobre todo, ahí estaban los monumentos del centerfield, vigilantes de la actuación del intruso para que no se contaminaran ni la historia ni el recuerdo, por lo que, al entrar al terreno, debía quitarse la gorra y los spikes, como significación de la entrada a la Tierra Santa del beisbol. El ego, en este caso, era un peso demasiado peligroso para someterlo a prueba, entonces retó al carácter divino y se aplastó

Aunque Alex luchó todo lo que pudo el club lo apabulló, porque lo único superior a los Mulos como figura de carne y hueso fue Ruth, a fin de cuentas, creó la leyenda, construyó el estadio e inició la historia… para Alex no era posible. Ni para nadie.

El antesalista ha tenido otro problema personal que le incapacitó de poder soportar la presión de jugar para los Bombarderos con normalidad por semejante salario y es su debilidad de carácter y su pobre personalidad, porque Alex Rodríguez no es autóctono, demostrado durante casi todo su vida como “copycat” de José Canseco, que hasta flirteó con Madonna para imitar al cubano.

Ante evidencias de esta clase, pues Alex no puede ser una leyenda yankee; hoy, por las acusaciones que enfrenta, posiblemente de ningún otro club tampoco.

Sin embargo, hay un exceso de persecución contra el 13 en problemas que no solo es injusto, sino sospechoso ¿Por qué quieren que este individuo pague las culpas de todos los delincuentes?

¿Por qué Bonds apenas fue “trabajado” por MLB y se apresuraron a sacarlo de circulación con mala intención para la decencia y la credibilidad del juego? ¿Quiénes protegen al ex jugador del San Francisco? ¿Por qué Alex no tiene acceso a igual protección que el niño lindo de Felipe Alou, de Dusty Baker y, sin dudas, de Selig y compañía?

Y que nadie hable de culpas en mayor o menor demanda, porque, lo que debe contar ante la opinión pública, es que un tipo que vergonzosamente violó el código sagrado de la Historia del beisbol, se apropió como un vulgar ladrón, con ayuda ajena artificial, del récord más importante del juego, no por el número, sino por el nombre de su propietario.

Ante el caso Bonds estamos en presencia del individuo con menos capacidad de espíritu heroico de todos los peloteros en el rango de estrellas de la historia de las Grandes Ligas, más enano mientras más intentó ofender a Ruth y a su legado, a fin de cuentas, al nombre del juego de pelota.

Lo peor de todo el rollo de Biogénesis y de sus antecedentes es que todavía no se ha procesado a nadie de las oficinas de clubes ni del Beisbol Organizado ni del Sindicato.

Mientras no suceda, viéndolo bien, el pecado de los jugadores cuestionados, todos, es intrascendente, especie de culpa de segunda mano.

A fin de cuentas, no fueron estos señorones que quieren mostrar una cara no correspondiente con sus conductas los que iniciaron este raro y sospechoso saneamiento del beisbol, sino cierta prensa, más por chanchullo que por buena voluntad, principal aliado de los culpables y, por la forma como “equivocaron” su análisis durante tanto tiempo, igual de responsables ante el crecimiento del delito.

Tenga esto en cuenta: por 125,000 intentaron comprar los documentos de Biogénesis, si les hubieran vendido ¿Estuvieran acusando hoy a Alex y a 8 más por el escándalo?

Si MLB se hubiera apropiado de esos documentos estuvieran en gavetas con el rótulo de “no abra, tiene cucarachas”, no en el medio de juicios que a quienes cuestionan realmente es a los fiscales y al jurado por la falta de principios, por el vacío moral y por la corrupción de sus almas que el tiempo, desde que sacaron a Vincent, ha ratificado.

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