LIGA CUBANA: O NO LO RECUERDAN, O NO LO SABEN
Por Andrés Pascual
Estaba pensando en la propaganda sostenida que se hace el castrismo sobre “el juego que le ganaron al Baltimore”, repetido hasta el cansancio por sus cónsules de la prensa basura de Miami también, quizás hasta con algún dinerito “por debajo del tapete” y del absoluto silencio, por desconocimiento o por “mala idea”, del juego de exhibición que le ganó un grupo de novatos del Champion a los Piratas en una visita que hiciera el club del Viejo Circuito a La Habana, el 6 de marzo de 1953, con anotación de 4 x 1.
Sin cumplir los 18 años aún, el entonces rookie del Almendares, que en ese momento pertenecía a la Organización del Washington, Gonzalo Naranjo, se llevó la victoria con un pitcheo estupendo de 7 hits y 7 ponches en 9 innings, su catcher fue Isaac Seoane. ¿Por qué no forma parte de la “cantaleta” un acontecimiento como ese? ¿Porque no lo conocen o porque no les importa saberlo ni que los lectores lo sepan? Estos son los detalles que ponen sobre el tapete que, a fin de cuentas, no somos un solo pueblo na’: nosotros, cubanos; ellos, engendros de una nacionalidad acomodada a circunstancias de ideología tiránica sin identidad propia ¿Por qué pocos lo saben y menos lo recuerdan de las generaciones previas a la tiranía? Porque una victoria contra un club de grandes ligas no era necesaria para demostrar la grandeza de nuestro beisbol, fueron muchas y sostenidas.
Eso de estar en niveles de hombres casi sin afeitarse fue un hobby para Choly Naranjo: en 1951, su cumpleaños 17 se celebró en el dugout del equipo Cuba que estuvo en la Serie Mundial amateur en Mexico.
En 1954 Aristónico Correoso hacía 4 campañas que no pitcheaba en Cuba, ese tiempo lo había invertido manejando un taxi de su propiedad en Santiago de Cuba; pero, con Bobby Bragan dirigiendo al Almendares, que tuvo fama de probar a cualquiera en momentos de crisis del staff del club con la frase “si puedes tirar 9 strikes seguidos pitcheas hoy”, se presentó en el Cerro y, por mediación del serpentinero Gonzalo Naranjo, que gozaba de buena amistad con el americano, solicito la prueba y tiró los strikes.
Inmediatamente el americano le pidió a Monchy de Arcos, administrador de los Alacranes, que firmara al recién llegado.
En una breve conversación, Correoso le explicó a Bragan su especialidad: sacar out fácilmente al bateador que nadie pudo nunca en el champion: Pedro Formental; claro que el manager no le creyó, pero…
La noche siguiente, un encuentro entre los Leones y los Azules llegó empatado al noveno con el Almendares como homeclub y el Habana en turno al bate. Sin outs y con la primera desocupada, Bragan le ordenó a Joe Hatten que caminara al tercer bateador, Lou Klein, para llenar las bases; entonces llamó a Correoso para que enfrentara a… “Perico .300”, el mismísimo Formental. Sin velocidad, pero sin nervios, el pitcher colocó al gran bateador en 1 bola sin strikes y, al segundo lanzamiento, el artillero zurdo levantó un fly a segunda que le devolvió el alma al cuerpo de Bragan; con el próximo lanzamiento el bateador en turno bateó de rolling por segunda para un fácil dobleplay por la vía 4-6-3, es decir, segunda a short a primera.
Al día siguiente Correoso fue cesanteado y se le pagó el mes completo. Para el manager no era posible que se repitiera un milagro en un territorio poco frecuente a darse: el terreno de juego.
“Bicicleta” fue un personaje simpático y popular, empleado en el estadio del Cerro como responsable de recoger las pelotas en el terreno y de custodiarlas en el almacén, como que no se fue de Cuba, el castrismo lo mantuvo un tiempo en el trabajo durante sus primeras series nacionales, pero le cambió el nombre de su función al de j’ del departamento-almacén de pelotas para jugar beisbol del INDER, título casi nobiliario de acuerdo a la manera inoperante y ridícula del enjundioso léxico castrista.
Según el conocido personaje, por el respeto y la consideración que le tenían a Miguel Angel González, manager-propietario de los Leones del Habana, pocas cosas se le criticaban, aun decisiones influyentes en derrotas que no se debieron producir, como el cambio de jugador en el rightfield, al cual envió un infielder que nunca había jugado como jardinero, en el juego de desempate por el que perdió el campeonato 1946-47 contra el Almendares.
Contaba Bicicleta que Miguel Angel era capaz de producir juegos apretados entre Habana y Almendares cuando quisiera, porque le ordenaba que colocará en el refrigerador un lote de pelotas para un encuentro determinado que, cuando eran utilizadas, el frío y la humedad le habían afectado el rebote; entonces abría la acción ordenándole al primer bateador que tocara la bola, el estadio se le caía encima, pero anotaba una que, muchas veces, era suficiente.
Battling Siki Roque llegó de cabeza a la inicial en un juego del campeonato de 1944 y Bernardino Rodríguez lo decretó out, en medio de la protesta, el umpire le dijo que “nadie que se tire de cabeza en primera conmigo es quieto”, pero varios días después, con el árbitro en la inicial de nuevo, el bateador metió una línea que pasó sobre la cabeza del leftfielder y se extendió a lo profundo del amplio outfield del parque Cervecería La Tropical, entonces el bateador-corredor se deslizó de cabeza en primera por lo que Bernardino lo expulsó e hizo cinco veces la señal de cinco con una mano, indicándole al palco de anotación que estaba expulsado y multado en 25 pesos. Cosas de los tiempos, sin embargo, los magistrados de hoy, muy acorde con la clase de beisbol que se juega, son más malos que aquellos que hicieron la historia con alguna que otra decisión más simpática que descabellada o errada por ceguera instantánea o por vaya usted a saber.
Gonzalo Naranjo le gano a los Piratas 4-1 con 18 años....
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