Los mega-contratos son una especie de lotería
Cuando al final de las Reuniones Invernales se filtró la noticia de que el dominicano Albert Pujols había recibido un contrato de 10 años y US$254 millones de los Angelinos, la reacción fue algo así:
¡Wow!,
Después, se escuchó lo siguiente:
A ver si el equipo lamentará ese contrato.
Por más calidad que tenga Pujols, la realidad es que sólo Alex Rodríguez había recibido un pacto mayor al del primera base, tanto en términos de dinero total como en salario promedio. Pujols va a cambiar de liga. Y, más importante, ya tiene más de 30 años.
Los Angelinos tenían fundamentos sólidos para hacer lo que hicieron, con el dinero que recibirán por derechos de televisión local. Pero los que dudan del juicio de la firma también tienen argumentos con mérito. La verdad es que nadie sabrá quién tiene razón hasta dentro de unos cuantos años.
Como ejemplo, veamos el caso de Jayson Werth y los Nacionales. Algunos ya afirman que la firma de Werth por siete años y US$126 millones fue un gran error de parte de Washington, ya que el jardinero bateó sólo .232 en el 2011. Lo que pocos parecen entender es que Werth es capaz de un repunte. Además, el gerente general de los Nacionales, Mike Rizzo, dijo que quería que Werth ayudara a cambiar la cultura del clubhouse. Tal vez lo haya hecho. Washington terminó en el tercer lugar del Este de la Liga Nacional en lo que fue su mejor temporadas desde el 2002, cuando la franquicia estaba en Montreal.
Hay que ver al boricua Carlos Beltrán y al venezolano Johan Santana. Ambos recibieron mucho dinero de los Mets y rindieron bastante antes de que fueran frenados por las lesiones.
Los mega-contratos les salen bien a los jugadores, por supuesto. Pero para los equipos, ha habido resultados mixtos. Con eso en mente, echémosle un vistazo a lo bueno y lo malo de los pactos multimillonarios otorgados en la historia reciente:
SIN LAMENTOS
Derek Jeter (US$189 millones, 2001-10 con los Yankees). En ese momento, parecía otro ejemplo de que los gastos estaban fuera de control. Y hasta hoy en día acapararía muchos titulares. Pero Jeter maduró para convertirse en la cara de la franquicia y futuro Salón de la Fama, a la vez que los Yankees han estado en la pelea todos los años. Todo positivo.
Todd Helton (US$141.5 millones, 2003-11 con los Rockies): Se ha convertido en una leyenda en Denver, piedra angular de la franquicia de los Rockies desde que llegó a Grandes Ligas en 1997. Es sinónimo del equipo, y es difícil imaginarlo vistiendo otro uniforme.
Pujols (US$100 millones, 2004-10 con los Cardenales): No hay que dar muchas explicaciones. Aseguró su futuro y los Cardenales contaron con un jugador que pudo haber exigido mucho más como agente libre (como lo acaba de hacer con los Angelinos).
Miguel Cabrera (US$152.3 millones, 2008-15 con los Tigres): Sí, se ha completado sólo la mitad del contrato. Pero al terminar dentro de los primeros cinco en las votaciones para JMV de la Americana en cada uno de los últimos tres años, es casi seguro que el GG de Detroit, Dave Dombrowski, está conforme con el venezolano.
CC Sabathia (US$161 millones, 2009-15 con los Yankees): Después de tres temporadas dominantes (59-23) de Sabathia, la directiva de los Yankees agregó otro año al contrato y una opción de US$30 millones para evitar que el zurdo volviera al mercado libre este invierno.
ERRORES COSTOSOS
Barry Zito (US$126 millones, 2007-13 con los Gigantes): Con los pitchers nunca se sabe. ¿Pero quién hubiese pronosticado que un lanzador que llevaba marca de 102-63 en sus últimas siete campañas en Oakland iba a tener 43-61 al cruzar el puente y llegar a San Francisco?
Mike Hampton (US$121 millones, 2001-08 con los Rockies): Hubo un momento en que Colorado pensó que tendría que pagar un alto precio para atraer a los mejores lanzadores al Coors Field. En su primera temporada en Denver, Hampton tuvo efectividad de 5.41. En su segundo año, 6.15. En su tercera campaña del contrato, ya estaba lanzando por Atlanta y los Rockies seguían con una mayor responsabilidad por su salario.
Alfonso Soriano (US$136 millones, 2007-14 con los Cachorros): Después de lograr un 40-40 con los Nacionales en el 2006, el dominicano estuvo bien cotizado en el mercado. Si bien es cierto que ha sido víctima de expectativas fuera de lugar, también es verdad que ni se ha acercado en Chicago a lo que hizo en Washington.
Rodríguez (US$252 millones, 2001-10 con los Rangers): Tanto tiempo después, este contrato sigue como el tercer más lucrativo en la historia. No salió como lo tenía previsto el entonces dueño de los Rangers, Tom Hicks. Ahora bien, Rodríguez cumplió su parte en tres temporadas en Texas. Jugó todos los días y terminó sexto, segundo y primero en las votaciones para JMV de la Americana. Estuvo en tres Equipos de Estrellas, ganó tres Bates de Plata y dos Guantes de Oro.
Pero los Rangers terminaron en el sótano de su división en cada una de esas tres temporadas. Después de un discreto aumento en la asistencia en el primer año, bajó el número de espectadores y al final iba menos gente al estadio que antes de la llegada de A-Rod, quien se vio contento al ser cambiado a los Yankees luego del 2003.
¿Se nos olvidó mencionar que los Rangers incluyeron una cláusula que permitió que Rodríguez se saliera del pacto luego de siete años? El toletero aprovechó eso para convencer a los Yankees a darle un nuevo contrato de 10 años y US$275 millones, el más lucrativo en la historia.
Paul Hagen / MLB.com
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