OCTAVIO VICTOR "COOKIE" ROJAS RIVAS La consagración de Cookie Rojas como figura estelar en el ultimo año de la pelota profesional en Cuba, fue hasta cierto punto dramática. Al comenzar la temporada Rojas era reservista del Club Cienfuegos, quien mantenía a Ossie Alvarez como titular de la segunda almohadilla. Chucho Rodríguez Gali el propietario de la novena, quería retener a Cookie como seguro de vida y por esa razón no se decidía a cambiarlo a los Rojos del Habana, donde Miguel Angel González clamaba por sus servidos. "Deseo que hagan una transacción por mi contrato, si es que no me van a dar la oportunidad de jugar todos los días", exigió Rojas. Tal parece que Rodríguez Gali lo escuchó y Cookie pasó al Habana, donde su efectiva ofensiva le permitió capturar el liderato de los bateadores con .322 de average. Hasta ese momento Octavio había jugado en las Ligas Menores con los equipos de West Palm Beach, Wausau, Savannah, Cubanos Reyes del Azúcar y Jersey City que heredó la franquicia de los Caneros en 1962. Su debut en las Grandes Ligas se produjo con Cincinnati en 1962, desde donde fue cambiado a los Filis de Filadelfia por el lanzador Jim Owen el 27 de noviembre de ese año. Su presentación en Filadelfia bajo la dirección de Gene Mauch se produjo en circunstancias espéciales. Durante un juego celebrado en el Dodger Stadium en Los Angeles, Tony "El Haitiano" González fue expulsado del desafió y Rojas fue enviado a sustituirlo en el jardín izquierdo, siendo esta la primera vez que patrullaba uno de los bosques. Fue precisamente frente a un lanzador de los Dodgers, el extraordinario zurdo Sandy Koufax, que Cookie logró su primer imparable en las Grandes Ligas. Mauch le brindó a Rojas la oportunidad de jugar regularmente con los Filis, al extremo de utilizarlo en las nueve posiciones de la alineación. Aunque parezca increíble, Octavio actuó como receptor en un partido en 1964, dos en 1965, tres en 1967 y uno en 1968. Cookie desplegó una gran versatilidad durante las 7 temporadas que pasó en Filadelfia, en 1967 participó en 137 encuentros como segunda base, 9 en los jardines, 3 como catcher, 2 en el campo corto, 1 en tercera base y un episodio como lanzador. Cuando Jim Bunning lanzó su juego perfecto contra los Metropolitanos de Nueva York, el 22 de junio de 1964, Rojas actuó como torpedero y jardinero izquierdo en el partido. Octavio recuerda con cariño su labor con el conjunto de la ciudad de Filadelfia, pues los fanáticos en el año 1969 al hacerse la votación general de todo el béisbol de las Grandes Ligas, lo seleccionaron como el mejor segunda base de todos los tiempos en Filadelfia, lo que constituyo un gran honor. Durante sus años con los Filis se acumularon una serie de acontecimientos históricos que le serán difícil olvidar, entre ellos el encuentro nocturno mas largo en la historia de las Grandes ligas, con anotación de 0-0. El maratónico desafió se celebró en Nueva York el 2 de octubre de 1965, extendiéndose a 18 entradas, que se convirtieron en 27 ceros para los Mets, pues Bunning los había blanqueado 2-0 en el primer partido, ayudado por 4 hits conectados por Rojas. En 1969 Cookie fue cambiado a los Cardenales en el famoso cambio por Dick Allen donde Curt Flood no reportó al Filadelfia. A mediados de la temporada los Pájaros Rojos decidieron que a los 31 años Octavio estaba viejo para el béisbol y lo canjearon al Kansas City de la Liga Americana por el jardinero Fred Rico, quien fue enviado al Tulsa. Desde entonces Rojas fue considerado el mas completo segunda base del joven circuito, jugando cuatro años consecutivos en el Juego de Estrellas. Al lograr esa distinción se convirtió en el noveno pelotero en jugar para ambas ligas en el Clásico de mediados de temporada. Por cierto que en el octavo episodio del Juego de Estrellas de 1972, después de un sencillo conectado por Carlton Fisk, el manager Earl Weaver envió a Cookie a batear como emergente por Rod Carew y este respondió disparando un jonrón contra el derecho Bill Stoneman de los Expos de Montreal, que puso momentáneamente al frente a la Americana 3-2. Cuando Rojas fue interrogado acerca de su hazaña contesto: "Bueno, cuando iba rodeando las bases, me dije: Caramba, ya solo me faltan 630 para alcanzar a Hank Aaron". Cookie, quien no ha perdido su apariencia de hombre de negoció o profesor universitario, trabajó como "scout" de avanzada de los Angeles de California. Su misión consistía en visitar con anterioridad las ciudades donde iban a jugar los Angelinos y reportar los logros y las deficiencias del equipo contrario. Después Rojas fue nombrado de modo oficial manager de los Angelinos el sábado 26 de marzo de 1988, a quienes sacó del sótano y los condujo al cuarto lugar. A pesar de eso, lo destituyeron faltando 8 partidos para terminar la campana de ese año. Su sustituto Moose Stubing perdió todos los desafíos que dirigió y eso no fue extraño, porque muchos consideraban que no era nada brillante como manager del club. En una ocasión el segunda base Bobby Grich estuvo a punto de pegarle en medio de un encuentro, por lo mal que había dirigido el trafico en las bases durante un juego. Algo realmente chistoso le sucedió a Rojas, en una de las ocasiones que comandó a los Angelinos en el Yankee Stadium de Nueva York. En medio de una discusión con los árbitros, se puso a reverenciarlos como si fueran dioses omnipotentes, provocando la risa de los presentes. Como es de suponer Cookie fue expulsado del encuentro por los furiosos umpires. Después de 10 años en la organización de los Angeles, se unió a los Marlins de Florida el 24 de octubre de 1991, fungiendo como busca talentos y asistente del gerente general. En noviembre 12 de 1992 acepto ser el "Coach" de tercera base del conjunto, hasta que pasó a Los Mets en 1997 Rojas quien nació en La Habana el 6 de marzo de 1939, figura en los Salones de la Fama de los Filis de Filadelfia, Reales de Kansas City y el de Cuba a donde fue elegido en el exilio en 1992. |
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