Ya es tarde para que se reivindique Manny Ramírez‏

Tal vez Manny Ramírez sea sincero de verdad. Tal vez ahora se dé cuenta de lo mucho que han manchado su carrera sus locuras, su actitud y, al final, sus pruebas positivas por sustancias prohibidas. Claro, es una carrera que hubiese sido de un Salón de la Fama.

Tal vez sea un hombre nuevo. Pero he aquí un tip: Si quieres que la gente crea todo eso, no es lo indicado referirte a ti mismo en tercera persona.

"Quiero demostrarle a la gente que Manny pudo cambiar, que pudo hacer lo correcto y demostrarle a la gente que aún podía jugar", le dijo Ramírez a Pedro Gómez de ESPN. "No quiero dejar el juego de la manera en que lo hice. También quiero demostrarles a mis hijos que si cometes un error, no tienes que rendirte, sino volver y arreglar, y si quieres irte, tienes que irte de la manera correcta."

En caso de que a alguien se le haya olvidado, el dominicano Ramírez es agente libre ahora mismo. En abril del año pasado, luego de dar positivo por sustancias prohibidas por segunda vez en su carrera, el toletero optó por el retiro en vez de cumplir una suspensión de 100 juegos.

Pero ahora Ramírez quiere volver. Y para acomodarle eso, Major League Baseball acordó lo siguiente: la suspensión ha sido reducida a 50 juegos. De ser firmado Manny puede participar en los entrenamientos de primavera. Y, mientras cumpla la suspensión, puede practicar con el equipo que lo haya firmado mientras esté alejado del terreno y el clubhouse para la hora en que se abran al público las puertas del estadio.

Ahora, a unas seis semanas del inicio de los entrenamientos, la pregunta obvia es la siguiente: ¿Se arriesgará algún equipo con Manny?

O mejor todavía: ¿Merece Manny otra oportunidad?

Algunas de las imágenes de ESPN en su reportaje enseñan a Manny haciendo ejercicios en una piscina con algunas señoras de la tercera edad. En otro momento, un Ramírez triste se expresa con bastante remordimiento al recordar el cargo de agresión doméstica puesto en su contra unos cinco meses después de su repentino retiro del béisbol.

Ante mis ojos se ve un Manny arrepentido.

Creo que cualquiera que anduviera en sus zapatos-sin importar el nivel de egocentrismo exhibido anteriormente-se volvería más humilde, dispuesto a aceptar un cambio dramático y de complacer a los demás si se le quitara algo tan valioso de una manera tan súbita. Tal como le dijo a ESPN desde el sur de la Florida, su hogar invernal y donde tiene una pequeña jaula de bateo: "Haciendo esto, me he dado cuenta de que no sabes lo que tienes hasta que lo pierdes."

Ahora son los Orioles, Rays, Marineros y Mellizos, entre otros, que tienen el tipo de hueco que podría llenar Ramírez. Y quién sabe si alguien le da una oportunidad.

Yo no lo haría.

--Tendrá 40 años poco después de que se le levantará la suspensión.

--En el mercado aún quedan varios bateadores probados a un precio razonable : Johnny Damon, el dominicano Carlos Peña, el también quisqueyano Vladimir Guerrero, el venezolano Magglio Ordóñez y el japonés Hideki Matsui.

--Manny fue improductivo durante casi un año, aun antes de abandonar el béisbol. En 88 veces al plato por los Medias Blancas al final del 2010, tuvo apenas dos extrabases. En sus cinco partidos del año pasado con los Rays, se fue de 17-1.

--Simple y llanamente ya no vale la pena.

No hace mucho tiempo, Ramírez sí valía la pena-valía los cambios radicales de humor, el drama y los dolores de cabeza. Un OPS (porcentaje de embasarse más slugging) de por vida de .996, promedio de .312 y 555 jonrones no podían ignorarse-sin importar la cantidad de veces iba al baño detrás de la pared de los jardines del Fenway Park, sin importar las "lesiones" en la corva y sin importar las relaciones destruidas en el camino.

Pero ahora Ramírez tiene 39 años y ya no puede jugar defensa, no es un bateador emergente, no es un líder-y tiene un bate más lento que nunca.

Podría ser de poco riesgo darle un contrato de liga menor con poco margen de error.

¿Pero cuál sería el premio?

"Primero, porque aún puedo jugar", le dijo Ramírez a ESPN al preguntársele por qué un equipo debería darle una oportunidad. "Segundo, porque voy a ser un modelo a seguir. Muchos me van a ver y dirán, 'Hey, este tipo cometió un error, no se dio por vencido y mira cómo terminó. Lo hizo de la manera correcta y volvió.'"

A Ramírez le deseo lo mejor en lo que es un intento admirable de regresar. Nadie quiere irse de la manera en que lo hizo, y espero que pueda terminar su carrera en paz con el juego que una vez dominó. Pero, como lo dijo una vez sobre sí mismo el basquetbolista Charles Barkley, Ramíez no es ningún modelo a seguir.

Y puede ser un poco tarde para se dé cuenta de todo eso.

Alden González / MLB.com