UN CORRING SUICIDA Y ESPECTACULAR DE WILLIE MAYS
La VII Serie del Caribe se celebró en Venezuela, en el Estadio Universitario de Caracas, en 1955 y tuvo como contendientes al Almendares, por Cuba; al Santurce, por Puerto Rico; al Magallanes, por Venezuela y al Carta Vieja por Panamá.
Para la Serie del Caribe Cuba reforzaba con un pitcher, con un catcher; o con ambos, como el Habana en 1952, que llevó a Andres Fleitas y al pitcher Thomas Fine, autor del único no hit no run lanzado hasta hoy en estos eventos; por tal razón, una estrella de Grandes Ligas y no solo el mejor pelotero cubano; sino hispano de la época, Orestes Miñoso, solo asistió a 2: las veces que ganó su club, el Marianao, en 1957 y 1958.
La VII Serie del Caribe la ganó el Santurce, con Magallanes, Almendares y CartaVieja detrás; los Azules concluyeron en segundo lugar en fildeo; pero últimos en bateo y, aunque dieron 5 jonrones, su promedio fue de .190 por .290 con 8 cuadrangulares de los boricuas.
Para el primer juego de la primera vuelta entre Almendares y Santurce, fueron seleccionados como abridores por los managers Herman Franks, de los Cangrejeros y, Bobby Bragan, por los Alacranes, Sam Jones, de Grandes Ligas y Joe Hatten, también de los circuitos mayores. Si bien la derrota del año anterior del propio Almendares se justificó con la ausencia de Rocky Nelson y un trabajo deficiente del novato Julio Bécquer al bate en sustitución del artillero americano, este año no habría justificaciones, porque el Almirante estaba en la inicial y en el cuarto turno del orden al bate.
Pero el club del Cangrejo Mayor, Pedrin Zorrilla, presentó el más poderoso orden al bate de todos tiempos en Series del Caribe, con Willie Mays, Roberto Clemente, Búster Clarkson, George Crowe, Harry Chiti, Bob Thurman, Luis Rodríguez Olmo y Don Zimmer, entre otros. Bill Greason, Rubén Gómez, Garabato Sackie y Sam Jones fueron los ases de la serpentina con los que el Santurce mantuvo el trofeo ganado el año anterior por el Caguas para Puerto Rico.
Con un juego agresivo al bate y una buena labor de Hatten, el Almendares llegó al 6to. con ventaja de 6-1 y, en ese inning, ocurrió el desastre: Willie Mays, que había sido anulado durante sus primeras 12 veces al bate, reencontró su forma con un jonrón en el juego anterior contra el venezolano del Magallanes Ramón Monzant; a partir de ahí, fue prácticamente imparable, logrando conectar de 12-10 de todas las dimensiones; entonces el cuadro del Almendares, el famoso cuadro azul, se puso totalmente al garate ante rollings que, normalmente, eran fildeados con facilidad por las manos prodigiosas de Willy, de Héctor y de Al Federoff, por lo que el club boricua anotó 4 sucias y puso el juego 6-5; entonces, con bases llenas y Clemente en primera como tercer bate que había recibido base por bolas, entró Willie Mays a la caja de bateo. Ya Roger Bowman había remplazado a Hatten y, en conteo de 1 bola y dos strikes, el centerfielder de los Gigantes conectó una línea bárbara que sobrepasó a Earl Rapp en el leftfielder y rechinó contra el muro, el corrido de Mays, nunca vuelto a repetirse, fue suicida y espectacular, porque se deslizó en home encima de Clemente, que era un gran corredor, calculándose que dio la vuelta en algo menos de 12 segundos para un jonrón dentro del terreno.
Con score 9-6 perdió el club añil el partido, después volverían a perder otro contra los boricuas y uno contra Venezuela y Panamá.
Según Gonzalo Naranjo, que lanzó 10 campañas para el Almendares y fue testigo presencial de la jugada, el pitcher Bowman se enredó a golpes contra Earl Rapp, que jugó en el left, bajo imputación de que le había “cogido miedo a la cerca” en la conexión de Mays; pero, en aquella época, no eran como las de hoy, sino de bloques; en cuanto a la vuelta al cuadro, según Naranjo y todos los que asistieron a la serie, nunca vieron algo igual, ni en Cuba, ni en Grandes Ligas, ni en ningún lado…
AUTOR : Andrés Pascual / Cronista Cubano de beisbol y boxeo del Diario Las Americas de Miami/
EXCLUSIVO PARA BEISBOL 007
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