Silvio Garcia /Biografias deportivas
El gran acontecimiento de la temporada lo brindó el torpedero Silvio García, quien a pesar de jugar para el Cienfuegos, que resultó el equipo sotanero, fue elegido junto al zurdo Adrián Zabala de los campeones del Habana, como los Jugadores Mas Valiosos de la campana. Los meritos de Silvio fueron enormes, no solamente por conquistar su segunda corona de los bateadores con average de .347 y robar mas bases que nadie con 17, sino que se constituyó en el guía indiscutible, de las 28 victorias logradas por los Elefantes.
Silvio perteneció a ese almacigo de grandes peloteros cubanos de raza negra que hubieran sido, sin dudas de ninguna clase, refulgentes astros en el firmamento estelar de las Ligas Mayores de haber tenido la oportunidad de demostrarlo, tal como hubiera sucedido con Martín Dihigo, Lázaro Salazar, Alejandro Crespo, Cristóbal Torriente, José de la Caridad Méndez, Eustaquio "Bombin" Pedroso Ramón Bragaña, Alejandro Oms, Pedro Formental, Claro Duany, Rodolfo Fernández, Cando López y muchos mas que harían la lista interminable.
Silvio nació en Limonar, Matanzas, el 11 de octubre de 1914. Bateaba y tiraba a la derecha con una estatura de 6 pies y 195 libras de peso. Tenia un rifle por brazo y dirigía la mayoría de sus batazos hacia el campo contrario.
Se inició en el béisbol en 1931 como jugador amateur de los equipos Aevos y San Juan de Dios. Participó en los semiprofesionales con los conjuntos Toros de Paredes, Marianao y el Regimiento 6 de las Fuerzas Armadas. En l931-32 debutó en el profesionalismo al servicio del Club Habana, donde actuó en 20 partidos, conectando 17 hits en 66 veces al bate, para un promedio ofensivo de .258, incluyendo 2 dobles, 2 triples, 5 impulsadas, sin jonrones o bases robadas. No participó en el campeonato de 1932-33, ni el de 1933-34 porque no se celebró. En 1935-36 reapareció jugando cuatro campañas seguidas con los Monjes Grises de Marianao (posteriormente los Tigres), hasta 1937-38.
Durante todo ese tiempo tuvo average colectivo de .252, producto de 144 hits en 571 apariciones en el plato. En el campeonato de 1938-39 vistió la franela del Almendares para quien bateó .293. En 1939-40 no jugó en Cuba, pues lo hizo en Puerto Rico. Regresó a la Liga Invernal con los Leopardos de Santa Clara en 1940-41 donde logró .314 de average.
Desde 1942 hasta 1951-52, utilizó el uniforme del Cienfuegos. Sin embargo, interrumpió su cadena de 10 campanas con los Elefantes para jugar con el Matanzas de la Liga Federal Nacional en La Tropical en 1946-47, cuando se celebraron dos torneos a la vez en Cuba. Con los matanceros Silvio conectó para un elevado porcentaje de .344 en 40 encuentros, impulsando 25 carreras y robándose 25 bases. Sus mejores promedios en sus diez años con el Cienfuegos los consiguió en 1941-42 (.351), 1942-43 (.303), 1943-44 (.320), 1947-48 (.292) y 1950-51 (.347). En dos de esos años: 1941-42 y 1950-51, resultó el campeón de los bateadores de la Liga Cubana.
En 1952 volvió con el Marianao y bateó para un saludable .270 a pesar de estar casi al final de su carrera. Al año siguiente (1953-54), dividió las hostilidades utilizando los colores del Marianao y Almendares. En total jugó 19 años en Cuba con average de por vida de .282, el resultado de 891 hits en 3,168 veces al bate, incluyendo 61 dobles, 24 triples, 18 jonrones, 351 remolcadas y 83 estafas, su labor como lanzador fue de 36 desafíos, ganando 13 perdiendo 12. Su mejor año (cuando lo tomó en serio), lo finalizó con record de 10-2, terminando 13 de los 15 que comenzó.
En 1946-47 participo durante el verano con los New York Cubans de Alejandro Pompez y en 1949-50 lo hizo con el Club Sherbrook de la Liga Provincial de Canada, finalizando como líder de los bateadores con promedio de .395. Silvio jugó en el verano de 1938 en México con el Veracruz y posteriormente también jugó con el México de 1941 hasta 1943, con México y Veracruz (1944), Veracruz (1945) y México nuevamente en 1948. Sus totales fueron de 7 temporadas en la Liga Mexicana donde participó en 563 encuentros con 2,344 viajes al plato, 786 hits, 132 dobles, 30 triples, 52 cuadrangulares, 440 empujadas, 130 robadas y un average de .335. Como serpentinero tuvo marca de 10-2 para el Veracruz en 1938.
Silvio fue uno de los mejores y es un verdadero crimen que no haya podido demostrarlo dentro de un diamante en las Grandes ligas.
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