Apuntes de un fanatico /Pedro Reyes
¿Por qué unos peloteros llegan y otros no? En Cumaná nos tropezamos nuevamente con varios panas de esos a quienes la afición por el beisbol le hizo metástasis y cuyo interés por la disciplina va más allá de ser seguidores de uno u otro equipo en Venezuela o en Grandes Ligas. Y de ese encuentro y de las palabras suyas nació el título de la columna. Nada fácil la interrogante porque nos llevó a indagar lejos de los límites de las estadísticas, las fechas y otros datos que duermen en tantas fuentes que hoy existen en el mundo del internet. Hace tiempo cuando para matar la fiebre los periodistas deportivos nos reuníamos todos los martes en el campo de softbol de los Cocodrilos, en la Cota 905 en Caracas, solíamos contar con la presencia de Gustavo Polidor, Oswaldo Guillén, Urbano Lugo y otras figuras más. En cierta ocasión, surgió el nombre de Carlos Café Martínez y su intermitencia como pelotero de la Divina Comedia y Oswaldo, como era lógico se encargó de la respuesta: Yo lo apoyé en todo, le aconsejé y le abrí hasta las puertas de mi casa. Actué como guía y consejero pero no hizo caso y eligió su propio destino y pensar que tenía condiciones para haberse establecido muerto de la risa. Los estudiosos de la conducta humana afirman que en la madurez el hombre alcanza su máxima evolución mental, intelectual y emocional y que la vida es un proceso de maduración constante. Un amigo con unos cuantos años metido en el mundo de la sicología y a quien utilizamos de comodín para entrarle al tema, nos dio una clase en referencia a lo que es un compromiso: Mucha gente piensa que es la responsabilidad para con un tercero y le cuesta entender que es consigo mismo, con sus principios, sus valores, es decir, serle fiel y consecuente al mundo que lleva por dentro y que ha sido formado desde el hogar, la escuela, en la calle. Antes de seguir, dejamos claro que no pretendemos hacer un juicio a Café Martínez quien, seguro, debe estar en el cielo participando en caimaneras y pendiente del mundo del hipismo. Lo citamos porque su nombre salió a flote en la conversa con los cumaneses y es que uno de ellos, fanático de los Tiburones de La Guaira, vivió intensamente los tiempos de la Guerrilla y otras épocas como la Serie del Caribe celebrada en Maracaibo en 1986 con la tropa de Pedro Padrón Panza que fue la representante de Venezuela. Nos preguntamos: ¿Por qué llegaron y triunfaron entre otros Luis Aparicio, Andrés Galarraga, Oswaldo Guillén y Omar Vizquel? Trabajo, constancia, compromiso con resultados y porque una vez uniformados de peloteros pusieron en práctica las mismas conductas que los llevó a ser exitosos como hijos, padre de familia, hermanos. Digamos que fueron fieles a su existencia interior. Por supuesto que toda esa solidez espiritual y moral les llevó a entender sin confusión alguna en el oficio que escogieron para vivir. Supieron crecer en las adversidades e igualmente nunca tuvieron la piel cansada de la tarde para escuchar un consejo y para saber que en el beisbol nadie es perfecto. Regresamos al encuentro de las palabras del sicólogo: En los humanos, madurar no es un proceso que ocurre al igual que como sucede con las frutas. Se trata de un aprendizaje que te brinda la vida y cada quien lo asimila a su manera. Hay quienes sostienen que se trata de una suma de experiencias que nos dejan lecciones inolvidables. En torno a la palabra experiencia el Diccionario de la Real Academia Española nos brinda definiciones que lucen oportunas: Hecho de haber sentido. Conocimiento de la vida adquirido por circunstancias o situaciones vividas. Práctica prolongada que proporciona conocimiento o habilidad para hacer algo. Además de mi papá, quien me vaticinó todo lo que iba a pasar en mi vida después que llegara a Grandes Ligas, comprendí que para triunfar entre tantas estrellas el único que me ayudaria era yo mismo con disciplina, estudio del juego, de los rivales y de los secretos para ser exitoso de la defensa del campo corto. Frases de Luis Aparicio, una mañana en la tribuna central del estadio de la UCV. SON APUNTES DE UN FANÁTICO COLUMNA PUBLICADA EL 16/03/2010
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aurimar rojas -