Victor Martínez como en Casa

El día de compras, más atareado del año para muchas personas resultó ser el día más importante de la temporada baja, para los Tigres. No consiguieron una ganga, pero al firmar al venezolano Víctor Martínez (en la gráfica), recibieron el regalo navideño que querían sin necesidad de hacer fila en una tienda. Aunque en el mercado sigue disponible la velocidad de Carl Crawford y el poder de Adam Dunn, Los Tigres tenían en la mira a Martínez, cuya carrera seguían desde lejos cuando éste jugaba por los Indios. Por su parte, Martínez siempre admiraba a los Tigres y la buena disposición de conjunto felino a la hora de invertir. Hizo falta la intervención de su compatriota Miguel Cabrera, pero al final todo cuadró. Los Tigres anunciaron oficialmente el viernes que habían concretado un acuerdo de cuatro años y US$50 millones con Martínez. Pero para los Tigres, lo más atractivo de Martínez, no eran sus credenciales como receptor, sino su bate ambidiestro. El oriundo de Ciudad Bolívar tiene promedio de por vida de .300, ha impulsado al menos 108 carreras en tres ocasiones y promedia 20 jonrones por campaña. Un bateador de su índole es justo lo que Detroit deseaba para proteger a Cabrera en el orden ofensivo. Aunque los Tigres agregaron a una pieza clave al firmar al preparador de mesa dominicano Joaquín Benoit la semana pasada y retuvieron a otras dos al pactar de nuevo al también dominicano Jhonny Peralta y Brandon Inge, nunca ocultaron que estaban deseosos de un bateador establecido. Después de que Cabrera recibió 32 bases por bolas intencionales en el 2010, más que cualquier otro bateador de la Liga Americana desde 1993, Los Tigres querían asegurarse de que en el futuro los equipos contrarios piensen dos veces antes de sacarle el bate de la mano al cañonero. Martínez era una prioridad lo suficiente importante para que Cabrera interviniera, aunque aparentemente no le fue muy difícil convencerlo. "Miguel fue un gran factor, para decir verdad. Pero creo que lo más importante fue lo que dije anteriormente. Jugaba mucho contra Los Tigres y veo la forma en que tratan de mejorar el equipo cada año. Todos los años ponen un equipo competitivo en el terreno. Tengo muchos deseos de ganar y este es el equipo que elegí". Cuando militaba por los Indios, Martínez observaba a los bateadores de Los Tigres desde su puesto detrás del plato. Ahora que pasará más tiempo en la caja de bateo y fuera del terreno, reconoce que tendrá que ser algunos ajustes, ya que sólo 136 de sus 4,224 turnos al bate de por vida han sido como bateador designado. 

Como designado 

Más allá de las expectativas que tenga Víctor Martínez de cara a la próxima campaña y su disposición a cumplir cualquier función en beneficio del equipo, Dave Dombrowski, presidente y gerente general de Los Tigres de Detroit ya informó que el careta criollo estará detrás del plato dos o tres veces a la semana y que el joven Alex Avila se encargará de la receptoría el resto de los partidos. Con el anuncio también vino la afirmación de que el rol de Martínez será mayoritariamente como bateador designado. 

Impresiones 

"Si puedo hacer algo para que este sea un mejor equipo, lo haré con gusto. "Si este equipo va a ser mejor conmigo como bateador designado, catcher, inicialista, no me importa. A fin de cuentas, lo que quiero es ganar". 

Víctor Martínez 

"Había algunos jugadores buenos disponibles este invierno. No hay una abundancia, pero sí algunos. En el caso de Víctor, lo consideramos un jugador completo, un ganador, un líder, alguien que puede impulsar carreras, alguien que puede batear a la zurda y que es capaz de ayudarnos en la receptoría". 

Dave Dombrowski, presidente y gerente general de Detroit.