Miguelito Valdés / Música, Cuba
Miguelito Valdés (Miguel Ángel Eugenio Lázaro Zacarías Izquierdo Valdés, 1912-1978). Extraordinario intérprete de la música cubana. Cantante, compositor, percusionista. Muy popular durante décadas en Latinoamérica y Estados Unidos. Conocido como Míster Babalú.
Nació el 6 de septiembre de 1912, en el populoso barrio de Belén, La Habana, de padre español y madre yucateca. Se crió en el barrio de Cayo Hueso, cuna de rumberos y soneros, en Pasaje Aurora, muy cerca del solar África, donde vivía Chano Pozo. Muy jóvenes entablaron amistad y juntos cantaban y tocaban rumbas.
Cursó hasta sexto grado de la instrucción primaria. Se vio obligado a trabajar desde los once años para ayudar a su madre a mantener a sus seis hermanos, cinco varones y una niña. Laboró en un taller de automóviles en la reparación de carrocerías. Hacia 1923 probó suerte como boxeador, y logró buenos resultados en la división welter.
Su primer ídolo en la música fue el cantante mexicano José Mojica, tenor muy famoso por esos años en Cuba. En 1927 integró el Sexteto Habanero Juvenil como cantante. Cuando el grupo lo necesitaba, también tocaba el contrabajo, la guitarra y el tres. En 1929, con el apoyo económico de su madre, estudió guitarra con Sol Feggio y se relacionó con la trovadora María Teresa Vera. Con el Sexteto Occidente de María Teresa trabajó esporádicamente en las academias de baile Sport Antillano, Rialto y Havana Sport, como voz corista.
Entró como cantante al Sexteto Jóvenes del Cayo desde su fundación en 1929. Trabajó también, en sus primeros años en la música, con las charangas de Ismael Díaz, la orquesta Gris de Armando Valdés Torres, y la Habana de Estanislao Serviá.
En 1933 viajó a Panamá para actuar en los carnavales con una agrupación musical formada para la ocasión. Una vez terminado el contrato permaneció trabajando en el restaurante El Moderno Cubano. Actuó durante una temporada con la orquesta del panameño Lucho Azcárraga, con la cual logró darse a conocer en varios escenarios panameños y costearse en 1936 su regreso a Cuba.
En La Habana, ingresó en la orquesta Hermanos Castro, una de las más solicitadas jazz bands cubanas de la época. En 1937, junto a nueve músicos de esa agrupación, participó en la fundación de la orquesta de carácter cooperativo Casino de la Playa, que tomó el nombre del exclusivo centro nocturno que los contrató a cambio de que adoptaran su nombre. Su primer director fue el violinista Guillermo Portela y en el piano contaba con el formidable Anselmo Sacasas, quien escribía los arreglos que rápidamente definieron el estilo de la banda, la más versátil y dinámica de su época. Todos los músicos de la orquesta eran blancos (como era usual en la mayoría de las jazz bands cubanas de la época, por exigencia de las directivas de los centros donde se presentaban), excepto su principal atracción: el mulato Miguelito Valdés.
Realizaron las primeras grabaciones para la RCA Victor en junio de 1937, entre ellas "Bruca maniguá", de Arsenio Rodríguez, que se convirtió en una de las piezas que Miguelito cantaría a lo largo de toda su carrera. En esta primera sesión de grabaciones se registró el bolero-son "Dolor cobarde", primera composición suya llevada a disco. En abril de 1938 la orquesta grabó, también de la autoría de Valdés, las congas "Mi comparsa" y "Los componedores", tema musical de una popular comparsa del carnaval habanero: “Los componedores de batea”. Otras piezas suyas que se graban ese año son la guaracha "Mi tambó", el bolero "Loco de amor"! y la conga "Los venecianos". El 27 de febrero de 1939 la orquesta llevó al disco el afro "Babalú", de Margarita Lecuona, que será desde entonces carta de presentación de Miguelito Valdés, quien la interpretó en innumerables ocasiones.
Miguelito fue quien propició la primera grabación del tres cubano en el son pregón "Se va el caramelero", de Arsenio Rodríguez, quien hizo el solo de ese instrumento.
El conjunto de grabaciones que realizó Miguelito Valdés entre 1937 e inicios de 1940 con la Casino de la Playa cimentó su popularidad dentro y fuera de Cuba. Estas obras son demostración de los alcances de su versatilidad y de sus extraordinarias dotes como intérprete maduro, dueño de un estilo carismático y personal en diversos géneros de la música cubana: bolero, afro, son, rumba, guajira, pregón, conga y canciones.
En los primeros meses de 1940 Miguelito hizo grabaciones con otras orquestas y grupos, como la Havana Riverside, la orquesta de Enrique Bryon y el Septeto Nacional (aunque en los discos aparece este grupo como “Miguelito Valdés y su conjunto”). En abril de ese año partió hacia Fort Lee, New Jersey, con Anselmo Sacasas, quien abandonó también la Casino de la Playa. A lo largo de ese año, sin embargo, en el mercado continuaron apareciendo sus discos con la orquesta, pues se trataba de placas que habían sido grabadas con anterioridad.
Problemas sindicales impidieron que Miguelito y Sacasas debutaran en el cabaret Riviera de New Jersey, donde habían sido contratados. Valdés marchó a Nueva York, donde fue contratado por el catalán Xavier Cugat. Debutó el 12 de mayo en el Sert Room del Hotel Waldorf Astoria. Actuó con esta agrupación en el Paramount Theater en las tardes, y cada noche en el Waldorf-Astoria Starlight Roof y la Camel Cigarette Show Rumba Revue. La orquesta de Cugat trabajaba seis días a la semana y realizaba grabaciones una vez al mes.
Entre mayo y junio de 1940 el cubano grabó por primera vez con la orquesta del pintoresco director catalán. Algunas de las piezas seleccionadas eran versiones de números que había popularizado Miguelito poco antes con la Casino de la Playa, entre ellos "Blen blen blen" de Chano Pozo, "Mis cinco hijos" de Osvaldo Farrés y "Elube Changó" de Alberto Rivera. En 1941 realizó nuevas grabaciones con Cugat, hasta que decidió a finales de año abandonar la orquesta por diferencias con el director. Dejó grabadas con esta agrupación, a pesar de su corta estancia en ella, excelentes interpretaciones de "Ecó" de Gilberto Valdés, "La negra Leonó" de Ñico Saquito, "Anna Boroco Tinde" de Chano Pozo, "Los hijos de Buda" de Rafael Hernández, "Yo tá namorá" de Arsenio Rodríguez y "Babalú", de Margarita Lecuona, que en Estados Unidos había dado a conocer Desi Arnaz.
Con Cugat y su orquesta Miguelito Valdés apareció en la película You Were Never Lovelier (Bailando nace el amor), protagonizada por Fred Astaire y Rita Hayworth, estrenada el 19 de noviembre de 1942. Por entonces se presentaba en centros nocturnos de Nueva York como La Martinica, Hollywood Mocambo y La Conga, y actuaba por temporadas con Machito y sus afrocubans, orquesta con la cual realizó veintiséis grabaciones para la firma Decca.
En abril de 1943 varios integrantes de la orquesta de Machito fueron llamados a filas para combatir en la Segunda Guerra Mundial, y Miguelito regresó a Cuba contratado por el magnate de la emisora RHC Cadena Azul, Amado Trinidad, y al poco tiempo marchó a México. En noviembre de 1943 actuó en el teatro Esperanza Iris junto a Agustín Lara, la Panchita, Tata Nacho, Mercedes Caraza, Los Calaveras, María Victoria Meche Barba y el comediante Tin Tan (Germán Valdés), quien debutó en un escenario teatral con ese espectáculo.
Miguelito actuó periódicamente durante casi dos años en la estación XEW, en el cabaret El Patio y participó en varias películas y cortos musicales: Esclavitud, Conga bar –con música de los hermanos Grenet-, Estampas habaneras –con Myrta Silva, Sergio Orta y Cecile Abreu-, Mi reino por un torero e Imprudencia (todas de 1944, dirigidas por Agustín P. Delgado).
Cuando regresó a inicios de 1945 a Nueva York, grabó con la orquesta del pianista boricua Noro Morales una serie de excelentes números. Se presentó en centros nocturnos con una orquesta que formaba cuando obtenía contratos en Los Ángeles y Nueva York. En junio de 1946 apareció cantando en las pantallas de los cines en la película Suspense (Choque de pasiones), de Frank Tuttle. Meses más tarde hizo posible la llegada a los Estados Unidos de su gran amigo, el tumbador cubano Luciano Chano Pozo, y de la joven cantante Olga Guillot, que acababa de ser premiada en Cuba como la mejor cancionera del año. Les proporcionó a ambos trabajos y grabaciones.
En 1948 organizó una orquesta con formato big band que, más adelante, en actuaciones o incluso en algunas grabaciones, reduciría a los formatos de conjunto o sexteto. Con su banda grabó, para el sello SMC, un tributo a Chano Pozo tras su asesinato en diciembre de 1948. En 1951 regresó a Cuba y grabó para la casa Seeco con la Sonora Matancera.
Aunque en 1957 anunciaba su retiro de los escenarios, continuó actuando en televisión e hizo presentaciones en Cuba. Realizó un disco de larga duración en México (México, yo te canto) con el Mariachi Tenochtitlán. En 1963 regresó a los estudios de grabación con la orquesta de Machito y grabó para Tico el disco Reunión. Participó también, para la misma disquera, en Canciones que mamá no me enseñó con la orquesta de Tito Puente. Se radicó en Los Ángeles, California, hacia 1964. En 1967 realizó un disco con dirección y arreglos de Chico O’Farrill ("Inolvidables") para la firma Verve.
En la década siguiente realizó numerosas grabaciones en varios países latinoamericanos (México, Brasil, Perú, Colombia, Panamá), en los cuales continuó presentándose. Sufrió un ataque al corazón en México a inicios de 1978. Recibió un homenaje en el Roseland Ballroom, de Nueva York, en mayo del mismo año, por sus más de cuatro décadas de carrera artística. Participó en una gira por Puerto Rico con la orquesta de Machito, Charlie Palmieri, Johnny Pacheco y Ray Barreto, entre otros. En octubre viajó a Colombia, donde realizó sus últimas grabaciones.
Como compositor, además de las piezas ya mencionadas, se destacan los boleros "Ya no alumbra tu estrella", "Letargo", "Qué tal te va" y "Dolor cobarde"; la conga de "Las jardineras", las rumbas "Yo soy la rumba", "Celina", "Esa mulata", "Rumba rumbero", "Sangre son colorá", "Oh mi tambó" y muchas otras. Gran parte de su extensa labor discográfica ha sido editada en formato digital en varios países del mundo.
El 8 de noviembre de 1978, falleció durante una actuación en el salón Monserrat del Hotel Tequendama de Bogotá.
Bibliografía
Acosta, Leonardo: Del tambor al sintetizador, 2da. ed., Editorial Letras Cubanas, La Habana, 1989.
Díaz Ayala, Cristóbal: Cuando salí de la Habana, Fundación Musicalia, 3ra. ed., San Juan, Puerto Rico, 1999.
Díaz Ayala, Cristóbal: Discografía de la música cubana. (1925-1960), Fundación Musicalia, San Juan, Puerto Rico, 2004.
Zamora Céspedes, Bladimir: “Chano y Miguelito: Hermanos de rumba”, en La Jiribilla, no. 135, La Habana, 2003.
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